La ciudad perdió nueve estaciones de servicio en las últimas décadas
Muchas de ellas todavía están latentes en el recuerdo porque los espacios donde funcionaban siguen de pie, aunque sin prestar un servicio. En 2017, en el país cerraron más de 50 estaciones de servicio. En San Francisco, la crisis en el rubro petrolero se comenzó a sentir antes.
Por Ivana Acosta
En 2017 cerraron más de 50 estaciones de servicio en Argentina. Sus propietarios colgaron los surtidores para siempre. Éste no es un dato menor sino que forma parte de las dificultades que atraviesan los empresarios del sector para llevar adelante este tipo de negocios. Hoy sobreviven 4.900 lugares donde se puede adquirir combustible en el país según el listado de expendedores autorizados que controla el Ministerio de Energía de la Nación. La petrolera más importante sigue siendo YPF, seguida por Axion Energy.
Si bien es cierto que el parque automotor creció en los últimos años, la suba de precios para consumidores y empresarios también lo hizo. Los más perjudicados recalcó la Confederación de Entidades del Comercio de Hidrocarburos (Cecha), son "las Pymes y emprendimientos familiares frente al avance de las grandes empresas".
Aunque San Francisco no sufrió cierres de este tipo de empresas en el último año, el paisaje local todavía muestra espacios vacíos que indican que en algún momento allí se surtía combustible. En algunos lugares hay edificios, tapiales improvisados con chapas y afiches; restos de una construcción que da pocas señales de lo que habrá en el futuro y así la lista podría seguir.
Actualmente sobreviven ocho estaciones de servicio, lejos del esplendor que alguna vez tuvo con espacios en el centro de la ciudad, microcentro y sobre ruta 19 principalmente. Además es menor aun el índice de las que se dedican a vender GNC.
De menor a mayor
Norberto Mondino pasó toda su vida en este negocio. No conoce otra cosa que ser el referente de la estación Axion Energy ubicada sobre Av. Rosario de Santa Fe y Libertador Norte: "Yo tengo 74 años y la situación que atraviesa este sector es bastante crítica. Todo se deteriora", comentó a LA VOZ DE SAN JUSTO.
Su padre se convirtió en encargado del negocio que hoy lleva adelante cuando era apenas un niño. "Mi papá era encargado y la estación pertenecía a otra empresa, ocho años después la alquilamos y en 1982 pudimos comprarla", rememoró.
De a poco fueron agregando terrenos, servicios y hasta el GNC. Los cambios en la economía y el país, sin embargo, modificaron el panorama: "Ahora tengo que hacer de todo para mantenernos", confió.
La estación de servicio ubicada en 25 de
Mayo y Buenos Aires era centro de reunión y tránsito permanente. Se la conoció
como "Pecera" y fue una de las últimas en cerrar
Se fueron de a poco
Desde hace algunos años varias estaciones de servicio desaparecieron del mapa urbano sanfrancisqueño. Independientemente de las causas la merma de lugares se hace notoria, pues son terrenos grandes reconvertidos en otros emprendimientos o simplemente un lote vacío.
"Primero fue la YPF que estaba en la rotonda de ruta 19, después la que estaba en frente de Casa Godino, la Eg3 - sobre la misma calzada- y la que estaba en frente de tiendas Excelsior (hoy Atlantis)", enumeró Mondino.
Sobre avenida Rosario de Santa Fe hace algunos años también se podía contabilizar una estación que primero se denominó "San Lorenzo", luego EG3 y hoy un lugar donde suelen verse vehículos estacionados y sin restos de lo que supo ser. Sobre la rotonda donde la avenida se desvía existió una YPF, espacio que hoy se aprovecha para otros negocios.
El bulevar 25 de Mayo fue en algún momento una arteria en la que predominaban los surtidores, aunque hoy solo queda una en la intersección con Urquiza.
Sobre el bulevar principal dos referentes de la petrolera Shell dejaron el lugar. Primero fue la ubicada en frente de Atlantis, donde quedaron escombros después de la demolición. Metros más adelante, en la intersección con Bv. Buenos Aires, todo está cerrado con chapas y adentro quedaron los restos de una expendedora que supo ser popular.
En el microcentro hay otros espacios como la reconvertida estación de esquina Iturraspe y San Juan que en la actualidad funciona como sitio de cobranzas. Frente al casino, por Av. Libertador Norte, está emplazado un edificio pero hace muchos años ese lote tenía una vieja expendedora de combustible de la firma Esso.
Lejos, en las afueras de la ciudad entre la ruta 19 y 158, también quedó en desuso un negocio de este rubro.
"Yo siempre les digo a los de la petrolera cuando vienen que sus decisiones no nos benefician a nosotros. El precio lo manejan las petroleras y solo nos informan para que lo cambiemos", señaló Mondino y explicó que hoy para invertir en este negocio "es necesario evaluar el gasto y la rentabilidad y eso nunca conviene".
Donde
hoy se construye un edificio frente a la sala de juegos de la ciudad, en otras
épocas hubo una estación de servicio de la firma Esso
¿Y en el país?
Según el último informe presentado por el Ministerio de Energía de la Nación, en la actualidad existen unas 4.900 estaciones de servicio en el país, de las cuales alrededor de 500 expenden sólo GNC. En el último semestre de 2017, además cerraron aproximadamente 50 de estso espacios en Argentina.
La histórica líder del sector de estaciones de servicio en nuestra ciudad, Rosario Sica, brindó su opinión y mencionó los principales factores que influyen en el cierre de este tipo de empresas en todo el país y en particular en el interior.
El primer concepto que considera perjudica a los estacioneros se fundamenta en la política nacional: "Este gobierno, lamentablemente determinó la libertad de precios para las petroleras y nosotros como país no estamos preparados cívicamente para esto porque acá la libertad siempre se transforma en libertinaje", esbozó.
Hoy para obtener rentabilidad en el negocio afirmó que hay que vender más de 450.000 litros por mes y aclaró que es irreal ya que "eso depende en realidad de donde esté la estación. Hay pueblos que por su ubicación no tienen mercado suficiente".
Sica subrayó luego: "Todo esto no les importa porque tienen la idea de que si cierran otras las que quedan van a vender más y eso un ministro - por Juan José Aranguren a cargo del área de Energía - no lo puede pensar".
Además resaltó: "En este sector la mayoría de los estacioneros somos Pymes y son familiares. Nosotros no podemos vender, obtenemos el 9% sobre el precio de venta y hay que pagar salarios, costos de traslados, de financiación con las tarjetas de crédito. Hoy apenas juntamos dinero para que venga el camión y hay algunas petroleras que si faltan $20.000 no mandan el transporte".
Otro factor negativo para los estacioneros es la "venta directa" que ahora hacen las propias petroleras: "Los productores agrícolas antes le compraban a las estaciones donde tenían cuenta corriente. Ahora la venta la hace directamente cada petrolera y le quitó todos esos clientes del campo muy importantes y eso ayuda a que cierren las estaciones", reflexionó Sica.