La Iglesia recurrirá a los diáconos casados para aliviar la falta de sacerdotes
El obispo Sergio Buenanueva aseguró que "está tomada la decisión" de establecer diáconos permanentes, medida que se pensó en los '90 pero que se concretará en los próximos años.
La Iglesia católica afronta un problema de escasez de sacerdotes que en algunos casos, deja a pueblos o templos sin párroco propio, una situación que la diócesis de San Francisco intentan paliar con la ayuda de diáconos.
Estos son ordenados en una ceremonia muy similar a la de ordenación de los sacerdotes, y que tienen autoridad para realizan muchas de las funciones de estos, salvo confesar, ordenar sacerdotes, impartir la confirmación o presidir la Eucaristía.
De esta manera, la diócesis local inició el camino hacia la implementación de la figura de los diáconos permanentes en la jerarquía de la Iglesia, entre quienes podrán incorporarse a hombres casados.
Para ello, la semana pasada se llevó a cabo una reunión del presbiterio diocesano, presidida por el obispo Sergio Buenanueva para analizar la puesta en marcha de esta medida que sin dudas va a generar un verdadero cambio en la Iglesia diocesana.
No obstante, para que estos diáconos permanentes puedan finalmente desempeñar sus funciones, deberán pasar previamente por un proceso de formación que demandaría entre cinco a seis años. Una vez concluida esta formación, podrán verse en acción estos fieles en las acciones que lleve a cabo la Iglesia Católica en la diócesis.
Podrán estar casados
El obispo Buenanueva explicó a LA VOZ DE SAN JUSTO que "cuando se ordena un diácono, esa persona pasa a formar parte del clero. El concilio introdujo la figura del diácono como un ministerio permanente en la vida de la Iglesia porque hasta ese momento, las personas que recibían el diaconado lo hacían como un grado hacia el sacerdocio. La figura del diaconado permanente introduce la novedad de la posibilidad de ordenar hombres casados para esa función. Esto es algo que muchas diócesis en la Argentina llevaron adelante. Nuestra diócesis comenzó a analizarlo en los años '90 luego de lo cual se dejó de lado y ahora lo hemos retomado, para ello, la semana pasada los sacerdotes estuvimos reunidos analizando lo que significa el desafío de incorporar esta figura a la vida cotidiana de nuestras comunidades y hemos resuelto dar los pasos que sean necesarios en este sentido".
Tras asegurar que "está tomada la decisión" de establecer diáconos permanentes en la diócesis de San Francisco, el obispo explicó que "habrá que identificar los posibles candidatos, hacer un discernimiento vocacional y en unos años esperamos poder ordenar a los primeros diáconos permanentes que seguramente serán hombres casados".
El rol del diácono
El obispo definió la figura del diácono como "aquel que hace visible el rostro de Cristo como servidor en la comunidad cristiana" mientras que entre las funciones de esta figura "no son diferentes a las que pueden hacer los laicos hoy con las debidas autorizaciones" entre las cuales se cuentan leer el Evangelio, predicar, bautizar, presidir las exequias e impartir matrimonio" mientras que no puede "confesar, ordenar sacerdotes, impartir la confirmación o presidir la Eucaristía que son sacramentos reservados a los sacerdotes y obispos".
Además, Buenanueva dijo que "un ámbito muy importante de los diáconos tiene que ver con la caridad y la administración de los bienes de la Iglesia, al servicio de los pobres hoy expresado en la pastoral social".
Los primeros, en cinco años
"Estamos dando los primeros pasos" en torno a la implementación de los diáconos permanentes y para eso "estamos pensando en el camino formativo porque es formar hombres casados que están en actividad o trabajo civil en una diócesis básicamente rural como esta donde no hay un centro de formación por lo cual habrá que repartir las instancias formativas. Calculo que como mínimo deberán transcurrir entre cinco y seis años para tener los primeros candidatos formados. De todas maneras es un camino que se inicia y estamos con mucha alegría al respecto", insistió el religioso.
Si bien el estado civil no influye en la persona respecto de la posibilidad de ordenarse como diácono permanente, el obispo dijo que "lo normal apunta a contar con personas casadas. En la diócesis de Mendoza hay más de 70 diáconos permanentes dentro de los cuales hay uno solo soltero y los demás son todos casados", ejemplificó.