La región vive “la doble”
Se trata de una tradición que, llegado diciembre, permite renovar el entusiasmo por el deporte de las bicicletas. Una saludable costumbre que no sabe de inclemencias climáticas ni de crisis económicas. Que se transforma en una atracción importante para visitantes de todo el país.
Luego de un comienzo distinto al de otros años concretado anoche en el Velódromo de Tiro y Gimnasia, se vive hoy en toda la región una nueva edición de la Doble San Francisco - Miramar, la tradicional competencia ciclística que reúne a los mejores exponentes de este deporte a nivel nacional y que acapara la atención de una importante afición, tanto en nuestra ciudad como en todas las localidades que atraviesa. Sin dudas será así puesto que una historia de medio siglo así lo atestigua.
La región toda vivirá nuevamente "la doble". Una tradición que, llegado diciembre, permite renovar el entusiasmo por el deporte de las bicicletas. Una saludable costumbre que no sabe de inclemencias climáticas ni de crisis económicas. Que se transforma en una atracción importante para visitantes de todo el país, la mayoría aficionados al ciclismo. Que es una oportunidad inmejorable para mostrar el potencial de la zona y las bondades paisajísticas y turísticas de Miramar, la localidad ubicada en la ribera de nuestro Mar de Ansenuza.
No ha sido sencillo organizar esta edición de la Doble San Francisco - Miramar. El contexto recesivo e inflacionario de la economía impide que puedan hacerse proyecciones. Sin embargo, todas las dificultades son salvadas con el trabajo ímprobo de los miembros del Club Tiro y Gimnasia de nuestra ciudad y el aporte invalorable de municipios, clubes y empresas que colaboran para que la competencia sea sustentable en materia de números. Así también, la presencia de decenas de voluntarios permitirá vivir otra vez dos jornadas históricas para el deporte de las dos ruedas.
Como siempre, salvo alguna excepción, los principales exponentes del ciclismo nacional estarán presentes. El historial de los ganadores atestigua que "la doble" es una carrera tradicional que todos los líderes en el ciclismo nacional quieren tener en su palmarés. Porque es una tradición y porque su recorrido es desafiante. Ganar una de las competencias ciclísticas más antiguas del país puede significar la coronación de una trayectoria o el lanzamiento hacia nuevos horizontes para los esforzados competidores, verdaderos protagonistas de un espectáculo único.
La región está, como cada diciembre, frente a la reiteración de una exhibición deportiva de magnitud nacional. Hace algunos años, en esta columna, se sostuvo que "los valores del sacrificio, la voluntad, la participación y el esfuerzo se hacen presentes en cada uno de los competidores. Por ello, también "la doble" puede ser un acontecimiento que eduque. Las nuevas generaciones, con su habilidad para captar mensajes, pueden observar el paso de los ciclistas y obtener enseñanzas sobre lo duro que resulta el deporte y lo que cuesta el éxito en todas las facetas de la vida".
De eso se trata. De vivir "la doble". De aprender y conocer acerca de historias de esfuerzo. De vibrar con un sprint. De reconocer el talento y la constancia. La presencia de la gente a la vera de la ruta es la constatación de que estamos frente a un fenómeno que excede el marco deportivo. La Doble San Francisco - Miramar es mucho más que una carrera de bicicletas.