La fatalidad signó la tragedia en barrio La Florida y reveló los peligros de las estufas
Se conocieron más más detalles de la dolorosa historia detrás del accidente doméstico que le costó la vida a una mujer de 69 años. "Mi mamá se cuidaba del Covid y viene a morir de esta manera que nunca imaginamos", dijo la hija de Celinda Pisani. Bomberos brindaron consejos ante fallas de artefactos de gas en el hogar.
La fatalidad quiso presentarse de esa manera. Un accidente con una estufa portátil para garrafa de gas envasado causó insalvables quemaduras en el cuerpo de Celinda Ester Valsagna de Pisani -Celi, para los amigos-, de 69 años, que derivaron en su muerte horas más tarde.
La familia de la víctima contó a LA VOZ DE SAN JUSTO cómo fueron los minutos previos que desencadenaron la tragedia el pasado viernes en una vivienda de calle Resistencia al 100 en barrio La Florida de nuestra ciudad.
El accidente doméstico al que los Pisani calificaron como "una fatalidad" y los bomberos como "poco habitual" por el saldo fatal, renovó la necesidad de tomar precauciones al volver a prender estufas o la calefacción a gas en los hogares con la llegada del frío.
"Hubo una explosión, el gas estaba en el aire", aclaró Sandra, la hija mayor de Celi tras conocer el resultado de las primeras pericias del hecho. "Mi mamá quiso encender la estufa pantalla, no pudo y sin darse cuenta dejó abierta la llave (de la válvula reguladora de presión del cilindro) y el gas empezó a fluir", graficó despejando toda duda sobre cómo tomó fuego la ropa que la mujer llevaba puesta y la envolvió en llamas.
"Mi madre -que se recuperaba de una operación de rodilla- se cuidaba mucho del Covid, todos la cuidábamos para que no se contagiara, salía muy poco, y viene a morir de esta manera que nunca imaginamos", expresa Sandra con tono de resignación pero sin entender muy bien todavía el golpe que les toca afrontar como familia, que de la noche a la mañana perdió uno de sus pilares.
Era una vecina muy querida en el barrio, toda una vida allí, donde crió a sus tres hijos: Sandra (46), Silvio (44) y Paola (39).
"En estos tiempos en los que todos estamos preocupados por el coronavirus, también hay que cuidarse de otras cosas, como este tipo de accidentes hogareños, aunque en el caso de mamá, creo que fue una fatalidad", insistió Sandra.
Cómo fueron las horas previas
Hallar a su esposa en el piso, con la mayor parte del cuerpo quemado como secuela de que el fuego se había ensañado con ella, fue la experiencia más traumática que haya vivido Romildo, que ese mediodía, como siempre, llegó a casa con los mandados cumplidos y con el último encargo de Celi, un chispero, como si fuera una ironía del destino.
"Mamá solía bañarse a la tardecita, no sabemos qué intentaba hacer esa mañana. Mi papá siempre le dejaba la casa calefaccionada antes de salir", narró Sandra. Para ello, el matrimonio utilizaba dos aires tipo split y dos pequeñas estufas con garrafa, porque pese a que la red domiciliaria de gas natural pasa por el sector, todavía no habían podido conectarse.
Tal vez eso hubiese evitado lo peor, o tal vez no, Sandra cree que "nadie tiene la vida comprada, por eso, estas cosas nos enseñan a valorar cada segundo vivido. Fue un descuido que le costó la vida. Hay que tener Mucho cuidado con este tipo de artefactos".
Celinda y la última foto junto a su nieta Lucila.
"Como todas las mañanas, poco después de las 9, mi padre salió a trabajar -Romildo es plomero-. Mi mamá acostumbraba levantarse más tarde y luego lo esperaba para tomar mates y comer facturas que él siempre traía a su regreso, al mediodía". Ese día, la rutina no iba a cambiar, pero la tragedia se interpuso.
"La explosión fue tal que la escuchó un vecino, pero nunca se imaginó que venía del interior de la vivienda lindante". Romildo tampoco imaginaba un panorama tan atroz. "Cuando llegó, el escenario era trágico. Mi madre estaba en el piso, había salido de la ducha" donde trató de calmar el dolor de las graves heridas.
