Cultura
Lo que parecía imposible hoy es cotidiano: teatro todos los días

Con más de 100 funciones realizadas desde su reapertura, el Teatrillo transformó la escena cultural local. Un equipo de artistas, técnicos y gestores encabeza un proyecto que desafía los límites de lo posible desde el del interior cordobés.
La reapertura del Teatrillo, el 29 de noviembre de 2024, no solo significó la recuperación de un espacio cultural en San Francisco: marcó un antes y un después en la manera de hacer, sentir y vivir el teatro local. Bajo la gestión de Adrián Vocos y José Bonansea, y con el trabajo incansable del equipo de Spot Experiencias Artísticas, este emblemático lugar alcanzó las 100 funciones en apenas siete meses.
“Desde que reabrió el Teatrillo, la escena teatral sanfrancisqueña cambió. El teatro se volvió masivo y con una presencia sostenida: de lunes a lunes estamos adentro”, reflexionó Vocos. Hoy la programación incluye obras casi todos los días, con picos de hasta 25 funciones en vacaciones.
El cambio fue profundo: no solo se recuperó una sala, se transformó una comunidad artística. “Pasamos de no tener teatro a tener un teatro vivo. El desafío ahora es sostenerlo, producirlo y motivar a los artistas locales para que se animen a mostrar sus obras”, explicó el director teatral.
El equipo lo sabe: el arte no se sostiene solo con talento, sino con gestión y compromiso. Yanina Maretto, Marcela Prunello, Bautista Dutruel y Graciela Roldán, junto a Vocos, entre otros, integran ese engranaje invisible que hace que todo funcione.

“Este lugar no solo ofrece funciones, ofrece experiencias para artistas y público”
“Hoy los artistas entienden que este es un espacio donde pueden dar su show. Ya no es solo una muestra de fin de año, es un escenario real para presentar su arte y encontrarse con un público genuino”, destacó Prunello.
La programación se construye en equipo, con una curaduría que mezcla intuición, análisis y sensibilidad. “Buscamos que haya danza, teatro, música. Que haya propuestas para todos los públicos. Al principio arriesgábamos nosotros trayendo obras nacionales. Hoy son los productores los que nos llaman”, detalló Vocos.
El impacto también es emocional. Dutruel confesó que siente orgullo al ver a nuevos artistas debutar donde él mismo comenzó: “Es el placer de saber que lo que nos pasó a nosotros puede pasarle a muchos más”.

“El Teatrillo no es comercial, pero tiene todo lo que tiene que tener un teatro comercial”
Desde su lugar en boletería, Graciela Roldán, madre de Adrián, valora el respeto del público y la calidez del espacio: “La gente se siente cómoda. Hay horarios fijos, descuentos, puntualidad. Es un trabajo serio y amoroso”.
Las funciones escolares revelan otro aspecto clave: la experiencia teatral como primer contacto con el arte. “Muchos chicos no sabían lo que era un teatro. Y el teatro tiene eso, regala magia”, dijo Maretto.
El Teatrillo no solo muestra obras: construye comunidad. “Nos ocupamos de todo: luces, técnica, limpieza, comunicación, producción. Es una familia. Y lo más lindo es que somos artistas de San Francisco cuidando un espacio para otros artistas de San Francisco”, afirmó Vocos.
El modelo de gestión tomó inspiración de referentes como Carlos Rottemberg y Pepe Cibrián, pero con identidad local. “Acá no tenemos montañas ni ríos, pero tenemos talento. Y lo que falta afuera, lo inventamos adentro”, aseguró Prunello.
Para Vocos, lo logrado hasta ahora es solo el comienzo: “Nosotros somos prueba de que se puede. No vino un empresario de afuera: somos artistas locales sosteniendo un espacio cultural. Eso es un legado”.

Con humildad y visión, el equipo no deja de soñar. “Queremos que la sala siga abierta de miércoles a domingo. Que los artistas quieran volver. Que seamos una referencia. Ya hasta rechazamos funciones porque no nos dan los días. Eso, en sí mismo, es un triunfo”, concluyó con orgullo.
Y como resume Graciela Roldán, desde su rincón de boletería: “Trabajar acá es un placer. El Teatrillo tiene magia”.
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