La historia de Verónica: vivir con endometriosis, el dolor de parto en cada menstruación

La llaman la enfermedad del silencio, porque casi nadie habla sobre ella y tiene serias consecuencias en la salud femenina. La endometriosis es una patología ginecológica crónica, no tiene cura, es benigna y sus causas aún son un misterio. Verónica Martina tiene 36 años y relata como es convivir con esta enfermedad
La endometriosis se produce porque el endometrio, que es la membrana que recubre la cavidad del útero, crece en otros lugares del organismo causando dolor intenso durante la menstruación, además de otros síntomas -físicos y emocionales- que afectan la calidad de vida de la mujer que la sufre. Entre las consecuencias también produce infertilidad.
Actualmente, en cuanto al tratamiento la medicina brinda dos soluciones: tomar pastillas anticonceptivas o cirugía.
Verónica Martina tiene 36 años y convive desde los 18 con la endometriosis. A raíz de la enfermedad pasó por muchos problemas de salud, perdió dos embarazos, después no lograba volver a quedar embarazada y tuvo que someterse a una cirugía.
La señales físicas y emocionales
Hace tres años, "milagrosamente", según le dijeron los médicos, quedó embarazada naturalmente y hoy agradece tener a su pequeña Camila.
Mientras tanto, continúa el tratamiento y tiene controlada la enfermedad, aunque dos veces al año debe realizarse estudios para seguir la evolución.
"Es como el dolor de un parto, una enfermedad terrible, tenía mis períodos con mucho dolor y estaba muy nerviosa, con ataques de pánico. Tenía dispaurenia -dolor en las relaciones sexuales-, también sentía dolor al ir al baño. Los dos primeros días de la menstruación vivía en cama, no me podía levantar, me bajaba la presión", aseguró Verónica en diálogo con LA VOZ DE SAN JUSTO.
Agregó que "emocionalmente es muy impactante, los cambios de humor son terribles, a veces el entorno no lo entiende o cree que una inventa. Afortunadamente tuve el apoyo incondicional de mi familia y no tuve problemas en los lugares de trabajo".
Verónica advirtió: "No es normal que la menstruación duela mucho, por eso el dolor fuerte es uno de los principales, también la ansiedad, el pánico, la fatiga".
Al respecto, remarcó que se debe "hablar más sobre la enfermedad, es importante que las mujeres se hagan el análisis que puede ayudar a prevenir. A las mujeres que viven con endometriosis y no fueron mamá todavía les digo que no pierdan la fe, porque creo que si tienen que tener un hijo de alguna forma llega, ya sea por la ciencia o naturalmente"
"Actualmente tengo la endometriosis controlada, sigo el tratamiento con pastillas y me hago exámenes cada seis meses", dijo.
"Es como el dolor de un parto, una enfermedad terrible, tenía mis períodos con mucho dolor y estaba muy nerviosa, con ataques de pánico... Emocionalmente es muy impactante, los cambios de humor son terribles, a veces el entorno no lo entiende o cree que una inventa. Afortunadamente tuve el apoyo incondicional de mi familia y no tuve problemas en los lugares de trabajo".
Un largo camino
Al relatar cómo comenzó a manifestarse la endometriosis en su vida, Verónica recordó que a los 18 años "perdí un bebé y no hubo explicaciones, años más tarde empecé con ataques de pánico y consulté con un cardiólogo, me hice estudios y en el corazón no tenía nada, pero el especialista me recomendó que consultara para descartar algún problema hormonal, aunque siempre consultaba al especialista en ginecología y no tenía problemas".
"Entonces, me indicaron que me realizara el análisis CA-125 que se utiliza para detectar la endometriosis, me hicieron una ecografía transvaginal y ahí la descubrieron", afirmó.
Agregó que después del diagnóstico "me derivaron a Córdoba con una médica especialista donde me operaron mediante una laparoscopía. Después de la operación me dijeron que no pudieron sacar toda la endometriosis porque hacía mucho tiempo que la tenía, a los 18 años ya estaba, y había una parte que tocaba el conducto de la vejiga al riñón y era muy peligroso".
"Había intentado casi seis años quedar embarazada y no podía, después de la operación, quedé embarazada pero perdí el bebé, el cuerpo lo rechazaba porque tengo sangre Rh (-) y el padre era positivo, además en el primer embarazo no me pusieron la inyección para eliminar los anticuerpos. Después de eso, decidí no buscar más el embarazo y seguí el tratamiento con pastillas, volvió la endometriosis y yo no quería pasar nuevamente por una operación", comentó.
En medio del dolor, el milagro
Después de tanto sufrimiento, llegó el milagro para ella. "No menstruaba, pensé que era por la endometriosis porque siempre tenía irregularidades, pero cuando fui al médico y me hicieron una ecografía descubrí que estaba embarazada, así fue como tengo a mi hija Camila", afirmó.
