Las vacunas llegaron a los barrios como un “rayo de esperanza para volver a la normalidad”
Los operativos "móviles" comenzaron ayer en barrio San Cayetano donde 150 personas recibieron la primera vacuna de Sputnik V.
Por Ivana Acosta | LVSJ
Mientras en el Superdomo un grupo de sanfrancisqueños eran vacunados con la segunda dosis de Sinopharm (elaboradas en China), en el noreste de la ciudad también comenzaron a desarrollarse los operativos barriales para alcanzar a mayor cantidad de ciudadanos y reforzar estos despliegues.
Este martes por la mañana en el dispensario de barrio San Cayetano los vecinos se acercaron para recibir la primera dosis de vacuna anti covid ya que por diferentes causas aun no habían accedido a ella. En todos los casos fueron Sputnik V primer componente y en su mayoría se trató de personas menores a los 45 años.
A cargo del operativo estuvo la licenciada en Enfermería, Marcela Molina, que también se encarga del despliegue en el Superdomo y junto con un grupo de enfermeros y colaboradores se encargaron de organizar las tandas de cinco personas que ingresaban al dispensario para vacunarse.
A un lado estaba el refrigerador donde las Sputnik V se conservaban con la temperatura necesaria y sobre las dosis que colocaron Molina dijo: "Hemos traído 150 vacunas que es la estimación que creemos pueden venir, hay muchos vecinos vacunados, pero también contemplamos a personas de otros barrios aledaños que se pudieron acercar".
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A menor escala
El operativo de vacunación es el mismo que en el Superdomo ya que las personas hacen fila, con el distanciamiento pertinente, ingresan y entregan sus documentos para que una persona llene su carné de vacunación.
En menos de 10 minutos ya se les colocó la vacuna y recibieron las indicaciones previstas si tuvieran algún malestar como fiebre o dolor de cuerpo. Antes de irse vuelven por su DNI y queda asentado en una planilla (cuyos datos también almacena la provincia) lo sucedido.
La única diferencia entre lo que sucede en el Jardín Botánico con los barrios es el despliegue porque hay menos personas a vacunar y los grupos son reducidos. En San Cayetano solo pasaban de a cinco personas porque era la capacidad que el lugar permitía.
Molina comentó las causas por las que se implementó esta modalidad: "Vimos que hay gente que no pudo anotarse en el CIDI (Ciudadano Digital) como lo pide la provincia para vacunarse, entonces el Estado municipal decidió ir a los barrios".
Además, agregó: "Este es el primer día en que estamos haciendo esta actividad donde los vecinos que han tenido algún tipo de problema para inscribirse están recibiendo esa primera dosis de la vacuna".
Molina destacó que también es fundamental el trabajo administrativo posterior a la vacunación.
Es diferente
Marcela hace más de 25 años que es enfermera y ha colocado miles de vacunas a lo largo de su frondosa carrera y reconoció que "el acto vacunatorio es un acto de prevención sumamente importante para todo tipo de enfermedades".
"La pandemia nos encontró primero sin vacunas pero desde que las tenemos es un rayito de esperanza para todos, para volver a una normalidad que perdimos", explicó.
Si bien todos los actos que hacen en nombre de la salud son particulares e importantes Marcela resumió cuales son las sensaciones cada vez que coloca una dosis: "Se siente diferente primero por el volumen que hay que vacunar, el trabajo que hay que hacer y no solamente es el acto vacunatorio sino el acto administrativo que existe posterior a la vacunación".