Los fieles acompañaron a Jesús en la cruz desde la casa
La clásica recorrida de las 7 iglesias que congrega a muchos fieles todos los años esta vez quedó aplazada. El hogar es fue epicentro del recuerdo y el diálogo acerca de los sucesos acontecidos para los católicos en la semana santa.
Una de las tradiciones más arraigadas en la comunidad católica es la semana santa donde cada día tiene su particularidad que esta vez por el coronavirus no se pudo llevar adelante. El jueves - que siempre fue un día además aprovechado para los turistas - los sacerdotes no abrieron las parroquias e iglesias; no existió la clásica imagen de un representante de Dios en la Tierra lavando los pies de 12 hombres y mucho menos recorrió el mundo la figura del papa Francisco.
De hecho, fue una directiva enviada por el Vaticano de que la actividad no se lleve a cabo. El propio Francisco abrió el triduo pascual el jueves santo sin el rito del lavado de pies y encabezando la misa casi en solitario.
Hoy también es otro día atípico. Normalmente los viernes santos las personas salen en familia o a pie a recorrer los templos de la ciudad rememorando el día en que Jesús fue crucificado y atravesó en su calvario diferentes estaciones que en la actualidad se llevan a cabo en iglesias.
Si bien es uno de los dos días del calendario en que no hay misas (el otro es el sábado santo) la imagen es aun más extraña porque las iglesias permanecen cerradas y no exhibieron ningún tipo de actividad. Esta vez la iglesia llamó a que en toda la semana santa, y hoy que también es conocido como un día de luto aguardando la resurrección de Cristo, se lo acompañe desde los hogares en el recuerdo y la oración.
Por primera vez en muchos años, quizás en una época que pocos vivieron, las iglesias se cerraron y el silencio es absoluto.