La escuela ante el reto de revincular y cuidar la salud
Barbijo, distanciamiento social, recreos en burbujas, higiene personal e institucional y la combinación entre clases presenciales y virtuales será la nueva modalidad que se implementará en las escuelas con el regreso a la presencialidad tras un año de ausencia por la pandemia. ¿Con qué alumnos, padres y docentes se encontrará el sistema?
Por Isabel Fernández|LVSJ
En dos semanas y tras un año de clases virtuales obligadas por la pandemia de coronavirus, el sistema educativo afronta uno de sus más grandes desafíos: la vuelta a las aulas de las escuelas.
Barbijo, distanciamiento social, recreos en burbujas, higiene personal e institucional y la combinación entre clases presenciales y virtuales será la nueva modalidad que se implementará en los establecimientos educativos.
Este año todo será muy diferente a los anteriores, no será solo la vuelta a clases, sino el regreso al espacio físico e institución que socializa y reduce desigualdades sociales. Tras la virtualidad, el desafío también es intentar recuperar a alumnos que por razones sanitarias o socioeconómicas, no pudieron tomar contacto con su docente.
¿Qué implica la vuelta a clases presenciales tanto para el sistema educativo como para padres y chicos?, ¿Cuáles son los miedos?, ¿Con qué alumnos, padres y docentes se encontrará el sistema? ¿Cómo deben prepararse los niños para el regreso?. En medio de la pandemia todavía existe mucha incertidumbre.
"Volver al colegio luego de haber pasado varios meses de virtualidad más el período de vacaciones implicará una capacidad de adaptación con respecto a retomar hábitos escolares y a reorganizar horarios. Será un desafío enorme para todos, estudiantes, padres y docentes", analizó en diálogo con LA VOZ DE SAN JUSTO, la licenciada en Psicopedagogía, Silvana Busato (MP-322084) de nuestra ciudad.
Muchos niños y adolescentes sufrieron emocionalmente y hasta físicamente el hecho de no poder asistir a clases presenciales. Por eso la psicopedagoga remarcó que no sólo es necesario volver a la escuela para aprender contenidos y recursos cognitivos, "es muy importante volver a las aulas para favorecer la construcción de la identidad, las habilidades emocionales y sociales que se desarrollan y potencian en el contacto con los otros".
"La vuelta a clases es imprescindible para que los niños desarrollen y progresen en sus capacidades psicomotrices, de comunicación oral y escrita, resolución de problemas, autoconfianza, empatía, curiosidad, imaginación", dijo.
"El desafío
será una presencialidad cuidada desde una perspectiva federal en articulación
con cada una de las jurisdicciones".
Nicolás
Trotta, ministro de Educación
Otra forma de ir a la escuela
Será una nueva manera de asistir a la escuela, habrá menos pantallas y en la forma que les afectará influirán la edad y personalidad del niño. "Los chicos están acostumbrados a relacionarse a través de las pantallas y a pasar varias horas del día con el celular -aseguró Busato-. Volver al aula implicará permanecer en el lugar asignado, focalizando su atención un tiempo importante libre de pantallas, un verdadero desafío que demandará mucho esfuerzo para los estudiantes".
Añadió que los niños pequeños se adaptaron muy bien y rápidamente a las rutinas en casa, "por lo que es probable que muchos se vuelvan más tímidos, retraídos o con negativa para asistir a la escuela".
La psicopedagoga explicó que los equipos directivos y docentes enfrentan un nuevo modo de educar por lo que también "deberán reorganizar sus planificaciones en función a lo trabajado en el tiempo remoto el año pasado, implementar proyectos pedagógicos entre varias materias y a la vez combinar el dictado de las clases presenciales con la modalidad virtual, una ardua tarea".
"Las experiencias vividas por los estudiantes y sus familias durante el tiempo de trabajo virtual son un punto de partida esencial para la resignificación de educar en la presencialidad", indicó.
Con respecto a los padres, la gran mayoría ansía el regreso a las aulas y quizá la mayor incertidumbre se relacione con el temor al contagio y el cumplimiento del distanciamiento social. La psicopedagoga dijo que las escuelas se están reorganizando, "no sólo en relación al aspecto curricular, sino en la disposición de los espacios físicos a fin de garantizar en todas las salas, grados y cursos las 'aulas burbujas' para generar un entorno seguro, además de contar con elementos de bioseguridad y trasmitir así confianza a las familias. Deberán pensar actividades lúdicas -recreativas respetando el distanciamiento social".
El nuevo desafío será combinar las clases presenciales con la virtualidad
El miedo a lo desconocido
Este regreso será una forma inédita de hacer escuela, un sistema híbrido y aún no conocido plenamente. Como todo lo desconocido provoca miedo, no solo al virus, sino también a los cambios que se presentan.
