La hora gloriosa de Pepe Tranquilli

Gritá ese gol como lo hizo Mario en 2013, emocionate como él cuando Aróstegui llevó al ascenso a Sportivo Belgrano, hacelo porque ese relator histórico se retira.
Por Ivana Acosta | LVSJ
¿Cómo que Pepe Tranquilli no relata más? Y sí, señora, señor, familias, Mario colgó el micrófono de AM 1050 donde tantos años le puso voz a las transmisiones de Sportivo Belgrano no porque no tuviera ganas, al contrario, es una cuestión de humildad como la que siempre lo envolvió al llegar a la cancha o en las calles. Ha llegado su hora más gloriosa, como en su momento le pasó a Juan Manuel Aróstegui en 2013 y él estuvo ahí para relatar el tanto más importante en la historia de la institución y su vida.
La última recorrida como relator histórico de las campañas de Sportivo Belgrano para la radio lo llevó a ese estadio y cabina donde ahora se despedirá a lo grande. No será la última vez que esté en la cancha, pero sí no habrá más oportunidades de encender la radio, fijarse que esté bien el dial y escuchar la cortina que lo presente. Por eso, su latiguillo preferido de "Pasa la vida y el tiempo no se queda quieto", retrata perfectamente la disolución de la sociedad que Mario mantuvo con el micrófono de la radio durante tres décadas.
Pepe cambia la cabina por la butaca para ir a la cancha. (Fotografías y video: Emiliano Lavezzini | LVSJ)
Parado frente al vidrio de la cancha, mirando hacia todos los ángulos mientras el equipo se prepara para el partido de este domingo, ahí comenzó a recordar su carrera de treinta y pico de años relatando al club de la ciudad.
En su memoria recuerda emocionado cuál fue el instante más memorable que vivió como hincha fuera de la radio: "El mejor momento lo viví con mi papá, cuando Sportivo asciende en el año '79 en la cancha de Presidente Roca, compartirlo con él fue lo mejor". Su padre nunca lo escuchó relatar, se fue a sintonizar la radio a otro plano mucho antes de que él alzara el micrófono por primera vez, pero Pepe siempre lo tuvo presente al inicio de cada transmisión eligiéndolo como su guía predilecto.
"El mejor momento lo viví con mi papá, cuando Sportivo asciende en el '79 en la cancha de Presidente Roca", recordó.
La voz de la radio
Don Pepe (de quien heredó el apodo) tampoco vio cómo relató Mario por primera vez a Sportivo Belgrano frente a Sportivo Suardi en el ex "Oscar C. Boero", ese día expresó que sentía miedo, temor y todos los nervios del mundo.
Allí comenzó su derrotero como relator. "Ahora tengo 58 años y empecé a los 25. Arranqué en FM Contacto porque un amigo me sedujo, hicimos muchos partidos de Liga Amateur, Baby Fútbol junto a Ricardo Martino. Después fallece Víctor Faya y Claudio Faya me viene a buscar para que relate y haga dupla con Gustavo Scocco", contó con delicadeza.
Sutil y humilde agregó que ese momento "fue de muchísima responsabilidad" porque uno de los últimos relatores que cree había estado en la vieja 1440 era Raúl Oscar Videla que relataba muy bien no solo fútbol sino también boxeo y básquet. La vara entonces estaba alta y él llegaba con su vocabulario infinito, con prestancia en la voz como en su forma de conducirse en la vida y a la gente le gustó tanto que se encariñó de una forma inexplicable.
"Comencé a hacer dupla con Gustavo (Scocco) y transmitimos juntos hasta partidos por Eliminatorias, a Sportivo con River en Catamarca y seguimos siempre la campaña. Por eso yo digo que soy un agradecido por haber conocido lugares y canchas con Sportivo todos los años, algo que siempre hizo la radio", describió emocionado en entrevista con LA VOZ DE SAN JUSTO.
