Insomnio, ansiedad y tabaquismo, efectos de la cuarentena en la salud mental
Un estudio sanfrancisqueño midió el impacto del encierro en la salud mental. El confinamiento, la incertidumbre y el miedo por el "enemigo invisible", ante la pandemia de coronavirus, provoca ansiedad, dificultades en sueño, depresión y estrés entre los argentinos.
Por Isabel Fernández|LVSJ
Insomnio, ansiedad, depresión, estrés percibido y tabaquismo. Personas solas que manifiestan bienestar en el confinamiento contrariamente a los que lo transitan junto a su familia, mujeres más nerviosas que los hombres y jóvenes más ansiosos que los adultos mayores, entre otras situaciones.
La cuarentena por la pandemia de coronavirus está impactando fuertemente en los argentinos según se desprende de una encuesta online realizada por investigadores sanfrancisqueños con el objetivo de conocer el efecto en la salud mental de la gente en esta situación de encierro.
La consulta -llamada Evaluación del impacto psicológico ante la situación de pandemia por Covid-19 en la que participaron 1.977 personas de todo el país- , se realizó en las primeras dos semanas de confinamiento y reveló datos sobre el estado de ánimo cuando la cantidad de casos confirmados y muertes por coronavirus apenas comenzaban.
El confinamiento se extiende y existe evidencia que una mayor duración puede asociarse a una peor salud mental, por eso los datos son dinámicos y seguramente sufrieron modificaciones por lo que se lanzará una nueva consulta a fines de la próxima semana.
Los datos surgieron de una encuesta lanzada en las redes sociales por el doctor en Medicina, Héctor Badellino y la licenciada en Psicología, Emilia Gobbo integrantes de la cátedra Biología y Neurofisiología del Comportamiento de la Facultad de Psicología de la Universidad Uces, de nuestra ciudad, junto a Víctor Eduardo Torres del Ciecs (Conicet y UNC) y Facultad de Ciencias Económicas (UNC).
Se duerme menos de siete horas
El insomnio es el que prevalece en las noches de confinamiento. De acuerdo al estudio al que accedió LA VOZ DE SAN JUSTO, se determinó que las personas que manifestaron indicadores de ansiedad, depresión y estrés, modificaron los hábitos de sueño. "Se detectó que tienen mayor dificultad para conciliar el sueño y para despertarse y duermen menos de 7 horas por día".
Por otro lado, se concluyó que los adultos jóvenes de entre 18 y 39 años, "experimentan mayor ansiedad, depresión y estrés percibido que los adultos mayores de 65".
Contrariamente a lo que se podría pensar, el estudio determinó que las personas que viven solas "experimentan mayor bienestar en relación a quienes viven en compañía. Se observaron niveles significativamente más elevados de ansiedad y estrés en quienes comparten la cuarentena junto a otras personas".
En cuanto a la identidad de género, las mujeres experimentan niveles significativamente más elevados de ansiedad, depresión y estrés. Mientras que no se observaron esos indicadores en los trabajadores de la salud (326 personas del total de los encuestados).
También estableció que quienes cumplen la cuarentena presentan indicadores más altos de ansiedad y depresión en relación a aquellos que no la cumplen, independientemente del motivo de dicho incumplimiento.
En tanto que las personas que consumen tabaco "presentan mayores indicadores de estrés, ansiedad y depresión en relación a los no fumadores".
Si bien existen estudios previos relacionados al impacto psicológico
de la cuarentena, pertenecen a otros países con grandes diferencias culturales
en relación a la nuestra, como China, Taiwan, Corea, Senegal. Estos países han
atravesado recientemente por situaciones de cuarentena obligatoria con
epidemias como el Sars y el ébola.
En nuestro país la última cuarentena registrada e realizó en 1918, por la gripe española que tuvo medidas más flexibles, muy diferentes a las tomadas en la situación que hoy estamos atravesando y existen muy pocos registros que analizan el impacto social y psicológico de la misma.
La salud mental, un "derecho fundamental"
El doctor Héctor Badellino junto a la psicóloga Emilia Gobbo recordaron en diálogo con este diario que la salud mental "es un derecho fundamental de los seres humanos e implica un proceso determinado por componentes históricos, socio-económicos, culturales, biológicos y psicológicos" y analizaron las conclusiones del estudio.
"Como profesionales de la salud y educación, consideramos necesario obtener información precisa sobre esta variable para idear posibles estrategias de contención y tratamiento. Por eso, nuestra principal motivación con este estudio fue conocer el impacto real en la salud mental de los argentinos de esta situación tan novedosa e impredecible para nosotros", aseguraron.
