La UTN San Francisco vivió un regreso “muy intenso”

Dejando atrás la pandemia, la Facultad Regional experimentó una vuelta a las aulas con mucha actividad, incremento en el número de ingresantes y novedades en cuanto a la oferta educativa.
Luego de casi dos años de aulas vacías, el 2022 fue el año del regreso para la Facultad Regional San Francisco de la UTN, que volvió e incluso superó el nivel de actividad pre pandémica. "Había como un deseo contenido que se liberó y vivimos un año muy intenso", le comentó a LA VOZ DE SAN JUSTO su decano, Alberto Toloza.
La principal autoridad de la casa de estudios y la vicedecana Claudia Verino coincidieron en considerar que la facultad supo amoldarse a los tiempos transcurrirdos y que los desafíos futuros pasan por precisamente esa capacidad para afrontar nuevos contextos y demandas, con una realidad mucho más dinámica que la que nos tenía acostumbrados.
"Durante casi dos años nos pasamos gran parte del tiempo en ver cómo se resolvían las actividades para que hubiera una continuidad: había que anotar alumnos, dar clases, hacer expedientes de diplomas, actos de colación de grado, de inicios de clases. Todo dentro de un contexto muy particular. El 80% del tiempo lo pasamos buscando resolver situaciones para tener continuidad. El tiempo restante nos planteamos pensar en qué iba a pasar en el post-pandemia. Pensamos posibles escenarios, futuristas en algunos casos", explicó Toloza.
Y el escenario en realidad fue otro: "La realidad es que el regreso fue intenso, muy intenso diría yo. La presencialidad fue avanzando muy rápidamente, aunque una parte de la virtualidad quedó 'conectada'. Las aulas siguen preparadas para poder resolver situaciones donde no sea posible la presencialidad. Pero por otro lado se multiplicaron las actividades presenciales: el sistema estaba como contenido y se liberó de una manera muy fluida y dinámica. Volvieron los congresos, en lo presencial asistí en noviembre a uno que se realizó en México y de manera híbrida se realizaron actividades y jornadas. En resumen, el primer año postpandémico fue muy intenso".
Ingresos en aumento
Toloza reconoció que "a partir de la virtualidad nos acostumbramos a que se incrementaran y eclosionaran los ingresantes al sistema universitario. Concretamente en nuestra universidad, algunas carreras que están vinculadas a la tecnología han encontrado nuevos desafíos principalmente en cuanto a la demanda de empresas como las fintech y las relacionadas a la economía del conocimiento. Desde el Bitcoin hasta el Metaverso son factores nuevos que demandan capacidades especiales".
En ese sentido agregó que "la UTN en general ha sido concebida como un espacio de vinculación, de formación y de crecimiento profesional netamente presencial, con una infraestructura muy importante pensada para vincula a la universidad con las empresas. En algunos casos, dentro mismo de la universidad funcionan aceleradoras de startups, espacios relacionados con el emprendedurismo. En ese camino, durante estos años se ha visto un incremento, se ha despertado un interés en los jóvenes con respecto a las carreras vinculadas a la tecnología. La ciencia de datos, inteligencia artificial, robótica, todo enfocado a la aplicabilidad en los hechos cotidianos".
La denominada economía del conocimiento se hizo un concepto cada vez más presente y esto se tradujo en un cambio en el interés de quienes decidían o bien iniciar o tal vez cambiar de carrera. "Esto provocó que en la época de pandemia en la que se cerraron las puertas de las universidades se expandiera la idea de que en esos conocimientos está el futuro. Entonces, muchos chicos empezaron a inclinarse por la programación, por la informática y las ingenierías en términos generales".
Sin embargo, no todo es tan sencillos las carreras vinculadas a la tecnología, sobre todo las ingenierías requieren de una amplia base de conocimientos teóricos que significan una exigencia quizás superior a la esperada. "Luego de esa elección viene todo un contexto donde la enseñanza de la matemática, de la física, o en todo caso el aprendizaje de las ciencias básicas como nosotros las denominamos en nuestro proyecto curricular dificultan estas cuestiones. Siempre se da un incremento de preinscripciones, de búsqueda de información, y esto ha pasado prácticamente en toda la universidad argentina".
La aparición de nuevas tendencias
"Este incremento del uso de la tecnología hizo que aparezca una mayor oferta de carreras vinculadas con la tecnología que pretenden dar una solución a un corto plazo. Y las empresas tecnológicas también están inclinándose por esto: necesitan más y más rápido" aseguró Toloza.
Para ejemplificar contó que "en el congreso que participé recientemente en México estaban representantes de la empresa Huawei en Latinoamérica y otra de India. Ellos planteaban que el promedio de edad de sus empleados no superaba los 21 o 22 años. Entonces, hay un cambio muy importante en este tipo de nuevos trabajos. Por ejemplo: trabajar en el Metaverso es algo muy difícil de explicar y está demostrando ser un sistema volátil, dinámico y de alto índice de rotación. A esto lo están viendo los jóvenes, las empresas y también la universidad".
"Esto también trae otro fenómeno aparejado: ahora sucede mucho que los jóvenes prueban una carrera y ante el mínimo tropiezo cambian a otra. Antes existía más una idea de volver a intentarlo", agregó.