Gloria
Cuando se largó a relatar Mario lo hizo con absoluta naturalidad, tenía ese cosquilleo interno que marcó siempre su camino. Es un enamorado del fútbol en general, algo crucial para cualquiera que cuenta un partido, aun con esos sentimientos sus palabras siempre fueron acertadas, siempre relató igual, no importaba si era un partido de los que no querés que terminen o de esos que son soporíferos (como los llamó él) y quisieras ver de espalda.
"Miro B Nacional y Primera División, siempre me apasionó y me sigue apasionando, lo vivo a mi manera. Es la metáfora de la vida donde uno ve historias detrás del fútbol, aunque sean cosas que no quiera ni mirar", señaló sobre sus predilecciones fuera del aire.
A lo largo de tres décadas, los relatos le trajeron alegrías inmensas, muchas más de las pálidas, con Sportivo Belgrano relató penurias marcadas por injusticias o descensos, pero también momentos de algarabía e históricos. Su hora más gloriosa coincidió con la de Aróstegui ya que considera que el gol del ascenso a la B Nacional fue su mejor narración radial, como si fuera la cumbre del Aconcagua.
Garganta poderosa
Como todos y todas en la ciudad, aquella jornada lo tenía inquieto, preparó su garganta con mucho optimismo, sin olvidarse del contexto en el que la verde jugaba. Sobre aquella memorable tarde dijo: "Fue un relato donde uno en el día venía maquinando desde temprano todo lo que ocurrió en Tandil, cuando le anularon dos goles de una forma ilícita, eso se vio también en la cancha donde nunca vi tanta gente de todos los años que vengo a ver Sportivo durante décadas".
Ese día de invierno había un sol resplandeciente que parecía vaticinar el contraste del frío gol de Román Estrada y el calor que da gritar un gol, más si es de ascenso. Para ubicarse en tiempo y espacio hay que decir que la cabina de la radio está en el ángulo opuesto adonde Fernando Zampedri agarró la pelota cuando el partido moría y Pedro Argañaraz pitó penal.
El solo hecho de ver que se marcaba la falta y con el marcador 1 a 0 en contra para Sportivo, hizo que todos se levantaran sobresaltados. Para los de San Francisco les bastaba con empatar porque la ventaja que los había hecho definir de local también lo podría empujarlos al ascenso en esos momentos.
En esos instantes Pepe estaba con el micrófono ante una responsabilidad tan grande como la de Aróstegui. Mientras Juan Manuel se paraba al frente del punto del penal, Mario tomaba fuerte el micrófono en la mano y ahí sintió en su interior que ambos estaban condenados a la gloria.
Hora de ceder el micrófono
Ahora, casi 9 años después de ese instante sintió que esa vista no era la misma lo cual influyó en el retiro: "Esta fue una decisión que tomé cuando quizás el golpe de vista no era el mejor o en partidos a la noche ya me costaba y tomé la decisión. Generalmente las despedidas son sinónimo de tristeza, acá es todo lo contrario porque lo hago pensando que es lo mejor, estoy dándole paso a las nuevas generaciones". En este sentido, no tuvo más que palabras de elogios para su sucesor: "La reposición va a ser muy buena, está Leandro Gottardi que relata y tiene un futuro enorme".
Entonces... ¿para Pepe qué se viene? Riéndose, aseguró: "Ahora voy a venir a ver Sportivo sentado en una butaca y sufrir también. Sportivo está mi corazón desde hace tantísimos años, desde que mi padre me acompañaba y veníamos juntos a la cancha detrás de un arco con las tribunas de madera" (en el lateral que da a Av. Rosario de Santa Fe).
En toda esta trayectoria de treinta y pico de años Mario siempre tuvo un guía especial que es su viejo y tal como le enseñó trabajó siempre con gran sencillez y simplicidad, por eso le dedicó su frase final acerca de qué le diría: "Le diría muchas gracias, me diste siempre toda la fuerza, voluntad y entusiasmo, la línea de conducta y le diría también que me espere".
Pepe, vaya que ha pasado el tiempo, has visto a muchos periodistas pasar por alrededor tuyo y vos siempre estuviste ahí con una palabra de aliento, nos preguntaste si una nota no era mucho antes de ir a la cancha y no, es bien poco.