La “H” cerró un 2025 histórico más allá de que no pudo coronarse

Por Ignacio Omedes / LVSJ

La Hidráulica no pudo coronar un año extraordinario con el ascenso, pero aun así el equipo fronterense completó un 2025 soñado, impensado incluso para los propios protagonistas cuando el calendario recién comenzaba. Con humildad, trabajo y un plantel completamente comprometido con la causa, el club volvió a ser protagonista real en la Liga Rafaelina, devolviendo la ilusión a toda una comunidad.

Desde el arranque de la temporada, La Hidráulica mostró una identidad clara: esfuerzo colectivo, orden, intensidad y un espíritu competitivo que lo llevó a pelear cada partido como una final. Esa mentalidad lo transformó en uno de los equipos más regulares del año y le permitió quedarse con la mejor ubicación en la tabla anual de la segunda división, un logro que refleja la constancia de un grupo que nunca se relajó.

El camino, sin embargo, no fue lineal. En el Torneo Apertura, el elenco de Frontera tuvo algunos tramos irregulares donde le costó afirmarse, pero encontró respuestas desde la conducción técnica y la entrega del plantel. Lo mejor llegaría en el Torneo Revalida, donde La Hidráulica alcanzó su punto más alto de rendimiento: se consagró campeón tras derrotar por penales a Libertad de Estación Clucellas en María Juana, sumando un título muy valioso en el plano deportivo y emocional.

Ese campeonato marcó un antes y un después. Con el ánimo por las nubes y el apoyo de un pueblo entero, el equipo avanzó firme hasta las semifinales y luego hasta la final por el ascenso. La ilusión era gigante, porque el sueño de jugar la primera edición de la Liga Rafaelina estaba al alcance de la mano.

Pero en la definición, Libertad fue más contundente. La Hidráulica cayó 2-1 en la ida y 2-0 en la vuelta, dejando un global de 4-1 que lo dejó a un paso del objetivo. Fue un golpe difícil, porque el plantel y la gente habían dejado todo en la cancha y en las tribunas para tratar de revertir la historia. Sin embargo, el fútbol a veces tiene esos desenlaces: no siempre gana el que más lo desea, y esta vez el ascenso se terminó escapando.

Aun así, el balance general es ampliamente favorable. El club completó un año inolvidable, cargado de satisfacciones, crecimiento y unidad institucional. La Hidráulica volvió a estar en boca de todos no solo por lo futbolístico, sino también por su función social, fundamental para la comunidad: contener a los chicos, formarlos, darles un lugar en el club y alejarlos de la calle. Ese aporte vale tanto como un campeonato.

Este 2025 pudo haber cerrado con un ascenso histórico, pero incluso sin ese premio final, la temporada quedará marcada como una de las mejores de la historia reciente del club. Es cierto que esta semana en Frontera no habrá celebraciones, pero nadie podrá borrar la enorme cantidad de noches en las que La Hidráulica hizo que su gente se vaya a dormir festejando.

Un año que no terminó como todos soñaban, pero que dejó claro que el club está de pie, creciendo y con un futuro que invita a seguir soñando.