Hay, entonces, una necesidad cada vez más plausible de adecuación: "La universidad está en una etapa de adaptación, de adecuación de diseños curriculares porque hay una cuestión interna que es que las carreras largas nos muestran indicadores complicados. A nivel nacional, tenemos promedio de graduación de 8 a 9 años para una carrera que en los planes está planteada en 5. Como mínimo hay que admitir que hay un proceso lento, y que en ese lapso los estudiantes experimentan cambios, laborales por ejemplo, o forman familia. Esto también influye que en se incremente el promedio de graduación".
Los que retomaron
"Hubo otro efecto que fue que estos dos años hicieron que aquellos que habían pausado o dejado pendiente la finalización de sus estudios por cuestiones personales, familiares o de traslados a otros lugares, vieran la posibilidad de retomar la carrera. Entonces hubo un incremento tanto en ingresantes como en aquellos que retomaron los estudios", comentó el decano.
En ese retomar la universidad juega un papel importante, buscando, alentando y propiciando el regreso de estudiantes que por diferentes motivos habían dejado la carrera.
"Nosotros partimos de la idea de que la Universidad, el Estado y la sociedad han invertido recursos en la formación para recibir ese gran volumen de estudiantes que ingresan que generalmente es mayor que lo que el sistema podría tolerar. Esto pasa todos los inicios de año. Sabemos que después de los primeros años e inclusive en los últimos, ese porcentaje se reduce notablemente. Pero ese estudiante que por cualquier razón pausó sus estudios, ha incorporado mucha experiencia, compartió con otros estudiantes, con docentes, sumó conocimiento, ha realizado prácticas, se vinculó con la sociedad a través de ser estudiante universitario. Hay un mérito personal, un avance por parte del estudiante y un aporte por la parte institucional que tienen un valor. Entonces pareciera que si no se recibe no vale, pero sí hay un valor. Entonces la universidad atiende a esos casos para ofrecerles la posibilidad de ponerles un broche de oro a sus carreras" comentó el decano.
Verino, la primera vicedecana de la facultad
Este año de regreso a la "normalidad" fue para Claudia Verino también su primer año en el rol de vicedecana. Además de mostrarse satisfecha por ser la primera mujer en ocupar ese cargo, se mostró feliz por la experiencia adquirida.
"Fue mi primer año en este rol y para mí fue de mucho aprendizaje, y eso me pone muy contenta porque me gusta participar y progresar. Dentro de las tantas actividades que tuvimos, estuvimos en contacto con la Universidad Tecnológica Metropolitana de Chile tratando de organizar intercambios de docentes, de contenidos y de alumnos. Exploramos nuevos aprendizajes y nuevas formas de trabajar. También estamos trabajando hacia un nuevo objetivo que tiene que ver con la sustentabilidad. Este año comenzamos a dar los primeros pasos y el próximo queremos avanzar en este camino", comentó.
Además contó que "aquí en la universidad se creó una Comisión de Género que está integrada por referentes de la casa, como estudiantes, secretarias, graduadas, docentes. Participan de diferentes capacitaciones y actividades. Ahora vamos a realizar un curso con una formadora que nos va a capacitar en cuestiones de género. En el mes de noviembre se colocaron carteles en los pasillos de la facultad con diferentes mensajes y eso tuvo una gran aceptación".
En ese sentido destacaron la inauguración en septiembre del baño sin distinción de género, una iniciativa muy aplaudida no solo dentro de la familia universitaria sino también por toda la comunidad.
"Acompañamos las transformaciones de la sociedad y hoy la presencia de la mujer es muy importante en todos los niveles siendo que tradicionalmente la ingeniería era vista como un campo masculino", acotó Toloza.
Los "inquilinos del Proa"
Este regreso a la presencialidad trajo también caras nuevas para la casa de estudios. Es que, por una necesidad edilicia, la Esuela Proa en Biotecnología usó sus instalaciones dándole un toque especial a las mañanas y tardes de la UTN.
"La universidad abrió sus puertas ya con el Proa de programación para que los alumnos pudieran venir a hacer las prácticas de laboratorio aquí. Y ahora en el regreso de la presencialidad estaba la necesidad de esta escuela de Biotecnología y no dudamos en recibirlos. Cumplimos con el rol de entidad dedicada a la educación, para nosotros la Proa es un par, de distinto nivel, pero par al fin. Han sabido cuidar las instalaciones y creo que estos jóvenes que estuvieron estos meses en la universidad han andado un camino que seguramente les va a ayudar a tomar una decisión para el futuro", comentó Toloza.
UTN y Parque Industrial
Toloza hizo un párrafo especial para destacar la histórica relación que existe entre la facultad y diferentes instituciones de San Francisco, entre ellos, el Parque Industrial.
"La relación de la universidad tanto con el Parque Industrial, como con la Asociación de Industriales Metalúrgicos, la Cámara del Comercio Exterior es difícil de dividir. Cuesta particionar los roles porque siempre hubo un trabajo mancomunado. San Francisco es la ciudad industrial por excelencia de la provincia y también del país, porque hay transformación de materia prima y producción de máquinas y herramientas. El origen de la UTN hace 50 años se debió al planteo de industriales. Dentro del sector industrial se avanzó hacia la automatización, la robotización y la universidad siempre ha acompañado. Lo último en desarrollo es el Polo Científico Tecnológico donde vamos a compartir un núcleo que será el corazón del sistema productivo desde donde se emanará toda la aplicación de la tecnología", expresó.