Kiosqueros y cantineros escolares piden ser incluidos en los protocolos de regreso a las aulas
Mientras las escuelas se preparan para la vuelta a clases presenciales, estos emprendedores advierten sobre la difícil situación que atraviesan ya que llevan un año sin poder trabajar cuando los impuestos y gastos siguen corriendo.
Las escuelas de distintas provincias reabrieron sus puertas en estos días para organizar el reencuentro de los equipos directivos, administrativos y personal de maestranza para el acondicionamiento y preparación de los edificios y sus currículos pedagógicos para el inicio de clases presenciales, con protocolos de higiene y seguridad en el segundo año en que les tocará educar con la pandemia de coronavirus.
En ese marco, Córdoba inició en los últimos días el programa Acompañar: Puentes de Igualdad, que elaboró el Ministerio de la Nación para alumnos de trayectorias débiles que debían incorporar contenidos correspondientes a 2020 para que puedan transitar este nuevo año con el sistema bimodal que combinará clases presenciales y virtuales.
Córdoba fue la primera provincia en abrir sus actividades el miércoles 3, con la presencia del ministro de Educación nacional, Nicolás Trotta, y la implementación del programa en 131 escuelas, con 8.000 alumnos que habían interrumpido su vínculo con la escuela, mientras el 17 de febrero retomarán tareas los docentes y directivos y el 1 de marzo lo harán los alumnos de todos los niveles de manera progresiva, con modalidad mixta.
Según el Ministerio de Educación cordobés, será obligatorio el uso de barbijo en las salas de jardín de 5 años y no se realizarán formaciones al ingreso ni al egreso. Las clases virtuales serán rotativas y por grupos de burbujas identificados por números, quienes no podrán tener contacto con otras burbujas, los kioscos y cantinas estarán cerrados, por lo tanto el alumnado deberá llevar sus meriendas.
Este último punto, sin duda, afecta a muchas familias para las cuales estos emprendimientos significan sostén económico. Por ello, cantineros y kiosqueros escolares se reunieron para solicitarle al Gobierno provincial que haya una reunión y para que sean incluidos en los protocolos de regreso a las aulas.
"Una injusticia"
Quienes desarrollan esta actividad sostienen que están envueltos en una situación "por lo menos injusta" basados en que "mientras se autorizó la vuelta de bailes, nosotros tenemos que seguir sin poder trabajar".
En San Francisco, Fernando Bernardi tenía a su cargo la cantina de la Escuela Normal Superior "Dr. Nicolás Avellaneda" mientras que su esposa, María Laura Cabrera, atendía la cantina de la Facultad Regional San Francisco de la UTN. Desde marzo, solo se mantienen con lo que les pueda generar la atención de la cantina de los Tribunales locales donde además se trabaja con una cantidad de personas notoriamente inferior a la que solía concurrir antes de la pandemia.
"Por un lado abren actividades que no son esenciales y recién este año abrirán las escuelas, pero no dejan funcionar las cantinas mientras que otros lugares como las heladerías funcionan sin problemas", dijo Fernando sin ocultar su bronca.
"Vamos a ser los últimos en volver a trabajar -siguió poco optimista- Estamos siendo muy perjudicados".
Cuando a fines de 2020 se empezaba a hablar de la presencialidad en el sistema educativo para 2021, Fernando reconoció que estaba "ilusionado" con la reapertura de su lugar de trabajo, algo que finalmente no se concretó. De hecho, cantineros y kiosqueros escolaresagrupadoshabían elaborado un protocolo con medidas preventivas para evitar contagios de Covid-19, sin embargo, no fueron tenidos en cuenta para este próximo regreso a las aulas.
Además, aseguran que se sienten "discriminados" ya que otros sectores recibieron ayuda estatal y ellos no. Entre las propuestas mencionaban productos de calidad, comida saludable para los chicos. También pensaban en hacer deliverys a las aulas.
"Yo tenía la esperanza de que en julio de 2020 pudiéramos arrancar con algo presencial en las escuelas donde no funcionen las cantinas, pero para que en este 2021 ya pudiéramos empezar al mismo tiempo del inicio de clases. Lamentablemente no fue así, fuimos muy perjudicados por todo esto", indicó Bernardi.
Mientras tanto, "es muy duro vivir mientras no podemos trabajar por un año y más aún cuando no le vemos una salida en el corto plazo".
El entrevistado recordó que "fue muy difícil" afrontar la decisión de cierre de la cantina escolar a pocos días de equiparla por completo "porque hicimos una inversión muy importante" que luego "jamás se recuperó".
Y cauto pronosticó: "Con el tiempo seguramente permitirán la apertura de kioscos y cantinas con protocolos y medidas" en los colegios, pero no antes de que transcurran algunos meses de clases presenciales.
"Lo único que sabemos es que en este próximo ciclo lectivo volverá primero la presencialidad de los estudiantes, de a poco y una vez que estén todos en las aulas se verá qué pasa con las cantinas y kioscos", concluyó.