Buenos Aires
“La salud mental se la llevó”: habló la hermana de la mujer que mató a su familia en Villa Crespo

A una semana de la masacre que conmocionó al país, Nora Leguizamón rompió el silencio. Su hermana, Laura, asesinó a sus dos hijos y a su esposo antes de quitarse la vida. Reconoció que estaba enferma y pidió que el caso sirva para visibilizar los efectos del deterioro mental no tratado.
Pasaron siete días desde la tragedia de Villa Crespo que sacudió al país: Laura Leguizamón asesinó a su esposo y a sus dos hijos adolescentes en su departamento del barrio porteño y luego se quitó la vida. Ahora, su hermana Nora habló por primera vez públicamente y reveló detalles sobre el estado mental que atravesaba la mujer.
“Jamás imaginé que esto podía pasar”, dijo con la voz quebrada en una entrevista con Telefé Buenos Aires. “Ella era una persona hermosa y mi cuñado también. Las familias estamos devastadas”, agregó. Según Nora, Laura era “feliz, buena madre y buena amiga”, y nunca mostró señales claras de lo que ocurriría.
El hallazgo de los cuerpos, ocurrido el 21 de mayo, lo hizo la empleada doméstica que trabajaba en la casa familiar. Todo indica que Laura Leguizamón asesinó a su esposo y a sus dos hijos adolescentes y luego se quitó la vida. La principal hipótesis es que lo hizo atravesando un severo cuadro de salud mental.
“Esto me partió al medio”, expresó Nora, quien reconoció que los síntomas comenzaron hace aproximadamente un año. “Los médicos pensaron que era estrés, pero claramente estaba enferma”, explicó. Según su relato, Laura comenzó a manifestar ideas sin sentido, como pensar que iría presa sin motivo o que se quedaría sin trabajo.
“Era muy difícil que lo aceptara”, lamentó. La familia intentó acompañarla, pero el deterioro fue más profundo de lo que pudieron ver. “Me gustaría que esto sirva para que nadie más llegue a un lugar así. Yo tampoco vi la magnitud de lo que pasaba, y eso me duele todos los días”, sostuvo Nora.
Sobre el impacto emocional que dejó la tragedia, señaló: “Siento culpa. Uno piensa qué no pudimos ver, cómo no acompañamos más. Esto rompió todo, desintegró una familia hermosa”.
El caso reaviva el debate sobre la salud mental y la necesidad de una detección temprana y acompañamiento efectivo, en contextos donde el estigma y la negación dificultan que las personas accedan a ayuda antes de llegar a un punto sin retorno.
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