José Sánchez: "Mi intención es que el tango vuelva a ser popular"
José Sánchez, bailarín y profesor de tango y folclore trabaja a diario para lograr que el tango vuelva a recuperar su lugar de importancia dentro de la cultura local. "La pasión por la danza es el mejor legado que les dejé a mis hijos", aseguró el sanfrancisqueño.
Al compás de un dos por cuatro, una pareja
se desliza por la pista y hace figuras con sus pies. Más allá, hay otras dos
que intentan hacer el "firulete" mientras un tango suena de fondo en el salón
del Jockey Club de San Francisco.
Todos son alumnos José Sánchez, bailarín y profesor de tango y folclore, que desde hace unos años viene luchando para instalar "la milonga" en nuestra ciudad y en toda la región. "Pensar tener este espacio en San Francisco era casi imposible. Por suerte eso se revirtió y con el apoyo de muchas personas y del Jockey Club pudimos concretar este sueño", afirmó el profesor.
José Sánchez tiene un amplio recorrido en el ámbito de la danza local y regional. El bailarín sanfrancisqueño contó a LA VOZ DE SAN JUSTO que se inició a los 12 años cuando acompañó a su amigo José Gallo a una clase de folclore en el taller de Sandra y Sonia Aguirre, en la ciudad de Frontera. "Fui a una clase y me gustó tanto que nunca más dejé de bailar", dijo el profesor con orgullo.
A sus 13 años, su vida dio un vuelco total cuando un familiar lo invitó a ir a vivir a otra ciudad. "Una tía y un primo - que era profesor de danzas folclóricas - se enteraron que había empezado a bailar y me ofrecieron ir a vivir con ellos a Carreras, un pueblo que queda al sur de Santa Fe", contó y agregó: "Mi mamá me deja ir porque tenía miedo que yo acá me metiera en cosas malas y eso cambió mi vida para siempre. Mi primo me hizo entrar a su grupo y empecé a perfeccionarme. En esa época comenzamos a competir profesionalmente y aprendí muchísimo en esos años. También di mis primeros pasos en la docencia con clases en los pueblo cercanos a Carreras", recordó.
"En 1996, mi primo tuvo una audición para ingresar al Ballet Nacional de Danza y quedó como miembro estable. En esa época, él iba mucho a Buenos Aires y nos implantó la movida del tango que empezaba a considerarse como un patrimonio nacional", afirmó Sánchez.
José contó que en 1999 por razones de salud de su papá retornó a la ciudad. "Me vine a San Francisco y puse una academia en el barrio La Milka porque mi intención era descentralizar el folclore y llevarlo a todos lados", apuntó el profe.
Con su desembarco en la ciudad, Sánchez estuvo varias academias tanto en San Francisco como otros pueblos de la región. También formó varios grupos con los que competió y participó de festivales en todo el país. Uno de los más recordados es el que formó con el músico folclorista Rubén "Culi" Taborda en la Peña El Arriero, que era propiedad de Luis López.
"Esa época fue hermosa. Tenemos muy buena química con "Culi" y nos animamos hacer cosas muy grandes como un festival en la peña que contó con la presentación de Tamara Castro", afirmó.
Tras estos momentos de intensa actividad se tomó un tiempo para formar su familia y consolidarse en su trabajo como encargado de una estación de servicio de nuestra ciudad.
En el 2010, Silvia Luna y Flavia Bartolomeo, de la Academia Amor y Danza, lo convocaron para ser uno los integrantes de la Embajada Cultural de San Francisco, que participó de una gira internacional por Colombia y Panamá en el marco de los festejos del bicentenario de la gesta del 25 de mayo de 1810.
Un parate
Tras regresar de ese viaje volvió a trabajar en distintas academias y formó elencos en diferentes localidades del departamento San Justo como Devoto y Brinkmann. En la mayoría, se especializó en el tango ya que es uno de los pocos profesores a nivel regional que tienen conocimientos con respecto a este tipo de baile.
Pero algo inesperado nuevamente detuvo su marcha y lo obligó a un parate. "Me diagnosticaron artritis reumatoidea. Al principio me afectó mucho y tuve que dejar de dar clases porque estaba muy rígido", apuntó.
"En el medio me detectaron que era celíaco y tuve que cambiar mi dieta. Eso permitió que la otra enfermedad se detuviera y no avanzara. Poco a poco fui mejorando y puede volver a dar clases", reveló José.
En la actualidad tiene un taller de tango en la localidad de Porteña. También, dos veces semanales dicta clases en el Jockey Club y una vez por semana en la academia Amor y Danza.
"Estoy muy agradecido por todo lo que me dio la danza porque me permitió tener muchos amigos a lo largo y ancho del país. También, la posibilidad de conocer otros lugares y personas relacionadas con la cultura de cada sitio. Ni un segundo me arrepiento de la decisión que tomé de dedicarme a esto y agradezco a todos los que me capacitaron en toda mi carrera y me ayudaron en este camino", sostuvo Sánchez.
Éxito de las milongas
José no puede disimular el orgullo que le provoca el éxito que tienen las milongas en el Jockey Club. También, afirmó que los posteo por las redes sociales de las clases al aire libre en las noches de verano en la Plaza Cívica ayudaron a difundir estas actividades. "Esta iniciativa es una idea del profesor Rubén Pérez, que consiste en invitar a bailar a nuestros alumnos en lugares abiertos y darle un nuevo espacio para desarrollar su arte",
"Si bien antes de la pandemia organizamos algunas milongas en pueblos de la región nunca podíamos hacer centro en San Francisco", indicó.
Para el profesor la buena predisposición de las autoridades, comisión directiva y el servicio gastronómico permitieron que se instale este nuevo espectáculo en San Francisco.
"Cada vez hay más gente que viene a tomar las clases de baile y quieren un lugar cerca para poder bailar", afirmó. "En la última milonga tuvimos gente de Súnchales, Las Varillas y otras localidades de la región que buscan este tipo de diversión".
Sánchez indicó que su intención "es que el tango vuelva a ser algo popular" y que la gente tenga un lugar para disfrutarlo como corresponde. También sumarlo a la larga lista de eventos que se llevan a cabo contando con los servicios que brinda la ciudad.
Y aclaró: "Antes lamentablemente tenía que irte a Buenos Aires para participar de una milonga, pero como nosotros somos ´porfiados´ te la ofrecemos acá", finalizó.
Romper con los estereotipos
José afirma que sus clases son abiertas para todo público y que se puede participar en parejas o de manera individual. El profesor pidió romper con los estereotipos que hay alrededor del tango y pensar que es un baile "machista".
"En este baile hay un dominador que lleva la pareja y la guía hacia donde debe ir. Tradicionalmente ese lugar lo ocupaba los hombres y la mujer se dejaba llevar porque el 90 % del baile está de espalda. Más que mandar es conducir", afirmó el profesor. Y agregó: "Acá no habría problema que vinieran dos hombres o dos mujeres a bailar en pareja mientras que cada uno cumpla un rol diferente", precisó.