Le robaron la moto a mano armada y ofrece recompensa

Sucedió el domingo por la noche en barrio Catedral. La víctima, una mujer que trabaja como asistente terapéutica, ofrece dinero para recuperar el rodado y la documentación que le quitaron. Además le sustrajeron una mochila con $20.000 en efectivo.
Una mujer que trabaja como asistente terapéutica fue asaltada en la noche del domingo y tras amenazarla con un arma de fuego le quitaron la motocicleta en que se conducía y una mochila en donde guardaba veinte mil pesos, documentación personal y efectos personales.
El robo ocurrió sobre bulevar Roque Sáenz Peña esquina Jonas Salk en barrio Catedral cuando dos sujetos jóvenes que se habrían conducido en una motocicleta Honda CG de color negro interceptaron la marcha de una Motomel Blitz 110 cc. de color color gris y rojo. Amenazando a su conductora a la que sustrajeron la moto y le quitaron la mochila,
El sujeto que conducía la motocicleta le decía a su cómplice que le dispara si la víctima se resistía, Patricia Martínez (58) quien es enfermera y acompañante terapéutica contó que como todas las noches iba a su trabajo que es el de cuidar a una persona mayor.
La víctima contó que alcanzó a ver que uno de los malvivientes tenía algo en la cintura que se parecía a un arma, "el que se quedó en la otra moto se lo veía muy nervioso y le decía a quien me exigía la moto y la mochila que me tirara pero yo decidí entregarles todo por eso creo que no me dispararon",
En la mochila, además del dinero que la víctima tenía para pagar el alquiler guardaba dinero de una venta de perfumes que ella realiza para poder contar con más ingresos-
La hija de la víctima, Tamara Martínez, dijo que se ofrece recompensa para recuperar la moto y la documentación de su madre, para ello aportó un número de teléfono celular 3564 367187, "a ella le interesa recuperar la documentación, las tarjetas de crédito y de debito, además de su carnet que la habilita para ejercer su profesión".
Patricia contó que los malhechores eran personas jóvenes, "uno vestía un buzo color bordó desteñido con capucha y era morocho, el otro tenía puesta una campera inflable de color crema, este era el que pedía al otro que me tirara el tiro".
La mujer, quien dijo que es colaboradora en los controles sanitarios que lleva adelante la municipalidad por el tema del coronavirus vive en barrio Roque Sáenz Peña y aún continuaba shockeada por el momento que le tocó vivir.