"Ante el miedo será importante que cada persona pueda identificar los focos que lo causan y que necesariamente pueda poner en palabras aquello que lo angustia y pedir ayuda en caso de necesitarlo. Esto no es solamente para los chicos sino también para los docentes, por eso es importante el trabajo en equipo, en red, intercambiando experiencias y siendo solidarios desde el rol que cada actor ocupe", aconsejó la psicopedagoga.
Recordó que los niños se manifiestan, a diferencia de los adultos, a través de gestos o actitudes: enojos, estar decaídos o muy movedizos, no expresan de manera verbal. "Muchos niños tienen miedos porque han perdido la pertenencia social, el encontrarse con los pares, aquello que la escuela posibilita. La situación de pandemia y el volver a la escuela de un modo diferente dispara estados de ansiedad. En algunos casos surge el enojo y la frustración ante el 'no poder hacer lo que antes sí'", dijo.
Emociones positivas
El aspecto psicológico es primordial, no sólo en este tiempo de regreso a las aulas sino en el proceso vital de cada persona. Busato remarcó que las emociones constituyen un elemento relevante para facilitar los aprendizajes por lo que aprender a identificarlas, controlarlas y gestionarlas es importantísimo.
"Los adultos cercanos y referentes a los niños deberán transmitir optimismo, confianza y alegría para volver al colegio. Asimismo, remarcar la responsabilidad (acorde a cada edad) con respecto a las actividades académicas, al uso obligatorio del tapabocas, la importancia de incorporar y sostener los hábitos de higiene y prevención", recomendó.
Es importante que los padres refuercen la idea de que volver a clase es positivo y tiene múltiples "ventajas", "tanto para lidiar con sus propios miedos, incertidumbres y angustias como para facilitar la gestión de todas estas emociones y la recuperación de los hábitos escolares".
"Por suerte, los niños son extremadamente capaces de hacerle frente al cambio, y los padres pueden ayudarlos en este proceso, proporcionándoles un entorno que fomente la capacidad de flexibilidad y los estimule a compartir y expresar sus sentimientos con respecto a su regreso a la escuela", afirmó.
"Ir a la escuela y tomar clases no son sinónimos. La vuelta a la escuela es la vuelta de la comunidad a la vida pública y eso hace la diferencia".
Carlos Skliar, investigador educativo del Conicet
La nueva normalidad para aprender y enseñar
"Los docentes enfrentan una nueva normalidad en el contexto educativo con una forma de vida condicionada por el distanciamiento social, para ello se capacitan y asesoran para garantizar a cada estudiante su trayectoria escolar", aseguró la licenciada en Psicopedagogía, Silvana Busato.
Desde el Ministerio de Educación brindan pautas, guías para poder combinar las clases presenciales con la virtualidad. Resulta muy positivo que los docentes trabajen con un grupo reducido de estudiantes.
"Cada institución deberá prestar especial atención a las situaciones de estudiantes y familias vulnerables o que transiten situaciones de dificultad excepcional. En el reencuentro presencial hay que analizar las situaciones de estudiantes y familias que no han estado conectados con la actividad escolar virtual y tender puentes con ellos para poder acercarlos al aula presencial", manifestó la psicopedagoga.
Por otra parte, añadió que en los encuentros presenciales, "habrá que estar atentos a las manifestaciones de malestar, vulnerabilidad o dificultad que estén atravesando algunos de los miembros de la comunidad educativa para atenderlas de manera singular e inmediata. Todo lo que se pueda anticipar en este plano redundará en una mejor estrategia de contención".
"Ante la limitación de recursos tecnológicos de algunas familias se deberá garantizar en la presencialidad los contenidos prioritarios y brindar instancias para recuperar los aprendizajes pendientes", afirmó.
Hablar con los chicos para reforzar hábitos de cuidado será fundamental
Cómo hablar con los chicos sobre el regreso a las aulas
La escuela "obliga" a una rutina diaria, sana y necesaria, pero transitar la escolaridad en pandemia implica necesariamente modificar algunos hábitos y desarrollar otros nuevos.
Evitar el contacto físico al saludar, los besos o abrazos e incorporar nuevas conductas gestuales y corporales afectivas para el cuidado propio y de los compañeros, evitar compartir o intercambiar materiales o útiles, el uso frecuente del alcohol, el modo de toser o estornudar en el pliegue del brazo, entre otros, serán algunos de los hábitos que estudiantes y docentes deberán incorporar.
