La Ruta 19, una obra trascendental que comenzó a gestarse hace casi 100 años

La traza sigue siendo un gran nervio motor que une y moviliza a los numerosos pueblos que la flanquean a lo largo de sus 337 kilómetros de recorrido.
Desde que se inició la construcción de los puentes carreteros en la zona de Cañada Jeanmaire a fines de 1929, tratando de dejar transitable el camino de tierra entre Devoto y La Francia, y, por ende, a la ciudad de Córdoba y viceversa, los sanfrancisqueños comenzaron a ilusionarse con la construcción del futuro camino pavimentado entre Córdoba y Santa Fe.
En el otoño de 1932 llegó a San Francisco el ingeniero Francisco Carreras, del ministerio de Obras Públicas de la provincia de Córdoba, a fin de gestionar la cesión de los terrenos por donde pasaría el nuevo camino. Al año siguiente, se pusieron en marcha las obras básicas del tramo Montecristo-Río Primero, de lo que entonces era la Ruta Nacional Nº 18, años después se la llamó 19.
Los trabajos tomaron impulso, y a fines de 1934 estaban en ejecución.
El domingo 6 de setiembre de 1936, como parte de la programación del Cincuentenario de San Francisco, se descubrió un monolito recordatorio en la intersección del bulevar 25 de Mayo y avenida Urquiza. Ese día se celebraba la habilitación del tramo San Francisco-Devoto.
La ruta pavimentada entre Santa Fe y San Francisco fue habilitada al tránsito el 13 de enero de 1938, e inaugurada oficialmente la semana siguiente (sábado 22), en el transcurso de un multitudinario acto realizado en el cruce del camino interprovincial, con la asistencia del presidente de la Dirección Nacional de Vialidad, Justiniano Allende Posse; del vicegobernador de Córdoba, Alejandro Gallardo y del intendente municipal de San Francisco, Raúl G. Villafañe, entre otras personalidades. Esta magnífica obra vial fue habilitada en toda su extensión: Santa Fe-San Francisco-Córdoba, en agosto de 1939.
Desde entonces, la Ruta Nacional Nº 19 ha revalorizado con creces los motivos que apuntalaron su ejecución. Hoy por hoy, continúa siendo el gran nervio motor que une y moviliza a los numerosos pueblos que la flanquean, o que se ubican en sus cercanías, a lo largo de sus 337 kilómetros de recorrido.
El trazado mejoró con la construcción de la autovía Santa Fe-San Francisco, que duplica la cinta asfáltica de esta ruta desde Santo Tomé a San Francisco y ahora las autoridades confían que las obras no se detendrán hasta finalizar los tramos que restan para unir a nuestra ciudad con la capital provincial.