La “cuotavaca”, el modelo asociativo que analiza Manfrey para rescatar a productores
El asociativismo entre productores es la herramienta de la empresa para evitar el cierre de más tambos.
La cooperativa láctea Manfrey informó en las últimas horas que construirá un "megatambo"- en un campo de 50 hectáreas que adquirió la propia empresa- para rescatar a productores a mediano plazo. El proyecto forma parte del trabajo que viene realizando la empresa en cuanto a asociativismo que incluye una segunda alternativa para favorecer la integración entre productores.
En diálogo con LA VOZ DE SAN JUSTO, el presidente de la cooperativa láctea, Ércole Felippa, anticipó detalles de cómo funcionará el "megatambo", aunque aclaró que la iniciativa aún está en proceso de formación, de análisis legal y ambiental.
Según manifestó, "se trata de un proyecto a mediano plazo, el cual está en la fase de formación, siendo que actualmente se trabaja en el marco legal que se brindará al mismo: bajo qué figura asociativa se enmarcará".
Consultado sobre cómo funcionará el modelo de negocios, Felippa anticipó que "los productores se sumarían al proyecto de diversas maneras. Una opción es entrar aportando animales 'cuotavacas' que constituyen su capital inicial y representa el porcentaje de participación en el negocio".
"Así, aquellos tamberos que entregan sus vacas al nuevo emprendimiento reconvierten su establecimiento hacia la producción de granos para alimentación, convirtiéndose en simultáneo en proveedores de su propio negocio", sostuvo.
Ya son 16 los tamberos interesados
Posteriormente, el empresario aclaró que "esta es una idea que se maneja y que habrá que definir una vez terminado el proyecto".
No obstante, aseguró que "la gestión general estará a cargo de Manfrey, que aporta el management" y destacó que ya son 16 los productores anotados para sumarse al proyecto.
Asimismo, Felippa manifestó que "es necesario que se realicen una serie de estudios de todo tipo, hasta un análisis ambiental ya que la idea es contemplar el tratamiento de efluentes e introducir tecnología robotizada".
Asociación entre productores
Para dar respuesta al progresivo cierre de tambos y la paulatina concentración de la producción en unidades de gran escala- con la consecuente desaparición de pequeños productores- la láctea maneja otra alternativa de asociativismo, tal vez de menor complejidad que la anterior. Se trata de la integración horizontal entre productores.
"Hay muchos tambos que por no contar con determinada escala no logran ser lo suficientemente competitivos y así aparece la figura del asociativismo en la que venimos trabajando desde Manfrey junto al Inta y a productores", comentó Felippa.
"Dos o tres productores se pueden asociar y seguir trabajando de la misma manera, aunque concentrando las actividades. Por ejemplo, en un campo se puede realizar el ordeñe, en otro la producción de alimentos y en un tercero la recría de animales", ejemplificó.
Asimismo precisó que "la empresa láctea cuenta con un área de extensión que brinda asesoramiento al productor para que también pueda crecer de manera individual".
Datos alarmantes
En otro orden, Felippa explicó que estos proyectos nacen a partir de una realidad que veían viendo en la región donde "hay un grupo de tambos que tiende a desaparecer, ya que sus chances de subsistencia son muy acotadas, por diferentes razones".
En este sentido precisó que "algunas de ellas son vinculadas a lo productivo, otras a lo económico y otras radican en la continuidad generacional de los tambos".
Estos datos surgen a partir de una encuesta que la empresa láctea llevó adelante junto a la Agencia de Extensión y Experimentación Inta San Francisco en 120 tambos de la región.
"Obtuvimos mucha información, entre ella, datos alarmantes en distintos aspectos", expresó Felippa.
Al respecto, el empresario lácteo dijo que "hay muchos productores que ponen énfasis en la explotación pero en términos generales cuentan con poca información estadística recopilada sobre aspectos fundamentales como mortalidad y destete, o el escaso trabajo de management en lo que hace a costos y organización".
Todo esto se agrava en los casos en que el emprendimiento, generalmente de naturaleza familiar, no tiene continuidad generacional y se encamina al cierre tarde o temprano.
Otro dato que sorprendió es el vinculado a la productividad, con grandes desfasajes entre tambos. "En promedio se producen 7.700 litros de leche por hectárea, pero con techos de 18.000 litros en los tambos más concentrados y tecnificados y pisos de 3.000 litros por hectárea en el caso de pequeños productores".
"Esto nos llevó a pensar que podíamos hacer para contribuir a la continuidad de los tambos y así se plantean los dos modelos de asociativismo", concluyó.