"Uno de los perros ladraba mucho, como que le indicaba a mi papá que algo había pasado, lo llevaba al baño y de inmediato, escuchó los gritos de auxilio que proveían de allí", siguió relatando Sandra que calcula que Celi estuvo aproximadamente 10 minutos pidiendo ayuda desde el fogonazo.
"Los vidrios de la ventanita del baño estallaron, la bata y el pijamas que ella traída puestos se prendieron fuego; presentaba quemaduras desde la cabeza hasta las pantorrillas", describió la crudeza del cuadro.
"Esa mañana, ella le había encargado a mi padre que comprara un chispero, de esos cortitos y pequeños. Mi papá también llegó con la comida del día, porque le ayudaba en la cocina".
Sandra estima que si el incidente hubiese ocurrido en la cocina, el comedor o en una de las habitaciones, "toda la casa terminaba incendiada".
Romildo quiso llamar a un servicio de emergencias médicas, pero en la desesperación, llamó al 101, la Policía. Un móvil del Comando de Acción Preventiva (CAP) arribó y alertó a los bomberos que se constituyeron; también una ambulancia, que trasladó a Celinda a la Clínica Regional del Este.
"Los médicos hicieron lo imposible para salvarla"
Por unas 13 horas la señora luchó por su vida en la Unidad de Terapia Intensiva. El diagnóstico era complejísimo: 90% del cuerpo quemado, las vías respiratorias, el corazón y los riñones comprometidos, partes del organismo carbonizadas; estaba intubada y en coma farmacológico.
Si bien se realizaron gestiones para su traslado al Instituto del Quemado en la ciudad de Córdoba, "sabíamos que era complicado, porque requería una ambulancia de alta complejidad", añadió Sandra. Finalmente le consiguieron la cama, pero los médicos y la familia consideraron que no era el momento de derivarla, "podía morir en el camino".
Momentos felices hasta que la fatalidad golpeó a la familia Pisani.
"Los médicos y enfermeros de la Terapia estaban muy conmocionados ante el cuadro. La clínica estaba bastante colapsada por el contexto de pandemia, pero la atención fue excelente desde el primer minuto. Hicieron lo imposible para salvarle la vida y también, nos brindaron apoyo psicológico a los familiares", destacó.
Sandra extendió su agradecimiento al personal policial y a los bomberos voluntarios.
Se queda con el consuelo -insuficiente- de que su madre "no sufrió dolor muchas horas", según le explicaron los médicos, "porque fue tan grande la quemadura que el cuerpo entró en shock. Ella llegó consiente a la clínica", concluyó al borde del llanto por hurgar en una herida que nunca sanará.
¿Cómo evitar accidentes en el hogar?
El subcomisario bomberos voluntario Ariel Ronconi recomendó, entre otras cosas, que "un gasista matriculado revise una vez por año todos los artefactos de gas" para evitar accidentes domésticos, intoxicaciones y hasta la muerte por inhalación de monóxido de carbono.
Controlar el buen funcionamiento de los artefactos de gas, entre ellos termotanques, calefones, estufas y cocinas, y la correcta instalación y estado de los conductos de ventilación, a través de un gasista matriculado, y evitar braseros, fueron algunos de los consejos brindados desde el cuartel de San Francisco.
En diálogo con LA VOZ DE SAN JUSTO, Ronconi advirtió especialmentesobre las falencias de funcionamiento, instalación y ventilación que se producen con los artefactos a gas y las evidencias que dejan estas fallas, como marcas en aparatos y paredes.
Estas evidencias visibles son de gran importancia para darse cuenta del peligro ya que la combustión no tiene olor ni ruido, por lo cual al monóxido de carbono se lo conoce como el "asesino silencioso".
Esas manchas negras que pueden quedar en paredes o en los aparatos revelan que "se está liberando monóxido de carbono en el ambiente"
En base a su experiencia, Ronconi dijo que la mayoría de los casos de intoxicación parten por "conductos obturados" y dio como ejemplo tubos tapados con nidos de pájaros o restos de mampostería, o caños achatados.
En tanto, Ronconi trazó una diferencia entre aquellos artefactos que funcionan a gas natural con los que requieren de gas envasado. En este último caso, sugirió antes de encenderlos, revisar que la pantalla en la estufa esté bien conectada, que no haya pérdida de gas. "Las pantallas deben hacer una llama de color azulado, si no es así, significa que la mezcla de gas y aire es insuficiente, hace una quema incompleta, entonces se produce monóxido de carbono. Además, no deben sobresalir llamas de la pantalla".
