La ropa es más cara en Argentina, según la Cámara de la Indumentaria
De todos modos, la entidad aseguró que no es el único rubro con precios más altos que otros mercados del exterior.
El presidente de la Cámara Industrial Argentina de la Indumentaria (Ciai), Claudio Drescher, sostuvo que la ropa no es el único rubro en Argentina con precios más altos que otros mercados del exterior, aunque enumeró varias causas específicas que influyen en los costos del sector y relativizó el peso del factor salarial.
"Es más caro comprar ropa acá, como lo es todo. Lo mismo que pasa con los autos o con los medicamentos, para mencionar dos rubros que se corroboran fácilmente. El mismo coche de Volkswagen acá sale 35 por ciento más que en Estados Unidos, e igual sucede con un paracetamol: el genérico vale un 35 por ciento más", le dijo Drescher a Télam Tendencias.
Esta semana, Télam difundió una investigación basada en el precio de 31 productos básicos de comercio electrónico de la región, que incluyó ropa, calzado y accesorios identificados como femeninos, y que mostró a nuestro país como el más caro para armar un guardarropa básico, al punto que con lo que gasta una argentina para hacerlo una colombiana puede comprar el equivalente a dos.
Así, una latinoamericana promedio puede renovar su guardarropas con 31 productos básicos por poco más de 1.200 dólares, a un precio promedio de 38,75 por prenda, contra más de 1.600 dólares de una argentina, según el estudio de la plataforma de comercio electrónico Linio, a la que tuvo acceso Télam Tendencias.
Drescher, creador él mismo de la marca Jazmín Chebar, explicó la diferencia en varias causas, "para empezar un desfasaje severo con el tipo de cambio", que estimó en unos cinco pesos por dólar (26 por ciento), pero también la carga impositiva, desde un IVA del 21 por ciento hasta los Ingresos Brutos, pasando por el llamado Impuesto al Cheque.
A ello añadió problemas de logística, "porque los envíos significan un diferencial importante, y comparado con Estados Unidos el costo es cinco veces mayor", además de los costos financiero de la economía argentina, que en el caso de las tarjetas impone un pago de 2,35 por ciento a las tarjetas de crédito contra el 0,50 por ciento del mercado norteamericano.
"Como empresa pyme necesito capital, parte de ese capital es propio, pero otro se lo pido a los bancos. Todas las compañías se financian a través del sistema bancario. Un banco nos cobra 35 por ciento anual, mientras en otro país mucho menos", se lamentó el dirigente empresarial.
Sin embargo, en un contexto estructural "muy grave", Drescher aseguró que una solución "no pasa por cuestiones del salario.
"Pensar que un trabajador debe ganar menos es una canallada", enfatizó, aunque recordó que problemas parecidos pero en menor escala se sufren en Brasil.
"De todos modos, al comprar no todo es igual. La gente a veces piensa que el jean que pagó 12 dólares en el exterior es el mismo que vio acá por el equivalente a 100 dólares, y no es así. Depende del jean, de dónde y cómo fue hecho, del corte, de la tela. Hay jeans en Estados Unidos que salen 150 dólares o más. No es tan sencillo. Lo mismo ocurre con la gastronomía", concluyó.