Entrevista
Lescano advierte un 2026 “complejo”, con reforma laboral y salarios en tensión
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Reelecto al frente del Suoem, analiza un año marcado por la pérdida del poder adquisitivo, el conflicto extendido con el municipio y el impacto de las políticas nacionales. Advierte que “el Estado nacional promueve la precarización laboral” y anticipa que 2026 encontrará al gremio “en estado de alerta”.
La reelección de Víctor Lescano al frente del Sindicato Unión Obreros y Empleados Municipales de San Francisco y Zona (Suoem), con un contundente 97% de los votos positivos, cerró un año complejo para el gremio, atravesado por reclamos salariales, discusiones sobre precarización y un conflicto con el Ejecutivo que se prolongó más de dos meses. En un contexto económico desafiante, con aumento de tarifas, caída del consumo, recaudación municipal en baja y políticas nacionales que —según advierte— “desalientan la estabilidad laboral”, el dirigente anticipa que 2026 obligará al sindicato a sostener la unidad interna y a reforzar la defensa de los derechos.
En entrevista con LA VOZ DE SAN JUSTO, Lescano trazó un balance del año, afirmó que la negociación salarial continúa abierta, criticó las decisiones del gobierno de Javier Milei y analizó cómo la reforma laboral y el avance de la Inteligencia Artificial pueden transformar las relaciones de trabajo, especialmente en el sector público.
- ¿Cuál es su evaluación general del año 2025 para el Suoem, especialmente después de haber sido reelecto?
El balance es positivo, principalmente porque logramos una participación muy alta a pesar de no haber una lista opositora. De un padrón de 700 afiliados votaron alrededor de 500 entre San Francisco y la zona, y eso para nosotros es un respaldo enorme. La elección nos permitió reforzar un mensaje hacia el Ejecutivo: seguimos firmes contra la precarización, defendiendo el salario y apostando a la unidad de los trabajadores. El 2026 se viene muy complejo. Sabemos que llegará una reforma laboral y todavía no sabemos cómo nos afectará, pero sí sabemos que históricamente las reformas apuntaron más a quitar derechos que a ampliarlos. Por eso insistimos tanto en mantener la unidad para proteger lo conquistado.
- ¿Qué metas concretas se plantea para este nuevo período como secretario general?
Participé del Congreso de la CGT (Confederación General del Trabajo) y, aunque no compartimos el esquema del triunvirato y seguimos reclamando la Secretaría de Asuntos Municipales, eso no nos aleja de la central. Sabemos defendernos entre nosotros y entendemos que lo que viene exige estar alertas. En el Congreso se habló claramente de la reforma laboral y de la pérdida de derechos. Nuestro objetivo es que, más allá de simpatías políticas, todos los trabajadores estén del mismo lado cuando haya que defender el empleo, el salario y la estabilidad. Esa es nuestra meta central para este nuevo período.
- ¿Cree que el aumento escalonado del 13,5 % logrado este año es suficiente para recuperar poder adquisitivo, o seguirá insistiendo en una recomposición más amplia? ¿Las próximas mesas de negociación pueden tener un cambio de tono?
Hoy negociamos salarios sobre una inflación que no refleja la realidad. Mientras suben combustibles, servicios y alimentos, la recomposición siempre queda por detrás. No alcanzamos a recuperar el valor perdido del salario porque todo aumenta más rápido que cualquier acuerdo. Por eso insistimos en seguir discutiendo. La negociación de 2025 no está cerrada.
- Había alertado un atraso salarial del 20 % en los sueldos municipales…
Ese 20% lo perdimos apenas inició este gobierno nacional, y seguimos perdiendo porque el salario ya no es lo que era. Afortunadamente, en años anteriores logramos acuerdos que nos ubicaron en un piso relativamente alto, y eso nos permite amortiguar el golpe. Pero el atraso existe y el conflicto fue largo: más de dos meses, hasta que logramos una conciliación en el Ministerio de Trabajo. La discusión salarial sigue abierta.
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- Una de sus demandas históricas es la estabilización laboral. ¿Cuánto ha avanzado el Suoem en lograr más ingresos a planta permanente?
Este año cerramos el pase a planta de 164 trabajadores, algo fundamental en un contexto de salarios bajos y creciente desocupación. Son 160 familias que hoy tienen estabilidad. Eso nos deja tranquilos y orgullosos. La discusión salarial continuará, pero consolidar la planta permanente era muy necesario.
- ¿Creen que la precariedad en las contrataciones municipales es uno de los principales frenos para mejorar las condiciones laborales?
