Las máscaras y el alcohol en gel producidos en Frontera llegaron al gobierno de Santa Fe
Una pyme de dos sanfrancisqueños se resistió a apagar las máquinas. Cuando el 20 de marzo cambió la vida de todos por el aislamiento obligatorio, Andrés Chávez y Gustavo Chiaraviglio planificaron cómo salir adelante y eso les abrió otras puertas.
Hace un año y medio, Andrés Chávez y Gustavo Chiaraviglio tenían en mente que su pyme revolucionaría el mercado de los bioplásticos. Toda esa idea fue germinando, pero como a muchos otros emprendimientos de repente todo se truncó cuando la pandemia llegó al país. Se ilusionaban con su primera gran venta exportadora pero dos días antes se canceló por el cierre progresivo de fronteras que hubo.
Los dos sanfrancisqueños que llevan adelante Neo Plast en Frontera entonces comenzaron a pensar qué hacer porque estar parados sin producir nada no era una opción, ya que intuían que el aislamiento seguiría mucho más tiempo que aquella primera y lejana meta del 31 de marzo.
Las cucharas y sorbetes biodegradables quedaron a un lado, con la materia prima lista para producir porque el mercado gastronómico del cual principalmente dependen es uno de los más afectados en esta crisis envolvente e interminable.
La
diagramación de un plan de producción que les diera rentabilidad, al menos para
subsistir, llevó varios días y recién al mes aproximadamente lograron salir a
este mercado del que conocen muy poco.
Esta es una situación que muchas empresas en el país atravesaron en este tiempo y que les permite continuar trabajando en nuevas líneas de producción buscando ganarle a la recesión. En el caso de estos dos sanfrancisqueños se volcaron a la producción del alcohol en sus distintas presentaciones además del gel y también las máscaras protectoras, e incluso dentro del mismo "pack" se ofrecen los tapabocas.
De a poco se les fueron abriendo los caminos y así sus máscaras llegaron ya a Buenos Aires y tienen preparado otro envío y la otra buena nueva fue la incorporación de esta firma a la lista de proveedores del gobierno de Santa Fe, llegando sus productos incluso hasta la ciudad de Rosario.
Barajar y dar de nuevo
La mano venía complicada cuando a punto de hacer su gran exportación después de un año de trabajo vieron que todo debía ser cancelado por los cierres de fronteras. El decreto del aislamiento obligatorio solo hizo acrecentar la incertidumbre.
Sin embargo, a pesar del golpe que para ellos fue "shockeante" tuvieron la lucidez suficiente para apostar a una nueva línea de comercialización, ya que predecían que "la situación iría para largo".
Mediante reuniones obtuvieron permisos, asesoramiento y apoyo del municipio de la ciudad de Frontera y también del farmacéutico Fabio Milanesio que los ayudó en la fabricación del alcohol en gel para que tuviera calidad en su fabricación.
"Pensamos
que podíamos hacer con la maquinaria que teníamos. Comenzamos a fabricar
alcohol en gel que es un elemento de primera necesidad y entramos en un área
que no era la nuestra. Con la sorbetera usamos la parte de los removedores para
fabricarlo - expresaron aLA VOZ DE SAN
JUSTO-. Pensamos que haciendo el alcohol tendríamos rápido el certificado,
pero nos encontramos con que no se puede hacer nada de ahora porque no están
trabajando los entes reguladores, y los plazos son más largos".
Sobre la producción dijeron que "las máscaras se pudieron realizar más rápido y después se le sumaron las muestras de alcohol". Los tapabocas se sumaron como parte de "un producto integral" que son elementos de primera necesidad sanitarios en auge en este momento entre las personas, comercios, fábricas, entre otros.
"Tuvimos buenas devoluciones de los productos, no sabemos si seguiremos después cuando esto termine con las máscaras, pero más adelante cuando finalice esto y vuelva a la normalidad el alcohol en gel lo agregaremos", finalizaron.
Para que la producción vuelva a la normalidad y el mercado del bioplástico se reactive todavía no hay una fecha cierta, mientras tanto los trámites están iniciados para expandir los sueños de estos emprendedores.