Laura Marchese, la ambientalista que activó a los municipios: “En nuestra región hay más conciencia verde”
La especialista considera que la separación y recolección diferenciada de residuos fue el puntapié inicial para que las políticas ambientales formen parte de la gestión pública. Además dijo que los materiales "bio" son tendencia en los pueblos de San Justo.
Por Vanina Panero | LVSJ
Tal como sucede
en las grandes ciudades del mundo, en los pueblos de San Justo gana terreno la
concientización y el cuidado del medioambiente, de la mano de a políticas públicas que hacen foco en la
sustentabilidad. Así lo aseguró la bióloga y licenciada en Ciencias del
Ambiente Laura Marchese, quien desde hace más de 10 años trabaja codo a codo
con los municipios para poner en marcha proyectos "ecológicos".
Según manifestó la especialista en entrevista con LA VOZ DE SAN JUSTO, "en los pueblos de la zona hay más ´conciencia verde´" y en esto ponderó la separación diferenciada de residuos urbanos en origen como el puntapié inicial para la implementación de proyectos amigables con el ambiente. Entre ellos mencionó la elaboración de compost para viveros municipales, la producción de cultivos en hidroponia, campañas de recolección de residuos de aparatos electrónicos y electrónicos, hasta llegar a la actualidad con la utilización de materiales "bio", que son tendencia.
- ¿En qué consiste la separación y reciclado de basura? ¿Qué recursos se necesitan?
Consta de separar los residuos sólidos urbanos en tres secciones: secos, húmedos y mixtos. No hacen falta bolsas de colores ni nada de eso, sino que la gente puede utilizar cajas o bolsas de residuos.
El camión recolector pasa en un día y horario específico y los mismos son llevados a una planta de reciclado municipal donde se realiza el tratamiento correspondiente. Los residuos secos se prensan y se venden (tales como el cartón o el papel) y de los húmedos se obtiene el compostaje que va a la huerta o vivero.
Para empezar con la separación, sólo se necesita de un espacio físico para una planta de reciclado, una prensa y tres empleados como mínimo, lo cual permite a también generar puestos de trabajo.
"El promedio de recupero es del 40-45 %, aunque en localidades como Devoto, logramos que el 70% de la población separe en origen, lo cual significa un porcentaje muy alto".
- ¿Cuándo
comenzó a trabajar codo a codo con los municipios y cómo era la conciencia
ambiental en aquel entonces?
Comencé hace diez años, aunque el proyecto lleva más de 20, siendo la pionera Ana Villarroya, una reconocida especialista que hoy trabaja en la ciudad de Córdoba. Veinte años atrás, las leyes ambientales estaban pero no se cumplían. El cuidado del ambiente siempre estuvo en boca de todos, pero no era un tema de agenda en la gestión pública; hablar de basura era una locura. Junto a Ana (Villaroya) comenzamos un largo camino que hoy está dando sus frutos".
- ¿Cuál fue la primera localidad en sumarse a este proyecto? ¿Y la última?
Porteña fue el pionero en esta iniciativa aunque rápidamente se replicó en municipios vecinos como Devoto, Colonia Marina, Las Varillas, alcanzando una amplia región. Quebracho Herrado, que se sumó hace tres años y fue el último en hacerlo. No obstante, cada pueblo se destaca por alguna actividad en especial, siendo que hay entendido muy bien el concepto de separación, y cuando ya lo tienen "aceitado" continúan con otras iniciativas como la huerta agroecológica, el vivero municipal, entre otros.
Colonia Marina, por ejemplo, fue el primer municipio en implementar la producción de cultivo en hidroponia y en utilizar bolsas 100 % biodegradables, una práctica que se empieza a difundir en la zona. La Para- donde se separan residuos hace más de 20 años- cerró la economía circular con un Parque Agroecológioco Municipal donde se realiza el tratamiento de residuos. Cuenta además con el Festival La Para Recicla donde las entradas se consiguen cajeando materiales reciclables, y está a punto de construir un barrio con viviendas ecológica, siendo que producen ecoladrillos, cuentan con una planta de compost, senderos hechos con materiales reciclables, un lago artificial, flora, fauna y huerta orgánica.
Ni que hablar del uso de energías alternativas, una práctica que crece en la zona.
En Devoto, 7 de cada 10 vecinos separan los residuos
- ¿Qué porcentaje de adhesión de los vecinos se logró?
El proyecto es continuo y sostenido en el tiempo, por lo que va creciendo su adhesión. El promedio de recupero es del 40-45 %, aunque en localidades como Devoto, logramos que el 70% de la población separe en origen, lo cual significa un porcentaje muy alto.
Si hacemos una proporción de residuos secos, un 50% es plástico, un 30% es cartón y un 20% es papel. En esto es fundamental el día a día, concientizando permanentemente con campañas, folletería, actividades como la bicicleteada ecológica, maratón de botellas, entre otras".
- ¿Cuál cree que fue el momento bisagra para activar la "conciencia verde" en la población?
Toda esta cuestión del cambio climático y la deforestación fueron temas claves que animaron a la gente a tomar conciencia, sumado a los grandes volúmenes de basura que se generan nivel mundial y que alcanzan los 2 kilogramos por persona por día. En cuanto a los municipios, cuando empiezan a ver que el basural colapsa, toman conciencia de hay que hacer algo y ahí es cuando pone en agenda el tema de la basura e implementan acciones en consecuencia.
Creo que mucho tiene que ver también la inclusión de materias ligadas al ambiente en carreras terciarias o universitarias; de hecho son las carreras del futuro".
- ¿El avance en materia ambiental crece de la mano de las nuevas generaciones?
Las nuevas generaciones vienen con otra cabeza. Ya desde chicos están comprometidos con la causa. Cuando vamos a dar una charla a los jardines de infantes, enseguida ponen en práctica lo que se les enseña, e inclusive muchos ya lo saben. En esto mucho tiene que ver las redes sociales.
Hay campañas como la de recolección de residuos de aparatos eléctricos y electrónicos (Raess) que nacen desde las escuelas, lo cual denota que no se limita al trabajo del municipio, sino de toda la comunidad. Esto se suma a proyectos privados que contribuyen a la concientización ambiental.
Materiales "bio" para cuidar las playas
Marchese destacó que esta tendencia ecológica "no se detiene" y avanza hacia el uso de materiales biodegradables, como las bolsas, cucharitas y sorbetes, que ya están instalándose en los pueblos.
En este sentido, la bióloga contó que "son muchos los municipios interesados en replicar la experiencia de Colonia Marina con las bolsas ecológicas elaboradas a partir de fécula de maíz, que se degradan solo en un mes".
Asimismo, anticipó que "los sorbetes y cucharitas 'bio´ son tendencia y en muchos comercios de la región quieren implementarlo, así como también en destinos turísticos como Miramar, con real impacto en la limpieza y cuidado de las playas".