Lo que no hay que hacer
Los bomberos desaconsejan usar braseros y la cocina para calefaccionar e instan a controlar que los cerramientos no impidan la salida de los gases de los artefactos.
Advierten que el monóxido de carbono es acumulativo, por lo cual a medida que pasa el tiempo la intoxicación se va incrementando. Por más que uno salga al exterior y respire aire fresco, al volver al ambiente contaminado la intoxicación continúa y se incrementa el riesgo de perder la vida, ya que el monóxido no es percibido por nuestros sentidos.
¿Las garrafas explotan?
"Existe un mito en cuanto a temerle a la explosión de la garrafa, cundo en realidad para llegar a la explosión tienen que darse condiciones muy específicas; no sucede cuando se prende fuego por sí sola, sino por ejemplo cuando queda en el interior de un incendio declarado, de grandes dimensiones", reconoció Ronconi.
"Las garrafas no explotan cuando se incendian por una pérdida. En ese caso, hay que tomar un trapo húmedo y cerrar la válvula", indicó.
Y recomendó que luego de una pérdida hay que consultar a alguien idóneo en la materia.
Fallas en aparatos de gas causan la mayoría de las intoxicaciones por monóxido
Las fallas en aparatos a gas, en especial calefones mal instalados, son los causantes de más del 80% de las intoxicaciones por monóxido de carbono, una situación que genera unas 200 muertes al año en el país y que se agrava en épocas de bajas temperaturas en lugares con falta de ventilación adecuada, advierten especialistas.
Las intoxicaciones por monóxido son de "las más difundidas en todo el mundo y una de las más subdiagnosticadas", explicó Silvia Cortese, vicepresidenta de la Asociación Toxicológica Argentina, que difundió un comunicado en el marco del Día de la Concientización y Prevención contra el Monóxido de Carbono, el pasado 21 de junio.
Cortese indicó que ante las bajas temperaturas actuales, el aumento del uso de los artefactos a gas para cocinar, calentar agua, calefaccionar; y la poca ventilación de los ambientes, incrementan el riesgo de intoxicación
El monóxido de carbono se origina cuando la cantidad de oxígeno es insuficiente para la correcta combustión de elementos tales como carbón, madera, querosén, alcohol o gas natural, los cuales son materiales combustibles ricos en carbono y que necesitan oxígeno suficiente para quemarse adecuadamente.
Recomiendan controlar las estufas para evitar accidentes.
Cortese advirtió que si más de uno de los integrantes de la familia siente "cefaleas, sensación nauseabunda, vómitos, palpitaciones -la sensación de que 'el corazón se le sale por la boca', caídas, falta de concentración, sensación de confusión, mareos, movimientos involuntarios ya estamos ante la presencia de peligro".
"Es una intoxicación a la que hay que darle la importancia que tiene: es la que más morbimortalidad da no sólo en la Argentina, sino también en el mundo. Si no se diagnostica, puede generar complicaciones y muertes a largo plazo", explicó Cortese.
Diez consejos del Enargas
El Ente Regulador del Gas (Enargas) difundió una guía de recomendaciones para evitar accidentes:
1-La llama tiene que ser siempre azul. Si es amarilla o anaranjada el artefacto está combustionando mal y es motivo para hacerlo revisar por un instalador matriculado.
2- Revisar una vez al año los artefactos de gas por un gasista matriculado, preferentemente cuando bajan las temperaturas.
3-Colocar rejillas de ventilación permanentes. Son obligatorias para todo artefacto de cámara abierta.
4-Chequear siempre que los conductos de evacuación de gases no estén rotos o tengan obstrucciones.
5-Es peligroso usar hornallas y hornos para calefaccionar.
6-Mantener las hornallas de la cocina limpias de líquidos y alimentos porque eso obstruye los quemadores y genera una mala combustión.
7-No tapar los artefactos con cortinas ni muebles.
8-Las estufas a gas instalados en baños o dormitorios sólo deben ser de tiro balanceado.
9-Dejar siempre un poco la ventana abierta; es importante que haya circulación libre de aire desde el exterior.
10-Si va a habitar una vivienda que permaneció cerrada por mucho tiempo, haga revisar las instalaciones internas por un gasista matriculado.