Preocupación en Santa Fe
Ladrones de vacas: alertan por pérdidas millonarias
Productores ganaderos del norte santafesino denuncian pérdidas de hasta un 10% por abigeato y exigen la creación de una fiscalía rural y mayor presencia policial para frenar los constantes robos de ganado.
Dos recientes operativos contra el abigeato en el norte santafesino permitieron recuperar más de 300 animales robados en distintos campos de la región. Sin embargo, productores agropecuarios advierten que estos casos representan solo una mínima parte del problema estructural que enfrentan.
Según datos relevados por entidades del agro, la provincia de Santa Fe acumula un promedio de 1.200 denuncias por abigeato al año. Muchas de ellas no prosperan en el ámbito judicial o policial, lo que impide recuperar la hacienda y deja a los damnificados sin respuestas.
En una reunión organizada por la Sociedad Rural de Vera, ganaderos del norte provincial expusieron la gravedad de la situación. Se estima que el robo de ganado representa hasta un 10% de pérdida en la producción total en los departamentos San Javier, San Cristóbal, San Justo, 9 de Julio, Vera y General Obligado, abarcando desde la ruta 39 hasta los límites con Chaco y Santiago del Estero.
“Generalmente se roban animales ya listos para la venta en remates. No es carne destinada al autoconsumo de quienes cometen el delito, sino parte de un circuito clandestino de comercialización”, explicaron los asistentes al encuentro.
Frente a esta situación, los productores volvieron a reclamar con urgencia la creación de una fiscalía especializada en delitos rurales y una Policía de Investigaciones (PDI) rural, que pueda actuar con mayor eficacia frente a una problemática que combina impunidad, logística criminal y falta de presencia del Estado en zonas clave.
Golpes recientes y antecedentes
Los dos casos que encendieron nuevamente la alarma ocurrieron en los departamentos San Cristóbal y Vera. En Huanqueros, un productor denunció el robo de 232 vacunos, mientras que en Fortín Olmos, casi en el límite con Chaco, fueron sustraídas 77 vaquillonas.
Sin embargo, el fenómeno no se limita al norte provincial. En el inicio del año, productores de la zona de islas frente a Coronda —sobre el río Paraná— denunciaron la venta de carne robada a través de redes sociales. El bajo patrullaje en esa zona contrastó con el accionar de Entre Ríos, que instaló un destacamento policial en jurisdicción de Diamante, logrando una reducción sostenida de este tipo de delitos.
En respuesta, la Policía de Santa Fe instaló un destacamento móvil sobre la costa. Pero, según los testimonios de productores, los controles duraron poco: “La casilla quedó vacía en cuestión de semanas”, señalaron.
Otro caso resonante ocurrió en el sur provincial. En el departamento Belgrano, un productor de Las Rosas denunció el robo de 1.500 cabezas de ganado en un campo de Montes de Oca. Las investigaciones derivaron en allanamientos en varios campos y la detención de tres personas de 22, 38 y 58 años.
“Muchos dudan en continuar”
La inseguridad rural también afecta a los campos del centro-oeste de la provincia. Leonardo Alassia, presidente de la Sociedad Rural de Rafaela, fue contundente: “Muchos productores están dudando en continuar con la actividad. El faenamiento, el robo de herramientas y el abigeato continúan sin freno y no hemos tenido prácticamente respuestas”.
Según Alassia, la falta de seguridad en el campo tiene consecuencias que van más allá de lo económico. “Los hijos de productores eligen otros caminos, se mudan a las ciudades, y así hay menos familias que quieran quedarse en el campo. Es una pérdida que también es social y cultural”.
Un pedido urgente
En los últimos años, la producción ganadera del norte santafesino ha demostrado ser clave para el desarrollo económico regional. Sin embargo, los productores denuncian que la falta de seguridad está poniendo en jaque la continuidad de muchas explotaciones familiares.
Los reclamos se centran en tres puntos concretos: creación de una fiscalía rural, mayor presencia policial en zonas críticas y acciones judiciales más ágiles para frenar la comercialización de carne robada.
A pesar de los operativos positivos y las promesas de mayor control, la percepción generalizada entre los productores es de abandono. “Los delincuentes saben que el campo está desprotegido y se aprovechan. Si no se toman medidas urgentes, esto se va a agravar”, señalaron desde la Sociedad Rural de Vera.