Los niños, mejor descalzos
Muchos papás piensan que los niños deben estar abrigados de pies a cabeza en invierno. Sin embargo, esto es algo erróneo ya que sus piecitos son su conexión con el mundo exterior y le permite estimular su desarrollo. La palabra de la médica pediatra y vicedirectora del Hospital J. B. Iturraspe, Verónica Pepino.
Cuando pensamos en el frío y los niños, lo primero que imaginamos es que tienen que estar súper abrigados de pies a cabeza para que no se enfermen. Sin embargo, la ciencia médica nos corrige en este detalle: pies descalzos, mejor desarrollo y nada de resfríos ni virus al contrario, es el estímulo necesario para conectarse con el mundo y acelerar su maduración.
Según la vicedirectora del Hospital J. B. Iturraspe y médica pediatra Verónica Pepino en su muro de Instagram, "el que los niños se descalcen, cuando tienen edad para hacerlo, puede que tenga mayor significado el que pensamos Se demostró que los pies descalzos es factor de aceleración de la maduración y del desarrollo intelectual de los niños".
Es decir que, "cuando los niños se llevan los pies a la boca están aportando un fuerte estímulo para el desarrollo sensorial, ya que les informa del mundo exterior. Pueden sentir la temperatura, las texturas como el piso de goma, de madera o la piel de mamá y éstos favorecen el desarrollo psicomotor"
"El estímulo táctil de presiones de irregularidades del piso para mejorar la posición de articulaciones y reforzar la musculatura", agregó la doctora.
Además de eso, "el jugar con sus pies es estimulante del desarrollo, pues permite la maduración del sistema nervioso es decir, ayuda a formar bien las neuronas, favorece el control neuromuscular el desarrollo intelectual y las habilidades sociales que necesita el niño".
"Por los pies entra lo que siente, aprende de estabilidad, de agarre y entran cosquillas, mimos y muchos besos", reflexionó la doctora.
Con estas bondades para el bebé es claro indicar que "los virus o bacterias que enferman no entran por los pies".
Con estas condiciones, "el calzado no tiene justificación para su uso pues impide recibir sensaciones y añade un peso que dificulta el movimiento del niño. Si salimos un par de medias está bien pero si los vamos a calzar, que sea con zapatos ergonómicos".