José Feulién, el fotógrafo con Parkinson que retrata la belleza de la vida
Hay historias que inspiran, como la de José Luis Feulién, que tiene 48 años y vive en Arroyito. Padece la enfermedad desde hace 18 años. Los temblores se han hecho parte de su vida cotidiana pero no detuvieron su pasión por retratar la belleza de las cosas y una de sus fotos fue elegida entre 2.000 por la Casa de la Fotografía Mundial.
Por Isabel Fernández
La rigidez, las dificultades en el habla y el dolor forman parte de su vida, pero su historia demuestra que todo es posible cuando hay pasión y fortaleza. José Luis Feulién tiene 48 años y convive con el Parkinson hace 18. La enfermedad prácticamente lo paralizó, pero él encontró en la fotografía el motor que lo impulsa a seguir adelante a pesar de todo.
José se esfuerza día a día, es un ejemplo para muchos y elige retratar siempre lo bello de la vida, la naturaleza, los paisajes de nuestra región, las celebraciones. Nació en Sunchales pero vive en Arroyito desde hace más de 20 años. Su esposa Noelia falleció en junio del año pasado y tiene una hija, Malena de 11. Por su enfermedad tuvo que dejar de trabajar y ahora está jubilado.
Una foto que tomó en la 4ª edición del Rally Regional Arroyito en marzo pasado fue destacada entre 2.000, en el grupo de Facebook la Casa de la Fotografía Mundial, integrada por más de 10 mil aficionados de todo el mundo.
"La fotografía es mi pasión y mi vida, con la cámara en mano me siento normal. Lo pasé mal, pero es importante seguir adelante y nunca bajar los brazos si hacés lo que te gusta", aseguró a LA VOZ DE SAN JUSTO y contó que en medio de la rigidez y los movimientos involuntarios que le provoca la enfermedad, él espera los momentos de control para manejar la máquina y sacar las fotos. "Me tomo mi tiempo para sacar las fotos, busco la forma de acomodar la mano para poder sacarla", confió.
La foto del rally que fue premiada por la Casa de la Fotografía Mundial
Aferrarse a su pasión
En 2014 encaró el desafío de la fotografía con un curso en el que aprendió a manejar la cámara y todas las técnicas. Comentó que hace fotos de todo tipo, de la naturaleza, la vida, los deportes y celebraciones como casamientos o fiestas de quince.
"Quiero seguir adelante y hacer lo que me gusta, con la máquina puedo caminar mejor, sin la máquina muchas veces no, me hace olvidar mucho que tengo la enfermedad", afirmó José.
Agregó que antes trabajaba más, pero hace dos años "hacía otro tratamiento y estuve bastante mal, no podía hablar directamente, ahora estoy haciendo un nuevo tratamiento con la doctora María Inés Ballarino y estoy mejorando".
El tratamiento de una enfermedad progresiva
El Parkinson es una enfermedad progresiva e incurable del sistema nervioso, que afecta el movimiento, siendo los síntomas principales la lentitud para caminar, rigidez, temblor, inestabilidad postural.
También existen síntomas "no motores", como la pérdida de olfato, la constipacion, algunas alteraciones especificas del sueño, que pueden afectar a la persona incluso antes que aparezcan las dificultades motoras.
Es más frecuente en mayores de 50 años, aunque puede presentarse en personas más jóvenes, incluso en adolescentes, pero son casos excepcionales y generalmente asociados alteraciones genéticas determinadas.
La médica neuróloga María Inés Ballarino (MP-37766/5; ME-17055), de la Clínica de Especialidades "Enrique J. Carrá (h)" de nuestra ciudad, que atiende a José, explicó que el tratamiento de esta enfermedad es multidisciplinario.
"Por un lado, contamos con medicaciones específicas que tienen como objetivo enlentecer el empeoramiento, mejorando los síntomas que molestan al paciente. Por otro lado, es muy importante la rehabilitación motora desde el momento del diagnóstico, la asistencia psicológica y mantener una vida social activa sin dejar de lado aquellas actividades que el paciente realizaba previamente y que lo ayudan a convivir con esta enfermedad de lenta evolución", explicó la especialista. Se pueden encontrar más fotografías de José están en Facebook: José Luis Feuilén.
Una imagen que José tomó del mítico
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