“La justicia cordobesa está a la atura de las demandas de la sociedad”
Así lo afirmó el juez Guillermo Rabino, que preside la Cámara del Crimen de San Francisco, e indicó que los delitos relacionados con la violencia familiar y el narcomenudeo recargaron el trabajo en el recinto.
La justicia penal de San Francisco superó los 300 juicios en el corriente año, promediando 45 audiencias mensuales, con picos en mayo, cuando ingresaron a la Cámara del Crimen más causas que días hábiles tenía el mes.
"El balance ha sido positivo". Así lo expresó el vocal Guillermo Rabino respecto de la cantidad de juicios y conforme a estadísticas elaboradas desde la Cámara, que arrojan que en lo que va de 2019 emitió 359 sentencias y en todo el año pasado, 558.
Sobre lo que ha recargado a la Cámara del Crimen, puntualmente, mencionó dos tipos de delitos: los referidos a violencia familiar, de género, y los que tiene que ver con narcomenudeo.
Rabino lleva 32 años trabajando en el Poder Judicial y es vocal de la Cámara del Crimen de la Quinta Circunscripción Judicial desde 2017, la que preside. Comparte la magistratura junto a sus colegas Claudio Requena y Alejandro Acuña. Comenzó como empleado también en el área penal, luego fue secretario, asesor letrado, fiscal y juez de Control.
Con relación a los ilícitos de violencia de género, Rabino sostiene que tanto la toma de conciencia como la información disponible hicieron que se visibilizara la problemática, que la gente se anime a denunciar muchos más hechos.
En esta dirección, Rabino dijo que se trabaja con perspectiva de género y que se capacitan "constantemente".
"Hoy la justicia está dando una respuesta más atenta y más eficiente que años atrás", aseguró.
-¿Qué balance hace de los actuado en la Cámara del Crimen?
El balance ha sido positivo. Justicia es una palabra muy grande. En la Argentina está divida por provincias y la justicia federal. A veces, la precepción de la sociedad se maneja en el ámbito de la justicia nacional, puntualmente de la provincia de Buenos Aires. En tanto es diferente a la que tenemos en Córdoba y en cada provincia. Entonces, tal vez se generaliza demasiado. Somos distintos subpoderes judiciales dentro del Poder Judicial, cada uno tratando de responder a la necesidad de la gente de una respuesta a un conflicto penal.
Recibimos causas de las cuatro fiscalías y de la Fiscalía Antinarcotráfico y de las tres de la zona (Morteros, Las Varillas y Arroyito). A lo largo de los últimos años, hay un incremento de los delitos que se traducen en más causas penales. La Cámara del Crimen de San Francisco es un de las que más causas recibe en el interior provincial, se equipara a las dos cámaras que posee Ro Cuarto, por ejemplo.
-¿El incremento se da porque hay más delitos o más trabajo de las fiscalías en su política criminal? Son muchos los juicios a los que se llega con presos.
Los fiscales trabajan mucho y elevan muchas causas a juicio. Para determinar la realización del juicio se prioriza si en el proceso hay una persona detenida - si es inocente o es culpable- o si se trata de un delito considerado de los más graves coma abuso sexual, violencia de género. También se considera si hay un querellante particular en la causa.
En mayo, por ejemplo, entraron a esta Cámara más causas que días hábiles tiene el mes. O sea que ni siquiera haciendo un juicio por día llegábamos. En tanto, hay juicios de forma diaria, a veces, abreviados, otros son juicos con jurados populares. Si una causa es compleja, actuamos los tres jueces, pero en la mayoría de los casos, con el objetivo de agilizar y acotar tiempos, se llevan a cabo audiencias unipersonales, es decir, con un solo juez.
-Podría decirse que es una Cámara recargada...
El crimen es un delito que existió siempre. En el ámbito de la provincia de Córdoba se le ha dado a la justicia competencia en la lucha contra el narcomenudeo -"kioscos" de droga- que antes estaba a cargo de la Justicia Federal. Eso hizo que se sumaran más causas, pero también influyó el tema de la violencia de género Hoy, el empoderamiento de la mujer hizo que se incrementaran las denuncias, porque se animan a denunciar y la justicia está dando una respuesta más atenta y más eficiente que años atrás.
-¿Existe mayor capacitación en perspectiva de género?
El Tribunal Superior de Justicia (TSJ), especialmente una de sus exvocales, María Cafure De Batistelli, le dio mucha importancia a la capacitación en materia de género, incluso mucho antes de que tomara tanta trascendencia el tema. Durante su función, entre otras iniciativas, participó de la creación de la Oficina de la Mujer. Actualmente, cono los otros poderes de la provincia de Córdoba, el judicial comenzó a recibir capacitación en género y violencia contra las mujeres, tal como lo establece la "Ley Micaela", aprobada por el Senado de la Nación en diciembre pasado. Podemos decir que hoy la justicia cordobesa está a la atura de las demandas de la sociedad. Es un trabajo que llevará muchísimo tiempo pero que se está haciendo en forma constante.
-¿Los cambios se hacen desde los hechos hacia las leyes?
La ley se va adaptado a la realidad social, pero a veces desborda las leyes. En el mientras tanto, trabajamos con la leyes que están, otras veces, ls reclamos de la sociedad provocan modificaciones. Las leyes sobre los delitos penales no están tan desactualizadas, quizás falta actualización de algunas cuestiones en cuanto a los procedimientos, que regulan los pasos que tramita un juicio, ahí tal vez algunos cambios podrían allanar el camino para una justicia más rápida y eficiente. Pero eso está en proceso, hay un proyecto de refirma hacia una administración más ágil de justicia.
-El juicio se hace, pero muchas veces un sector de la sociedad no queda conforme con la condena.
Para resolver una condena primero hay que tener pruebas sobre el hecho. Luego de qué delito se trata y ahí es donde el Código Penal establece un mínimo y un máximo, ¿cómo nos movemos en esos términos? Las pautas las va modificando el TSJ a través de sus fallos que dicen que los jueces tenemos libertad de movernos en esa escala pero siempre teniendo en cuenta los atenuantes y los agravantes. Se consideran distintos parámetros para ir graduando la pena. Muchas veces los jueces para fijar una condena, a parte de la ley, tenemos limitaciones en cuanto a si fue un juicio abreviado, o sea, el imputado acuerda la pena con el fiscal, con esto se busca avanzar en la resolución de causas. En esos casos, ese será el límite y facultades que tenemos los jueces para aplicar una pena. Otro límite es cuando el fiscal pide que la persona sea absuelta. Entonces, si no hay acusación, no hay condena.
-¿Cuáles son los desafíos de la justicia hacia adelante?
Creo que tenemos una deuda de tiempo, que se acorten los procesos. No obstante, creo que se están haciendo muchísimas cosas para mejorar el sistema judicial. Hay avances importantes. Estamos tratando de despapelizar el sistema y tratar de hacer a la Justicia menos burocrática. Por ejemplo, en la Cámara del Crimen de San Francisco se creó un sitio web para que toda la sociedad tenga acceso a la información sobre los juicios. (https://camara-en-lo-criminal-y-correccional-de-san-francisco-cba-arg.webnode.es/)
Otra decisión importante fue la adopción de la figura del jurado popular, un aporte muy positivo para esa apertura de la justicia hacia la sociedad. La experiencia de Córdoba fue tan buena que se replicó en otras provincias.