¡Lo gritamos todos!
El gol de Rojo trajo desahogo en todo el estadio. Lo que prosiguió fueron lágrimas, afonía y rostros de emoción. ¡Como se gritó ese gol!, casi con seguridad, ensordeció a todo San Petersburgo.
El hincha sacaba fuerzas de donde no tenía y seguía cantando. Pero la emoción y el nerviosismo se los iba devorando lentamente, a tal punto, a que falta de cuatro minutos, instantes antes del gol, el estadio ya murmuraba silencio.
Pero lo gritamos todos. Me incluyó, pocas veces en mí vida sentí semejante emoción. Lo gritamos todos y se abrazaron todos, incluyendo periodistas.
Rojo corrió con su festejo al banderín del córner y lo que continuó en las tribunas fueron postales increíbles. Niños llorando, cientos. Padres abrazados a sus hijos como si nunca lo hubiesen hecho. Fanáticos llorando, a lágrimas, más que si se hubiese perdido. Salto, emoción y una demostración de afecto que se necesitaba expresar y se lo hizo con "cualquiera", incluso con el primero que se aparecía, como si lo conociera de todos los tiempos. En fin, postales únicas, que seguramente jamás se borrarán de mi mente.
Lo gritamos todos, porque nosotros también lo hicimos. El sector del periodismo estaba en silencio, todos, absolutamente todos, pensábamos en escribir una crónica que nunca imaginamos, ni mucho menos deseamos, era hacer lo que no queríamos, decir lo que no sentíamos y explicar lo que por momentos, no tenía explicación. Era manifestar el dolor en una redacción y créanme, nadie quería hacerlo.
Por eso, por lo mal jugado en los dos primeros duelos, por el "puterio" barato de ciertos personajes, por la ausencia de un proyecto, por la falta de juego, por más dudas que certezas y por un sueño que todos soñamos, lo gritamos todos, reconociendo además, que perdimos por varios minutos la profesionalidad.
Por suerte, los tickets comprados con anticipación para ir a Kazán, tendrán validez, los podremos usar. Se vendrán horas de celebración, de análisis y de miles de correcciones que seguramente no dormirán debajo de la alfombra. Gracias a ese gol de Rojo y ese grito de todos, nuestra cobertura sigue teniendo interés, hoy más que nunca.