La licenciada Busato recordó que los niños "siguen las normas cuando entienden el 'por qué'. Por lo tanto, el primer paso es explicarles de manera breve la importancia de mantener el distanciamiento social, para evitar contagios, como así también la necesidad de recuperar las relaciones presenciales y volver a adquirir hábitos escolares".
Aconsejó sentarse con los hijos y "explicarles qué se puede y no se puede hacer, por qué se evita el contacto físico, haciéndoles entender que es una situación temporal, que no será así para siempre. Con los más pequeños se puede recurrir a cuentos, las imágenes ayudan en la comprensión de la situación. Ofrecerles un espacio para que puedan contar cómo se sienten, qué extrañan, que necesitan".
Busato destacó que también es importante "mantener la rutina y los horarios destinados a actividades escolares -para hacer las tareas, investigaciones asignadas- y los horarios destinados a actividades extras -deportes, horas de juego, salidas familiares-. Al finalizar el día es bueno comentarles los planes para el día siguiente, de ese modo se les trasmite seguridad".
"La afectividad es un factor importantísimo, ese calor que se brinda con gestos, con palabras, con la mirada", remarcó la psicopedagoga. Por eso es importante hacer todo lo que implique una relación: leerles cuentos, cocinar en conjunto, preparar la mesa, jugar con ellos ya que el juego activa la imaginación. Compartir momentos, genera vínculos profundos. "Los niños sienten miedo y la antítesis del miedo es el amor. Eso es lo que deben recibir, mucho amor".
"A los más grandes y adolescentes hay que comentarles la importancia de ser prudentes cuando se relacionen con otras personas, los peligros y las consecuencias de un posible contagio, pero también explicarles y enfatizar la importancia que tiene el contactarse con otras personas y recuperar una vida lo más normal posible", agregó.
Cintia Cena tiene
una nena de 7 años que comienza segundo grado y está de acuerdo con la
presencialidad, incluso forma parte de Padres Organizados de San Francisco que
vienen reclamando el regreso a las aulas. "Los chicos van a
necesitar un espacio para la revinculación, no solo para recuperar contenidos
sino para aprender a encontrarse con el otro, para aprender a convivir
nuevamente. Cumpliendo los protocolos estrictos y aprendiendo los hábitos de
cuidado no creo que haya problemas. Los chicos cumplen el protocolo con mucha
más responsabilidad que los adultos", aseguró Cintia. Advirtió que en
la actualidad de la pandemia "estamos expuestos al virus todo el tiempo, en
todos lados y los miedos que tenemos son lógicos. La probabilidad de contagio
que puede llegar a tener mi hija asistiendo a la escuela es el mismo que
estando en casa porque el virus está en cualquier lado". Afirmó que su
hija pudo aprender y transitar bien la virtualidad, en lo pedagógico no tuvo
problemas pero sí se complicó lo emocional "por la falta de contacto con los
compañeros, tuvo ansiedad y otros problemas durante la cuarentena y como ella
la mayoría de los chicos la pasaron mal". "Creo que todos
los chicos tienen que tener el mismo derecho a la educación porque es la base
más importante para el resto de su vida. Necesitan recibir educación de
calidad, inclusiva, respetuosa y que por sobre todas las cosas proteja al
vulnerable", dijo. Verónica Rambaldi docente de nivel inicial, consideró que la presencialidad
es muy importante y que lo emocional será uno de los
mayores desafíos, más que lo pedagógico. "El primer día tiene que ser una fiesta, reflejar la alegría que tenemos de
reencontrarnos, no será fácil con los protocolos porque no habrá besos, ni
abrazos ni la charla informal con los padres. Me hubiese gustado que empiece
presencial todos los días. El gobierno dio apertura a muchas actividades en las
que participan los chicos y entonces por qué no el colegio, esa es la duda de
muchos docentes y padres. Hoy tenemos que apelar a que cada uno se cuide", consideró
la docente. Remarcó que el año pasado "como docentes vivimos un tiempo especial en el
que no se perdió sino que se ganaron habilidades diferentes a las que teníamos
habitualmente pero si trajo repercursiones en los alumnos. No es lo mismo que
el alumno esté en presencia del profesor con todos sus compañeros a estar
conectados unas pocas veces a la semana en internet". "Hay muchos temores porque hay cuestiones que no sabemos cómo resultarán
-dijo-. Ya tenemos protocolos y hará que ver cómo armar este gran rompecabezas
para respetar el distanciamiento y cómo se hará el mix entre la presencialidad
y lo virtual". "Esperamos que todas las familias
estén tranquilas, que vivieron una realidad compleja el año pasado, que podamos
responder a todas las necesidades, recuperar los aprendizajes del año pasado y
brindar una buena educación", finalizó. "Aprender a
convivir nuevamente"
"Tiene que ser
una fiesta"