Los barrios residenciales, una “escapada” de verano
Los barrios más alejados de la ciudad cobran popularidad en esta época del año.
El verano conspira contra la tranquilidad de los barrios abiertos en la periferia de San Francisco.
Es que cuando las posibilidades económicas se ajustan a bolsillos más flacos, la opción de alquilar una casa con pileta y asador, relativamente cerca, cobra fuerza para disfrutar de las vacaciones.
Los "vecinos residenciales" atribuyen el mayor fluyo de gente a visitantes transitorios.
Rodeados de frondosa arboleda y cruzada por calles de ripio, los barrios residenciales son ideales para pasar esta época de calor en un ambiente que permite disfrutar al aire libre, aun permaneciendo en la ciudad.
Lugares como Las Rosas, Maipú o Savio junto a loteos que surgieron en estos últimos años hicieron de San Francisco una ciudad para disfrutar también del ocio en verano.
En esta época del año es común observar por allí una mayor presencia de personas recorriendo sus calles, que se suman a los residentes habituales y familiares o amigos de estos que llegan hasta allí buscando un hábitat más natural.
Con la llegada de los servicios básicos (agua, gas natural, cloacas e iluminación) ya son cientos las familias que eligieron estos sectores de la ciudad para vivir de manera permanente.
En el barrio Las Rosas, en el oeste de la ciudad, donde residen de manera permanente unas 90 familias, el presidente del centro vecinal, Guillermo Pastore, explicó con cierto toque de nostalgia que "la tranquilidad ya no es la de antes" a partir de la aumento en la circulación vehicular de propios y extraños que hacen que sus calles se encuentren muy transitadas en diferentes momentos del día.
Además, el barrio fue incorporando clubes e instituciones que congregan gran cantidad de personas.
Reconoció asimismo que en verano, los residentes habituales del lugar "reciben una mayor cantidad de visitas" por parte de familiares y amigos en busca de largas caminatas y jornadas de actividad física al aire libre.
Reducir la velocidad y otras normas de
convivencia advertidas en carteles.
Pocas casas quinta
Ubicado al margen del acceso norte a la ciudad, barrio Maipú es una combinación entre predios de instituciones y viviendas particulares que le dan una fisonomía muy particular y atractiva a este sector que invita al descanso.
Este barrio forma parte de la historia de la ciudad desde hace 40 años. No obstante, en los últimos 8 años su dinámica cambió mucho a partir de la incorporación de unas 230 familias que se mudaron allí.
Mariano Piscino, presidente del centro vecinal, recordó que "originalmente este era un barrio de casas quinta pero en los últimos años han quedado muy pocas casas que se utilizan el fin de semana".
Al margen de la presencia de clubes con natatorios, la gran mayoría de las viviendas particulares también cuentan con pileta y espacios verdes.
Precaución al circular
Pese a la conciencia vecinal de quienes habitan estos lugares y toman precaución de trasladarse a baja velocidad por las calles, "hay muchos que llegan aquí con sus vehículos a gran velocidad, levantando tierra y causando situaciones de peligro porque aquí hay muchos chicos".
Reducir la velocidad y otras normas de
convivencia advertidas en carteles
De esta manera, los vecinos defienden la construcción de las lomadas sobre avenida Maipú para disminuir la velocidad de los vehículos que ingresan al barrio.
Lindante a Maipú, al oeste se encuentra barrio General Savio, donde residen unas 150 familias que ocupan de manera permanente el 70 % de las viviendas. El resto es utilizado por sus propietarios durante los fines de semana y con mayor frecuencia en el verano.
El vicepresidente del centro vecinal, Franco Bono, indicó que en ese sector "se alquilan algunas casas quinta para personas que no son residentes del barrio y que sin embargo eligen el lugar para pasar el verano o algún fin de semana".
Reconoció que "somos más populares" en esta época del año porque "el calor atrae a mucha gente a la pileta".
"Se está viendo que muchos han reducido el tiempo de vacaciones que pasan fuera de su casa. Antes se iban por diez o quince días y ahora han cambiado por hacerlo los fines de semana largo. En épocas de vacaciones muchos están en su casa, disfrutando de la pileta y el entorno como si estuvieran en otro lado", dijo.
Seguridad
Un tema no menor ante el mayor movimiento es la seguridad. Algunas familias contratan el servicio de empresas de seguridad privada que patrullan de manera periódica las calles del sector.
En Las Rosas, Pastore contó que los hechos de inseguridad "están dentro del promedio" general de lo que ocurre en la ciudad.
Rodeados de frondosa arboleda y cruzada por calles de ripio, los barrios residenciales son ideales para pasar el verano
En Savio, el cuidado por la seguridad es un tema que ocupa a los vecinos. Mediante un grupo de Whatsapp mantienen "contacto permanente" con las autoridades policiales a través de mensajes de alerta "en caso de que ocurra algo extraño".
Ya no hay cuatriciclos
Si bien en el verano siempre aparece algún cuatriciclo circulando por las calles de los barrios residenciales, en estos momentos no se advierten con tanto protagonismo como los que supieron tener hace unos años.
Una ordenanza municipal adhiere a la norma nacional que no los considera vehículos urbanos, por lo su circulación queda prohibida sobre calles, caminos y rutas.
Estos barrios también son elegidos para hacer deporte
En barrio Maipú "son pocos pero se ven", admitió Piscino. "Antes se veían unos pocos pero desde hace mucho prácticamente han desaparecido".
Lo que les preocupa es "aquellos que circulan con las motos en las plazas del barrio".