La historia de Martín Ferrer Cabrera, un peluquero que rompe estructuras

Tuvo la oportunidad de quedarse en Buenos Aires y trabajar con las mejores marcas y modelos, pero apostó a su propio local en nuestra ciudad. Según sus palabras: "Woda Hair Studio nació para romper estructuras". Te invitamos a leer esta nota para conocer los motivos.
Por María Laura Ferrero | LVSJ
"Tengo 26 años y a los 14 me recibí de asistente de peluquería, casi la mitad de mi vida que estoy en este rubro", comienza la charla muy suelto y relajado Martín Ferrer Cabrera, el "alma máter" de Woda Hair Studio.
Escuchar esas palabras me hizo reflexionar sobre la vocación y los sentimientos que uno tiene cuando realmente se dedica y pone su empeño en lo que le gusta.
Y el espíritu y pasión de Martín se percibe y se respira con tan solo con abrir la enorme puerta de su local, ubicado en una de las esquinas emblemáticas y con historia de nuestra ciudad. "Siempre pasaba frente al local y había una conexión especial. Ahora que veo lo que logramos, este lugar que necesitamos. Todo cierra", afirmó el peluquero.
Los gruesos muros de la ex administración de LA VOZ DE SAN JUSTO parecen filtrar los ruidos del transitado y adoquinado bulevar 9 de Julio sanfrancisqueño. El espacio amplio con techos altos y con detalles únicos de construcción del otro siglo, sumado a la puesta en escena de los elementos típicos y necesarios de la peluquería, parece que a una la llevan a otra dimensión.
Pero esos elementos tan sofisticados comparten los metros cuadrados con cómodas mesas y sillas -con un diseño que parecen sacadas de un típico bar de París- que invitan a darse un tiempo y tomar un café mientras se mira el celular o se lee una revista o libro.
En ese contexto y armonía te recibe el equipo que lidera Martín. Nadie tiene que esperar para ser atendido porque todo está sincronizado y organizado. Todo está preparado para que vos te sientas cómodo y puedas disfrutar de ese momento que le dedicas a tu cabello y tu cuidado personal.
La misma sensación me dio cuando llegué para hacer mi crónica periodística. Martín me recibió al final de su jornada laboral y comenzamos una charla tan cómodos como si estuviéramos en el living de una casa. A pesar de que había tenido un día difícil -que me lo confesó al final de la conversación- se mostró predispuesto y tranquilo a contestar las preguntas y a hurgar por aquellos recuerdos que lo acompañan desde toda su vida. También, nos enfocamos en su negocio y en los próximos desafíos.
- ¿Cómo te gustaría que te nombre en la nota?
- Mmmm... no sé... a algunos les gusta que los llamen"coiffeur"... otros, estilistas, pero yo no soy eso... yo soy peluquero... así me defino.
Con esa simpleza y orgulloso de su profesión, Martín, el peluquero, contó que en su casa por su mamá y abuelos maternos siempre estuvo relacionado con el arte, diseño, la belleza y la estética. "Desde chico era un enamorado del cabello. No dejaba tranquilas a mis hermanas y las vivía peinando a ellas y a sus muñecas. Me gustaban las revistas, las novelas y los programas de televisión porque podía ver cómo estaban peinados las modelos, actrices y actores", relató como una catarata de imágenes de su niñez.
Pero un recuerdo lo hizo parar en la charla y lo remontó a su infancia. "Una vez soñé que aprendía a hacer la trenza. Yo era muy chico y no sabía cómo hacerla... y se me reveló en el sueño. Cuando me desperté empecé a practicar con mi hermana siguiendo los pasos que me venían de los recuerdos mientras dormía. Y así aprendí a hacerla", relató.
En segundo año de la escuela secundaria hizo su primer curso de Peluquería. "Tenía 14 años y empecé a estudiar... para mí fue como tocar el cielo con las manos porque por fin estaba haciendo lo que me gustaba", afirmó.
Su primera instructora fue Ana María Rodríguez, quien al finalizar sus estudios le regaló el primer sillón para que pudiera trabajar. "Cuando empecé el curso me hizo poner ruleros y me acuerdo que sentí una gran emoción", contó Martín, que inmediatamente agregó: "Cuando me tocó aprender color casi abandono, pero gracias a la paciencia de Ana María fui aprendiendo. Con ella siempre voy a estar agradecido", señaló.