Remarcó emocionada: "Fue un milagro porque en Córdoba me habían dicho que era muy difícil que pueda ser mamá. Quedé embarazada naturalmente, no lo podía creer y tenía mucho miedo de pasar nuevamente por otra pérdida".
"Me dieron vitaminas, ácido fólico y pase gran parte del embarazo en reposo, me controlaba cada quince días, fue un embarazo muy controlado. Agradezco a Dios que me dio la posibilidad de tener a mi hija", finalizó.
Hablar de endometriosis: informarse y no generalizar El endometrio es la membrana que recubre
la cavidad del útero, cuando crece en lugares afuera del mismo produce la
endometriosis. Los síntomas son: dolor pélvico intenso, menstruación dolorosa (dismenorrea),
esterilidad, dolor con relaciones sexuales y otros síntomas no ginecológico
como trastornos intestinales, cansancio, nerviosismo, etc. La médica especialista en ginecología y
obstetricia, Silvina Marchisio (MP-29462; ME-11485) advirtió que la endometriosis
"si comienza con las primeras menstruaciones, aumenta progresivamente y así con
paso de los años deteriora el aparato reproductor femenino". "Una de las consecuencias a largo plazo
es la esterilidad por afectación de las trompas de Falopio, aunque esto no
sucede en todos los casos por lo que la mujer si puede quedar embarazada",
afirmó la doctora. Amplió que en ese caso "el embarazo que
produce la quietud cíclica del endometrio contribuye a disminuir los síntomas y
el avance enfermedad, la menopausia es otro evento fisiológico que aquieta la
enfermedad". En cuanto al diagnóstico y tratamiento
Marchisio afirmó: "La laparoscopia es la herramienta más efectiva para diagnóstico
certero y con esta misma vía quirúrgica pueden resolverse quistes endometriósicos
y adherencias". "El tratamiento depende si la paciente
desea o no embarazo. Si no lo desea se indican tratamientos médicos dedicados a
prevenir los mecanismos básicos de producción de la enfermedad o sea menstruación
y ovulación con preparados hormonales específicos", explicó. Por otro lado, la doctora Marchisio se
refirió a las consecuencias emocionales y a la tendencia que existe en
generalizar en torno a la enfermedad debido al desconocimiento. "Es habitual
encontrar una tendencia en las personas a comparar y generalizar lo que se ha
conocido de la enfermedad de una mujer a otra. Esto puede dar lugar a
situaciones en las que se realiza una interpretación errónea de la situación
real en la que se encuentra la mujer", advirtió. Aseguró que esa situación "puede provocar
que mujeres con una endometriosis grave y con serias limitaciones en su vida
escuchen comentarios como 'pero esta enfermedad no es grave, yo conozco a
fulanita, le quitaron un quiste y hace vida normal, tiene hijos.. tampoco es
para tanto..', lo que podrá ser vivido por la mujer como una negación,
desvalorización e incomprensión de su situación". Agregó: "También hay mujeres con una
endometriosis asintomática, que les permite llevar una vida normal y que no se
ve afectada su fertilidad tengan que afrontar comentarios como 'pero. ..esta
enfermedad produce infertilidad, ¿no?, yo conozco a menganita y ya le han
operado tantas veces..'. Estos comentarios provocan miedos y angustia innecesaria,
así como anticipación de pérdidas que en su caso es muy probable que no sucedan".
"Hay que entender que estos comentarios
se hacen desde el desconocimiento y la buena intención, pero pueden tener un
impacto emocional negativo en la mujer que los recibe y sobre todo que con una
buena información se podrían evitar", finalizó.No todas la viven igual
El análisis de CA-125 se utiliza para
medir la cantidad de proteína CA-125 que hay en el torrente sanguíneo. Los
niveles altos de esta proteína pueden observarse en trastornos del sistema
reproductivo femenino, como infecciones, actividad tumoral en el ovario y la
endometriosis. La doctora Silvina Marchisio explicó que este
análisis "es más un valor de seguimiento de la enfermedad que de diagnóstico
puro. Es un marcador bioquímico de actividad tumoral en el ovario o de
endometriosis, pero no necesariamente es diagnóstico porque puede aparecer
elevado por otras causas, o bien existir endometriosis y el valor ser normal". "Este análisis se usa como seguimiento de
actividad de la enfermedad, es decir, una vez que se detecta un foco endometriósico
y se resuelve hay un valor de base, enlos controles siguientes, si ese valor se
eleva, inferimos que empieza a haber nuevamente actividad en la enfermedad y
por lo tanto recidiva", afirmó ¿Qué es el análisis
CA-125?