La salud empieza en el Intestino: cómo mantener equilibrada la microbiota

La microbiota está compuesta por bacterias buenas y malas. La alimentación es clave para mantenerla saludable. El doctor Gabriel Vinderola explica por qué el intestino es el órgano más importante del cuerpo, su relación con las enfermedades y cuáles son las claves para cuidarlo.
Por Isabel Fernández|LVSJ
El intestino es un órgano en nuestro cuerpo, con muchísimas funciones y relacionado con diversas enfermedades. Es un "mundo enorme" donde conviven bacterias buenas y malas que "entrenan" a las células del sistema inmunológico para defendernos de las enfermedades.
Esas bacterias forman lo que se llama la microbiota del intestino, que es fundamental mantener equilibrada, para estar saludable. ¿Cómo logramos eso?. La alimentación rica en fibras y variada, el buen descanso, no automedicarse, hacer gimnasia, sostener la lactancia y volver al parto vaginal, son cinco puntos clave.
"Se dice que la salud empieza en el intestino y hoy en día eso está más que comprobado. Es el órgano más importante del cuerpo porque condiciona a todos los otros y estar mal del intestino disminuye muchísimo la calidad de vida", aseguró en diálogo con LA VOZ DE SAN JUSTO el doctor Gabriel Vinderola, investigador principal del Conicet y profesor asociado de la Facultad de Ingeniería Química de la Universidad Nacional del Litoral.
Vinderola brindó una charla abierta y gratuita en la Tecnoteca de nuestra ciudad sobre "Microbiota Intestinal y Alimentos Fermentados: microorganismos para conocer y cuidar", una actividad organizada desde el grupo de nutricionistas de la ciudad, con el apoyo del Colegio de Nutricionistas de Córdoba y la Municipalidad de San Francisco.
- ¿Qué es la microbiota o la flora intestinal?
Uno come tres o cuatro veces por día y todo lo que come pasa por el intestino, se absorbe, pero antes se encuentra con una cantidad de microorganismos, bacterias, levaduras, hongos, virus y parásitos. En el intestino tenemos muchas más bacterias que personas hayan vivido en el mundo en la historia de la humanidad, muchas más bacterias que estrellas en el universo, es un mundo enorme. En ese mundo hay de todo, buenas y malas: tenemos bacterias que si las descuidamos nos pueden dar un cáncer de colon o una úlcera en el estómago. Es un ecosistema muy complejo donde hay microorganismos que sabemos que son malos, otros que sabemos que son buenos y la gran mayoría todavía no sabemos para qué sirven. Ahora lo llaman microbiota y lo que antes conocíamos como flora intestinal era menos del diez por ciento de todo lo que hay, durante mucho tiempo la ciencia no las conocía porque no las podía cultivar en medios de laboratorio, no se sabía cómo hacerlas crecer o qué necesitaban. Hay algunas bacterias que para crecer necesitan que otra esté cerca. Eso se redescubrió hace unos 20 años, ahora en vez de cultivar esas bacterias se lee el ADN, entonces con eso nos dimos cuenta que en el intestino tenemos miles de millones de microorganismos, también en la piel, en la mucosa de los ojos, el árbol respiratorio, en el tracto vaginal, en la glándula mamaria durante la lactancia. Estamos cubiertos de bacterias por fuera y por dentro. Tenemos más bacterias que células humanas.
- ¿El intestino está relacionado con muchas enfermedades? ¿Con cuáles?
Está relacionado con todas las enfermedades. En el intestino tenemos la mayor concentración de bacterias de nuestro cuerpo y también la mayor concentración de células inmunológicas. El 70% de las células inmunológicas están en el intestino. Las bacterias lo que hacen es "entrenar" a las células inmunológicas, les enseñan lo que se llama la tolerancia oral, a controlar la inflamación. Todas las enfermedades crónicas como la diabetes, sobrepeso, obesidad, asma, alergias, alergias alimentarias, cáncer, enfermedades neurodegenerativas como Parkinson, autismo, trastorno del déficit de atención, tienen en común que son patologías inflamatorias y esa inflamación empieza en el intestino cuando las bacterias no logran controlar al sistema inmunológico.
- ¿Siempre fue así, en todas las épocas?
Estas enfermedades crónicas que son inflamatorias son las que llamamos de la modernidad, porque antes no existían hace 400 años, porque comíamos diferente, nacíamos diferente todos por parto vaginal, tomaban leche materna que es clave porque la gran mayoría de las bacterias del intestino vienen de la leche materna y comían alimentos ricos en fibra. Nosotros cambiamos radicalmente la alimentación y los hábitos de vida que se suma al uso de medicamentos como antiácidos y antibióticos. Todo eso hizo que estas bacterias disminuyan en cantidad y en diversidad, dejando a un intestino sin entrenarse con un sistema inmunológico que tiene un entrenamiento y no logran controlar la inflamación que es de bajo grado, silenciosa hasta que se manifiesta en alguna enfermedad. A algunos les da diabetes, a otros, dermatitis atópica, una enfermedad neurodegenerativa, un cáncer. Aún no se sabe por qué esa inflación se va para un lado o para el otro, eso tendrá que ver con qué bacterias participan. Pero lo que sí se sabe que no controlar la inflamación en el intestino, tarde o temprano termina en alguna enfermedad.
- ¿Cuáles es la importancia de la alimentación para fortalecer la microbiota?