Durante su adolescencia se mantuvo activo y siempre siguiendo las tendencias. "En esa época no había tanta internet como ahora pero me las ingeniaba para estar actualizado. "Miraba un programa de tv, "America's Next Top Model", un concurso de modelos donde se les cambiaba el look, clases de peinados y maquillajes y sesiones de fotos. Todo eso me volvía loco y era lo que yo quería para mi vida", afirmó.
Los primeros pasos
Tras el secundario comenzó una peluquería en un espacio que compartía con sus hermanas y madre, quien se dedica a tratamientos de estética y belleza. En ese período estudió color con Ricardo Sanda en Villa María y se perfeccionó en la capital provincial. "En Córdoba hice una maestría de peluquería para ser docente. También, estudié Química Cosmética en el Colegio Químico de Córdoba y en la Facultad de Ciencias Química de la Universidad Católica", indicó.
Martín revaloriza todos estos pasos que dio y afirma que fueron importantísimo en su formación como profesional aunque considera que el "gran salto" fue tener la posibilidad de tener una capacitación y luego entrar a trabajar al staff de Nacho López Fagalde, un reconocido peluquero de Buenos Aires a quien Martín admiraba por su trabajo.
"Fui asistente de Nacho en varias campañas y eventos importantes como la Semana de la Moda en Buenos Aires, entre otros. Hasta su agencia me contrató de forma independiente porque algunas marcas ya querían trabajar conmigo", apuntó. "Cuando llegué a Buenos Aires, vi completamente otro mundo, otro estilo y una mirada mucho más urbana. Todo eso fue un detonante de creatividad sin límites en mí que inspiró en nuevos proyectos", precisó el peluquero.
Mientras desarrollaba esta actividad en Buenos Aires, Martín junto a sus hermanas Florencia y Julieta comenzó con la idea de abrir su espacio en la ciudad, que se consolidó tras la pandemia.
Romper estructuras
"Woda Hair Studio nació para romper estructuras", afirmó Martín, quien hoy lleva adelante el negocio.
"Woda significa agua en polaco. Queríamos un nombre que tenga que ver con lo que somos, el ser humano es 70 % agua en su contexto físico e interfiere en todos los procesos que utilizamos en la peluquería", afirmó.
En la búsqueda de la excelencia para sus clientes, Martín y su equipo se organizaron para brindar una experiencia placentera desde que te ponés en contacto con ellos hasta el servicio post venta de los productos.
"Trabajamos solamente con turnos. Acá nadie tiene que esperar para ser atendido. Somos muy respetuosos de los tiempos ajenos. También, al finalizar ya se pacta la próxima cita para realizar un seguimiento personalizado de cada cliente", dijo el peluquero.
"Nuestra intención es ofrecerte una experiencia completamente diferencial que vaya más allá de solamente venir a cortarte el pelo, teñirte o comprar un shampoo. Acá tenés un espacio donde te vamos a escuchar, queremos saber cuáles son tus problemas y buscar las soluciones para que te vayas conforme con el resultado final. También, en darte las herramientas para que puedas manejarte de una forma independiente, siempre con algún tipo de seguimiento", puntualizó Martín.
"El cabello es un mundo sin límite, un abanico de posibilidades. Somos seres humanos, somos únicos, cada persona es un mundo y su pelo también. No hay una sola forma de hacer las cosas, sino que existen incontables maneras", explicó el peluquero. Y agregó: "Nuestro compromiso es aprender todos los días y conectar con gente que pueda seguir investigando para brindar el mejor servicio posible a través de las prácticas o productos. Todo problema tiene una solución y eso queremos transmitir desde nuestro espacio", finalizó.
Un concurso para celebrar
Woda Hair Studio organizó un concurso para celebrar el Día del Peluquero. El premio es una orden por 10 mil pesos, que podrá canjearse por productos o servicios que se prestan en la peluquería.
Los interesados deberán contestar una charla virtual, en la cual se les preguntará sobre cuestiones relacionadas con su tipo de cabello. Para ingresar al sorteo podrán hacerlo a través de este link, en las redes sociales de Woda o con un código QR que se exhibe en las ventanas del local. Martín indicó que "no hace falta ser cliente para participar y que tras ese registro en la web se podrá recibir consejos personalizados sobre el cuidado del cabello".
Hay tiempo hasta el 27 de agosto para ingresar y participar.
Instagram @wodahairstudio