Kazán: la cara menos conocida del alma de Rusia
Tras casi 13 horas de viaje, LA VOZ DE SAN JUSTO y AM 1050 arribaron a la ciudad anfitriona del partido Argentina - Francia, que además de fútbol, nos ofrece un nuevo recorrido cultural. Es la tercera urbe en importancia del país ruso, con innumerables atractivos turísticos, como el imponente Kremlin.
KAZÁN, RUSIA-. Lejos del frenesí de la monumental Moscú y la imperial San Petersburgo, el espectacular Kremlin de Kazán permite echar una ojeada a los miles de años de historia de Tatarstán, en particular la invasión tártara y mongol, sin dejar en el olvido el presente, ya que se trata de la tercera ciudad de Rusia y su lista de atractivos es extensa.
Hasta allí llegó LA VOZ DE SAN JUSTO y AM 1050, tras más de mediodía de viaje en tren, pero con todas las expectativas a cuesta por conocer esta nueva e interesante urbe en nuestro mapa de viaje por territorio ruso.
Kazán está situada en el curso medio del río Volga, a medio camino entre Moscú y los Urales. Es la tradicional capital musulmana de Rusia pero, al mismo tiempo, es una clásica urbe europea.
Tres personajes clave en la historia de Rusia nacieron, vivieron o estudiaron en esta ciudad: el patriarca de la literatura rusa, León Tolstói; el fundador de la Unión Soviética, Lenin, y el mítico cantante de ópera Fiódor Shaliapin.
Su imponente Kremlin
Nada más llegar a Kazán y desde el tren, uno ya puede ver los rastros de todos esos cataclismos históricos. Empezando por su Kremlin, una atalaya flanqueada por el río Kazanka, afluente del Volga, y desde la que se divisa gran parte de la ciudad.
A diferencia de los históricos Kremlin de Moscú y Novgorod, el de Kazán es blanco y su joya no son las tradicionales iglesias ortodoxas con sus cúpulas doradas, que también las hay, sino una magnífica mezquita.
Esta fortaleza de piedra es una pequeña ciudad de 15 hectáreas que acoge desde museos hasta templos, academias y edificios oficiales, como la residencia del presidente de la república.
Tiene casi dos kilómetros de murallas, que llegan a alcanzar los 12 metros de altura. Se conservan ocho torres, cinco de ellas redondas, y todas con techo de madera, menos la Spásskaya, que es la puerta de entrada al Kremlin y está coronada con un campanario con reloj.
Torre inclinada
El Kremlin tiene una torre más, pero no forma parte de sus muros. Esta la Torre Siuyumbike, que ha sido comparada con la de Pisa, porque al igual que la italiana ésta también está torcida.
Actualmente, su inclinación es de dos metros. De ladrillo rojo, originalmente fue construida como mirador. Tiene 56 metros de altura y desde arriba se puede ver hasta el Volga.
No obstante, lo que atrae más a los turistas son las numerosas leyendas que la rodean. La más popular dice que, tras derrotar a los tártaros y destruir la antigua fortaleza, Iván el Terrible quiso casarse con una bella joven del lugar; ésta, de nombre Siuyumbike, aceptó la propuesta, pero puso como condición que se construyera una gran torre. Una vez construida, se subió a su punto más alto y se lanzó al vacío.
Majestuosa mezquita
Sin dudas, el símbolo de Kazán es la mezquita de Kul-Sharif, construida en 2005. Fue levantada en el lugar donde se hallaba la que fue destruida por Iván el Terrible. Su nombre proviene de un famoso imán y poeta tártaro que murió durante la caída de la ciudad a manos del despiadado zar.
Erigida en una plaza, su majestuosidad es mayor de noche. Su exterior es de granito y mármol blanco, con la excepción de su cúpula central y sus seis minaretes, que tienen techos de azurita. En su interior hay numerosos mosaicos y ricas alfombras cedidas por Irán.
Además, al corazón de la ciudad se llega a través de la calle peatonal Bauman, que comienza a orillas del río Kazanka, donde flanquea el Kremlin, y termina en una plazoleta que acoge al reloj más famoso de la ciudad, un original monumento coronado por las figuras de un poeta, una musa y un pegaso, que se ha convertido en un lugar de encuentro.
Kazán ya nos recibió dentro de este país inmenso. Solo queda disfrutarla y admirarla, y ojalá sea, con un nuevo triunfo de nuestra selección argentina.