Una alimentación sana es fundamental para mantener equilibrada la microbiota, es el factor más importante. Esa pirámide alimentaria en la que nos hicieron creer que las harinas eran la base, no es así, porque las harinas no son la base de la alimentación, si lo son las legumbres, las frutas, las verduras, los cereales integrales, los frutos secos, entre otros. Por naturaleza somos omnívoros pero hemos cambiado totalmente la alimentación que tiene que incluir más fibras. Los edulcorantes y el exceso de azúcar también son peligrosos.
"Una alimentación
sana es fundamental para mantener equilibrada la microbiota", aseguró el doctor
Vinderola
- ¿Qué rol cumplen los lácteos o probióticos en el intestino?
Lácteos es una palabra muy general, entre ellos tenemos a la manteca, la ricota, el dulce de leche, el yogurt, que son muy diferentes. Entre los lácteos el yogurt natural es muy interesante porque tiene ácido láctico que ayuda a sedificar el intestino y las bacterias malas se mueren con la acidez. Existe muchísima evidencia que el yogurt natural ayuda a controlar la insulina, es antiinflamatorio y tiene muchos beneficios. La industria está tomando conocimiento de eso y elabora productos con estas características, pero el tema está en el consumidor que tiene que elegir bien, muchas veces al consumidor le ofrecemos un yogurt natural y otro endulzado, elige el endulzado. Esto es por la cultura y las costumbres, tiene que existir un cambio en la forma de alimentarnos que tiene que empezar desde antes del nacimiento. Hay que replantearse la alimentación para que seamos adultos que no busquemos tanto el dulce y si los gustos reales de los alimentos. A quien no le gusta el yogurt, puede elegir otros alimentos fermentados como las legumbres, verduras, frutas, kéfir.
Alimentos con fibra y más frutas y verduras ayudan a cuidar la microbiota
- ¿Cómo impactan los medicamentos?
Los medicamentos que impactan en el equilibrio intestinal son los antibióticos y los antiácidos. El antibiótico mata las bacterias malas pero también las buenas. Los antibióticos son necesarios porque salvan vidas, pero dejan secuelas. Entonces no hay que dejar de tomarlos si se necesitan para aliviar alguna enfermedad o infección, pero es importante tener un plan para minimizar el daño que causa en el intestino. Si es un bebé el que toma el antibiótico tendrá que consumir más leche materna, si es un adulto tendrá que consumir más frutas, verduras, probióticos. Hay sobreindicación y automedicación con los antibióticos y eso es peligroso por la resistencia al medicamento, por eso es importante ser responsables y buscar paliar el daño. En cuanto a los antiácidos, mucha gente los toma por las dudas y eso es muy peligroso porque el antiácido lo que hace es alterar el PH de acidez del intestino y causa que las bacterias que están en el colon se trasladen a crecer en el intestino delgado y no tienen que estar ahí, generando el sobre crecimiento bacteriano (sibo), causando gases.
- ¿Cuál es la relación del cerebro y las emociones y el estrés con el intestino?
Hay una conexión directa entre el cerebro y el intestino. El cerebro tiene neuronas, pero hay neuronas que salen del cerebro y llegan hasta el intestino, son como cablecitos que están conectados. Se llaman enteroneuronas que empiezan en el intestino y van como un paquete de cables por el nervio vago y llegan al cerebro. Nuestra alimentación impacta el estado de ánimo, en la capacidad de descansar, de concentrarnos, las emociones impactan en el intestino, es un camino de ida y vuelta: lo que pasa en el cerebro impacta en el intestino y viceversa. Una mala alimentación y no controlar la ansiedad y el estrés incrementa esos síntomas. Para controlar eso es importante recurrir a terapia psicológica, practicar meditación, además de alimentarse de manera saludable, practicar deporte y alejarse de las pantallas.
- Desde hace un tiempo preocupa el aumento de casos de cáncer de colon en los jóvenes ¿Cómo puede influir el desequilibrio de la microbiota en generarlo?
Actualmente los jóvenes tienen enfermedades de viejos, todas las enfermedades crónicas se anticiparon, el cáncer de colon también se adelantó en la edad. Hoy hay más gente joven que lo sufre y es por la alimentación y también el uso de antibióticos. Hay un grupo de bacterias que se llaman proteobacterias que son inflamatorias y una de esas se llama fusobacterium nucleatum, que es la responsable del cáncer de colon. Entonces una bacteria que está en baja cantidad, que está controlada por las que son buenas, si dejamos de comer fibras, las buenas disminuyen y estas bacterias peligrosas crecen causando pólipos que a los diez años se pueden convertir en cáncer de colon.
Cinco consejos
El doctor Vinderola detalló cinco consejos para cuidar la microbiota de nuestro intestino:
1- Promover el parto vaginal porque hace que los bebés tomen los lactobacilos que están en la vagina y se prepara mejor la microbiota. Los chicos que nacen por parto vaginal tienen mejor microbiota que los que nacen por cesárea, que están más predispuesto a todas las enfermedades crónicas.
2- Sostener la lactancia materna: menos del 50% de los chicos reciben teta hasta los seis meses.
3- La alimentación diversa, omnívora con frutas, verduras. Hay que ir más a la verdulería y elegir frutas y verduras de estación.
4- No automedicarse nunca.
5- Hacer actividad física y descansar.