La precarización surge de un sistema que se aprovecha de la fragilidad laboral, y hoy el Estado nacional la está promoviendo abiertamente. Eso habilita que en todos los niveles se tomen decisiones que precarizan aún más. Nosotros resistimos eso. No queremos tensar innecesariamente, porque sabemos que detrás de cada trabajador hay una familia. Pero sí denunciamos que la Ley de Bases cambió las reglas del juego: no solo para los trabajadores, también para las organizaciones sindicales. Ya no es posible manifestarse como antes y debemos ser más prudentes. San Francisco tiene su propia realidad, pero en grandes municipios el impacto es mucho más duro.
- ¿Cómo se combina la estrategia de protesta con la negociación institucional para evitar desgaste?
Cada parte tiene sus reglas. Buscamos evitar medidas ruidosas como antes, pero seguimos usando los recursos que tenemos. Aunque en 2025 el conflicto fue más largo y muchos trabajadores aún no ven en el bolsillo el impacto del aumento, sabemos que lograr los 160 pases a planta fue un avance enorme. Y reitero: la discusión salarial sigue abierta. Hoy los sueldos se negocian a la baja y no alcanzan. Si la economía de los vecinos cae, cae la recaudación; y si cae la recaudación, se complica cualquier aumento. Es un círculo. A veces se nos culpa a nosotros, cuando en realidad somos quienes prestamos los servicios esenciales: limpieza, mantenimiento, cloacas, espacios públicos. Muchas dificultades no son decisiones del trabajador, sino consecuencias de políticas económicas.
- ¿Qué papel quiere que juegue el Suoem más allá de la negociación salarial, por ejemplo, en las políticas de gobierno local o en la planificación del presupuesto??
Siempre aportamos ideas para mejorar la gestión y evitar tercerizaciones innecesarias. Pero también reconocemos que intervenir demasiado sería meternos en decisiones políticas. Nuestro rol es advertir sobre gastos excesivos o ineficiencias y defender a los trabajadores. Hoy los salarios representan menos del 40% del gasto municipal, porque la recaudación bajó. Seguimos atentos a esa dinámica y planteamos nuestras observaciones cuando corresponde.
- ¿Por qué se sigue recurriendo a sumas no remunerativas pese a su impacto en jubilaciones?
Es una discusión compleja. Los jubilados provinciales y nacionales no están en la misma situación. Cuando se negocian aumentos, lo no remunerativo permite alcanzar porcentajes mayores en el corto plazo. Si fueran todas sumas remunerativas, el porcentaje sería mucho menor para los activos. Debemos equilibrar: que el jubilado no pierda, pero que el trabajador activo también pueda sostenerse. Muchas veces el jubilado percibe el aumento tarde, pero siempre llega por la lucha del sindicato.
- Si pudiera lograr durante su nuevo mandato solo una reivindicación para los municipales, ¿cuál sería?
Sin dudas, mejorar el salario. Hoy un ingreso inicial ronda 1.200.000 pesos. Los trabajadores jóvenes recién empiezan a construir antigüedad y recién en dos o tres años verán un impacto real. No queremos que se vuelva a pagar con bonos. Ya vivimos esa etapa durante el Cecom en el gobierno de Hugo Madona y sabemos lo que significa perder un 30% del salario en bonos. Ojalá no tengamos que repetir esa historia. Hoy el Gobierno nacional presiona a las provincias, la provincia presiona a los municipios y hay una realidad: vos vas al supermercado, la mercadería siempre aumenta, entonces, ¿qué le va a salir más barato?: ¿pagar horas extras, dar aumento o dar bonos? El receso económico producirá ese tipo de medidas.
- ¿Cómo impacta la situación económica en los servicios que ofrece el sindicato?
Seguimos sosteniendo coberturas en salud, farmacia y otros beneficios, pero estamos ajustándonos como lo hace cualquier familia. La obra de reconstrucción de la sede propia, en calle Ituzaingó, también demanda recursos. Es un desafío sostener todo lo construido en este contexto.
- ¿Cómo piensa fortalecer al sindicato para que siga siendo representativo frente a nuevas generaciones de trabajadores?
Hay trabajadores a los que ni conocemos y que reclaman desde lejos, pero siempre negociamos para todos. Buscamos una suma fija que alivie a quienes menos ganan, especialmente los planes. Frente a la Inteligencia Artificial, debemos prepararnos para defender puestos de trabajo y actualizar la discusión sobre la carrera administrativa. Estamos reclamando que no se cubran cargos jerárquicos con designaciones políticas, sino fortaleciendo el personal de carrera.
-¿Cómo describiría hoy la relación institucional entre el Suoem y Bernarte?
Cada uno respeta su rol. Él gobierna y nosotros defendemos a los trabajadores. La relación es institucional, con diálogo y con diferencias cuando corresponde. Queremos que cada compañero que integra la comisión directiva del gremio pueda gestionar una necesidad en el área que corresponde. Y si el tema demanda una discusión más amplia, ahí sí participar al secretario general. Esa es la voluntad de la comisión.
