La sanfrancisqueña que cumplió el sueño de subir al escenario con Los Piojos

Paola Nieva, vecina de San Francisco, vivió una experiencia inolvidable durante el recital que Los Piojos brindaron este fin de semana en Córdoba. Fanática de la banda desde hace años, logró cumplir uno de sus grandes deseos: subir al escenario junto a Ciro.

“Fui a ver a Los Piojos por no sé cuántas veces ya. En esta última, fue la tercera: fui a La Plata, al Cosquín y ahora, de nuevo”, relató Paola, aún con la emoción intacta. Y recordó que en el show anterior, en Cosquín, ya había ido con una máscara hecha por ella misma y dos amigas, Romy y Lucy, con quienes armó una mascara de “la pioja”, pero en aquella ocasión no logró llamar la atención de los músicos.

“Estuve adelante, pero no me llegaron a ver. Esta vez llevé la máscara un poco por llevarla, porque en realidad no pensaba ir adelante”, contó. Sin embargo, todo cambió en un instante. Paola fue al recital acompañada por sus familiares. Y fue su sobrina, de 16 años, quien la animó a acercarse al escenario: “Le pregunté si quería ir adelante y me dijo que sí. La tía no se resistió, así que fuimos las dos. Cuando arrancaron los primeros temas, empezamos a saltar hasta llegar adelante”.

En medio del show, ocurrió el primer gran momento.“Ciro miró hacia donde estaba yo. Tenía la máscara arriba de la cabeza y me la bajé. Ahí medio que sonrió. Después pasaron por adelante, estábamos casi pegadas a la valla. Él pasó, me agarró la máscara y se la puso a la bajista”. Pero lo que parecía una alegría se convirtió, por un instante, en angustia: “Se la llevaban con ellos y yo me quería morir, porque dije: ‘Listo, no me van a subir’. Ya era mi intención”, destacó.

Sin rendirse, le pidió a un integrante del staff que le devolviera la máscara. Y la suerte estuvo de su lado: se la trajeron de vuelta. Entonces, con el tema “Muévelo”, llegó el momento soñado. “Ciro empezó a llamar gente y yo estaba desesperada porque me eligiera. Me señaló con el láser, entonces los guardias me pasaron del otro lado de la valla y me hicieron subir, muy amablemente”, agregó.

Ya una vez en el escenario, Paola estaba cumpliendo un sueño y remarcó: “Me puse a bailar con todos los elegidos, que por lo general eran bastante jóvenes. Pero bueno, yo lo di todo. Fui extremadamente feliz. Me vienen pasando cosas muy locas, así que estoy agradecida con la vida”.

Al regresar a su lugar, los mensajes no paraban de llegarle: “Una cantidad impresionante de videos. Todos me decían: ‘¿Qué hacés ahí arriba?’. Nadie podía creerlo. Igual, el jueves anterior me había juntado con amigas y les dije que ese iba a ser el día y se dio”.