Análisis
La amistad como costumbre

Durante una semana, la ciudad demuestra su calidad de anfitriona y el compañerismo puebla las canchitas, las calles, los hogares. La amistad se hace costumbre.
Se inaugura hoy la 47ª edición del Campeonato Nacional de Baby Fútbol, organizado por la liga de nuestra ciudad. En esta ocasión, el certamen llevará el nombre de Juan De Nigris en homenaje a un pionero de la competencia, un apasionado del deporte infantil que visitó durante muchos años la ciudad desde aquel lejano 1976 cuando llegó dirigiendo a los chicos de Ferro Carril Oeste.
Al nombre de este reconocido formador de futbolistas ya fallecido que cada enero llegaba a San Francisco, se complementa con la declaración oficial del municipio: la ciudad vivirá a partir de hoy la “Semana de la Amistad”. Una gran oportunidad para revalorar el encuentro fraterno entre niños de todo el país que hace casi medio siglo se repite en las distintas canchas de nuestro baby fútbol.
Son innumerables las familias de nuestra ciudad cuyos hijos han forjado amistades perdurables en el tiempo con sus pares de las delegaciones que llegan para competir en el Nacional. Muchas de ellas aún mantienen con las personas que le brindaron hospedaje cuando siendo pequeños disfrutaron de la hospitalidad sanfrancisqueña. Este hecho característico del torneo infantil que hoy empieza es, quizás, la mejor consecuencia que deja el esfuerzo de los organizadores cada año. La vinculación, el intercambio, la confraternidad son elementos relevantes que persisten en el tiempo y que exceden, por mucho, al mero resultado de la competición.
El Nacional de Baby Fútbol es el fruto de un trabajo arduo de la Liga local que debe ser debidamente reconocido. Cada enero, como se acaba de señalar, sus resultados se observan más allá de los acontecimientos estrictamente deportivos. El premio al esfuerzo, la caballerosidad deportiva y la solidaridad son valores presentes siempre, más allá de algún que otro altercado en la cancha, propio de las ansias juveniles por obtener el triunfo. Pero, sin dudas, la palabra amistad es la que define más exactamente la experiencia. Los relatos de quienes la han vivido así lo atestiguan.
Años atrás, en esta columna se afirmó que el enero sanfrancisqueño no sería lo mismo si no se realizase el Nacional de Baby Fútbol. En esta semana, la ciudad recibe a las delegaciones visitantes y las acoge con el mismo sentimiento fraterno que perdura con los años. Comprende la comunidad que ser buen anfitrión significa complacer al invitado para que recuerde con alegría su permanencia en un lugar. Mucho más si ese recién llegado es un niño.
Así, durante una semana veraniega, la ciudad demuestra su calidad de anfitriona y el compañerismo puebla las canchitas, las calles, los hogares. La amistad se hace costumbre.
Es de esperar que los adultos estén a la altura de las circunstancias y se muestren convencidos de que lo importante no vencer en un partido, sino ganar amistades en un certamen deportivo que, para tantos chicos, dejará huellas en su vida.