Los Gómez, una familia con dos pares de mellizos
Una familia especial. Rocío y Lucas y Micaela y Santiago: la historia de cuatro hermanos mellizos, dos pares inseparables.
Como ocurre con muchas parejas, desde que comenzaron su vida juntos, Ana Carina Rivero y Adrián Omar Gómez, vecinos que residen en una vivienda de barrio Cottolengo, soñaron con formar una familia en la cual los hijos lleguen y coronen con su alegría el amor que se tienen. Pero nunca pensaron que esa paternidad se iba a dar en dos oportunidades con mellizos.
Es así que el 28 de mayo de 2004 nacieron Lucas Adrián y Rocío Natalí y casi cinco años más tarde, el 25 de febrero de 2009, llegaron a este mundo Santiago Raúl y Micaela Jazmín.
Esta situación que a primeras luces se presenta poco común quizá tenga como explicación el hecho de que en las familias de Ana y Adrián existen antecedentes de mellizos, pero en ningún caso como se dio en esta oportunidad, es decir que dos veces hayan nacido mellizos y que en ambos casos sean un niño y una niña.
Cumpleaños por partida doble
Santiago y Micaela vivían ayer un día muy especial ya que era su cumpleaños que festejaron con un numerosos grupo de amigos y familiares en un salón de fiestas donde todo era alegría. Con sus flamantes ocho años, ambos seguían atentamente todo lo que relataban sus padres y sus hermanos mayores. Santiago explicaba bromeando que le gusta "más o menos" tener una hermana melliza mientras Micaela asentía y se reía.
"A veces me usa mis cosas", comentó para señalar que "nos peleamos en algunos momentos".
Si hay algo en lo que coinciden las historias de Lucas y Rocío por un lado y de Santiago y Micaela por otro, es que ambas hermanas ponen en alerta a sus padres cuando sus hermanos son protagonistas de alguna travesura en la escuela.
Su madre explicó que "yo me entero de lo que pasa con mis hijos varones porque sus hermanas vienen y me cuentan. Ellas me traen las novedades de sus hermanos pero también son las más aplicadas y responsables que sus hermanos. Son competitivos entre ellos, comparan sus libretas de calificaciones".
Las anécdotas continuaron en medio de risas y miradas cómplices mientras que Ana y Adrián asentían cada cosa que aportaban sus hijos compartiendo historias plagadas de amor y orgullo por la familia tan especial que supieron construir y de la que disfrutan todos los días.
La paternidad múltiple cambió la vida de Carina y Adrián, que hoy disfrutan de la gran familia que formaron
Rocío y Lucas inauguraron el historial de mellizos en la familia. Ambos se preparan para comenzar sus estudios secundarios en el Ipem Nº 315 mientras ingresan en la adolescencia.
La joven comentó entre rosas que se lleva "más o menos" con su mellizo Lucas y señaló que tener un mellizo "es normal" para ella porque es una experiencia "que viví siempre".
"Nos llevamos bien y mal. Hay cosas que no me gusta compartir con ellos aunque lo tenga que hacer" destacó como un elemento que puede calificar como negativo en su historia de hermana melliza pero a su vez reconoció que esa situación "hace que nos ayudemos mucho entre nosotros".
Su hermano Lucas dijo que "nos defendemos mucho entre nosotros cuando alguien se pasa con nuestros hermanos. Entre nosotros podemos discutir, pero también nos protegemos".
Los mellizos adolescentes coincidieron en señalar que "compartíamos cosas desde pequeños y jugábamos juntos. No nos aburríamos porque siempre podíamos hacer algo entre los dos".
Antecedentes en la familia
Ana explicó que sus antecedentes de familiares mellizos se remontan a que "hermanos de mi abuela paterna eran mellizos, igual que ellos, es decir, un varón y una mujer y mi abuela materna tenía hermanos mellizos".
A su vez, Adrián comentó que "mi abuela materna tiene hermanos mellizos y de parte de mi mamá una prima tuvo gemelos. Por el lado de mi padre, tiene un hermano que tuvo en dos oportunidades mellizos, en una oportunidad dos varones y luego dos mujeres. Una de esas mujeres tuvo gemelas y la otra tuvo una hija que luego fue madre de mellizas".
A partir de estos antecedentes, ambos señalaron que "pensamos que podíamos tener mellizos también nosotros. De hecho, no nos sorprendió la primera vez que fuimos padres, pero la segunda sí".
En la segunda oportunidad de embarazo, Ana comentó que "cuando me enteré pensé que sería un solo bebé y sentía que iba a ser fácil criar a un hijo porque ya había pasado por la experiencia de mellizos. Pero me equivoqué. De nuevo vinieron dos".
Rocío y Lucas, los primeros en llegar de a dos
"Doctor, dígame que hay uno"
"Cuando me enteré que estaba embarazada (de Santiago y Micaela) fui al ginecólogo y en la primera ecografía se vio que era un embarazo doble. Ahí trataba de tranquilizarme, decía que ya tenía experiencia pese a que sabía que no iba a ser fácil porque ya había criado dos".
Luego recordó que poco antes de nacer Santiago y Micaela "me agarró un poco de desesperación porque pensaba que no sabría qué hacer con cuatro hijos. Eso pasó porque cuando nacieron Lucas y Rocío vivíamos en la zona rural de María Juana cerca de nuestros padres así que teníamos ayuda extra con los abuelos pero al nacer Santiago y Micaela ya nos habíamos mudado a San Francisco y pensaba que no iba a poder con todo".
A esta experiencia se suma el hecho de que los pequeños Santiago y Micaela "nacieron con ocho meses de gestación y estuvieron una semana en incubadora" mientras que los mayores "llegaron a término a los nueve meses". En ambos casos, los partos fueron por cesárea "porque nunca se llegaron a acomodar, sobre todo porque no había mucho espacio".
Al intervenir Adrián en la entrevista, con mucha calma dijo que "no me sorprendió" la noticia de que iban a ser padres de mellizos cuando tuvieron a Lucas y Rocío pero luego la situación cambió cuando se enteró de que iba a pasar por la misma experiencia con la llegada de Santiago y Micaela.
"Como padre, quería que mi primer hijo sea varón. Cuando hicieron la ecografía vieron que el primero era varón así que me puse contento. En el segundo embarazo, al igual que mi esposa, esperaba uno y recuerdo que como una broma le dije al médico que hacía la ecografía: 'dígame que hay uno' y me respondió 'no, acá hay dos también'. No lo podía creer y de inmediato comencé a mandar mensajes contando la novedad a mis familiares".
Micaela y Santiago, los más pequeños de la familia
En la vida diaria comentaron que "entre los chicos son muy compañeros, tanto los que son mellizos como con los otros hermanos. Los más grandes cuidan a los más chicos y se preocupan todos por todos. De todas maneras, como todos los hermanos, hay momentos en los que se desconocen".
Desde hace un año, Adrián comenzó a trabajar en una empresa de transporte de combustibles que lo obliga a ausentarse de la ciudad durante gran parte del mes y en ese momento es Ana quien debe hacer frente al seguimiento de sus cuatro hijos.
Sobre esto, dijo que "si bien tengo que estar mucho tiempo afuera, estoy ganando bien y lo hacemos por nuestros hijos".