Los increíbles números de la “no” clasificación
Si La Argentina no logra llegar a Rusia, los números por AFA comenzarán a aparecer en rojo, pero como si eso fuese poco, la imagen comercial del equipo, decaerá un 50 %.
La Asociación del Fútbol Argentino (AFA) sufrirá un perjuicio económico mínimo de 15 millones de dólares y el seleccionado nacional, último subcampeón del mundo, podría bajar su cachet al 50 por ciento si no se clasifica al próximo Mundial Rusia 2018.
Al margen del prestigio deportivo resignado en una eventual eliminación, el fútbol argentino sufrirá pérdidas que podrían dañar seriamente la tesorería de Viamonte 1366 si no logra ingresar entre los 32 seleccionados que disputarán la Copa del Mundo del año próximo.
En primera instancia, la AFA dejaría de percibir los 15 millones de dólares que la FIFA le asegura a la federación de cada país por participar de la primera ronda mundialista y el daño económico podría acrecentarse según cada instancia en la fase final.
Como ejemplo, el seleccionado dirigido por Alejandro Sabella ganó un premio de 25 millones de dólares por haber alcanzado la final del Mundial Brasil 2014, pero esta vez las pérdidas serán mayores por el incremento del 20 por ciento de la bolsa de dinero dispuesta por FIFA.
Rusia 2018 pondrá en juego casi 691 millones de dólares entre todos los clasificados y sólo la final repartirá 90 millones: 50 para el campeón y 40 para el finalista.
Pero un eventual fracaso en las Eliminatorias Sudamericanas ocasionaría una depreciación de la marca "Selección Argentina", actualmente valorada a escala mundial por el liderazgo de su capitán Lionel Messi, el mejor jugador del mundo.
"Esto funciona como los bancos: te dan el paraguas pero cuando llueve te lo quitan", graficó el empresario Guillermo Tofoni, ex socio de la AFA en la organización de partidos amistosos internacionales.
El seleccionado argentino tiene en la actualidad una cotización cercana al millón de dólares para presentarse en Europa y su cachet asciende a 1,5 millones si el partido se pacta en Estados Unidos, Medio Oriente o las potencias emergentes de Asia.
Sin dudas y tras conocer estos números, el dolor de cabeza por la "no" clasificación, durará mucho tiempo y dejará enormes secuelas.