- ¿Por qué los adultos jóvenes perciben más ansiedad, depresión y estrés que los mayores?
Emilia Gobbo: Los adultos jóvenes son quienes más responsabilidades tienen a nivel laboral y económico en comparación a los adultos mayores, donde la jubilación implica el cese de actividades laborales.
Si bien en este estudio no se han investigado las causas de dicho malestar, existen investigaciones previas que reportan el factor económico y financiero como uno de los principales estresores en situación de cuarentena.
Por otra parte, los adultos jóvenes son quienes más renuncias han realizado en cuanto a disminuir actividades sociales y de esparcimiento, con la consecuente sensación de aburrimiento y frustración. Generalmente los adultos mayores pasan más tiempo en sus hogares, incluso antes de la cuarentena y han debido renunciar a menos actividades sociales que los jóvenes.
- En igual medida sorprende que las personas solas tengan bienestar en este encierro ¿A qué se debe?
En relación a los indicadores emocionales observados en personas que viven solas o en compañía, podemos referir que vivir en compañía implica ciertas pautas de convivencia en cuanto a la realización de tareas domésticas, compartir espacios de la casa, compartir más tiempo del que se estaba acostumbrado y esto puede generar desencuentros, operando como factores de stress, con la consecuente sensación de ansiedad.
Por otra parte, una persona que vive sola puede administrar el tiempo y las actividades a su gusto, pudiendo decidir sobre su propia rutina. Hemos encontrado indicadores de estrés y ansiedad en personas que conviven con compañía, pero no indicadores significativos de depresión.
- El sueño es muy importante para la salud mental ¿El cambio en los hábitos de sueño tiene que ver con esta ansiedad que se vive en el confinamiento? . ¿Cómo hacer para regularizarlo?
Héctor Badellino: El sueño y su calidad puede ser un indicador de calidad de vida y de salud mental. En este caso existe una correlación estadísticamente significativa entre las personas que muestran alteraciones en la calidad de sueño con los indicadores de ansiedad y depresión moderada y severa y estrés significativo.
Hemos evaluado los siguientes parámetros: dificultad para conciliar el sueño, despertar en la noche o mañana muy temprano, horas de sueño y que el encuestado defina subjetivamente la calidad de su sueño.
Existe una asociación estadísticamente significativa entre los parámetros del sueño más intensamente afectados y los niveles altos y muy altos de ansiedad, depresión y estrés significativo autopercibido.
No tenemos datos que evalúen la calidad de sueño de la población previo a la cuarentena, ni tampoco estos análisis pueden referirse como causales, pero sí es importante la fuerte tendencia que asocia calidad de sueño e impacto psicológico.
Estudios hechos en personas que vivían en Wuhan (epicentro de la pandemia) al igual que en el personal de salud de China muestran un impacto similar al nuestro, con un diferente contexto.
Es difícil lograr un cambio en el nivel de sueño cuando una persona ha visto afectada seriamente su estilo de vida. Tampoco sabemos la calidad de sueño previa a la cuarentena, pero tratar de mantener la calma, hacer actividades físicas livianas en el día, tener horarios de despertar y de acostarse ordenados, alimentación sana, yoga, meditación son algunas de las recomendaciones posibles, sumada a la consulta a un psicólogo si la persona no puede manejar su situación emocional.
- ¿Por qué puede ser que las mujeres experimenten más ansiedad que los varones?
E.G.: Hemos encontrado diferencias significativas en relación a la identidad de género, observándose indicadores de ansiedad, depresión y estrés significativamente más elevados en mujeres que en hombres. Si bien en este estudio no hemos indagado acerca de las causas, podemos realizar algunas inferencias.
Las razones podrían ser varias, históricamente las tareas domésticas han sido de carácter casi exclusivo de las mujeres, si bien es un paradigma que está cambiando, nuestra cultura sigue siendo machista y en los hogares suelen ser las mujeres las responsables de esta tarea y los hombres "colaboran" en menor medida.
Por otra parte, suelen ser las mujeres quienes se encargan de las actividades y tareas de niños en edad escolar, y esto es un factor de gran estrés, ya que los docentes envían diariamente muchas actividades que requieren del acompañamiento de un adulto.
Sumado a esto, muchas mujeres siguen trabajando en actividades esenciales, o han adaptado su trabajo a modalidad online, y a esto se suma el rol de maestra o profesora de sus hijos.
Las tareas de cuidado no solo de niños, sino de ancianos o de personas vulnerables, por lo general están reservadas a las mujeres, y ante una situación de amenaza a la salud como la que estamos viviendo, esta tarea se vuelve más demandante y estresante.
- Si bien el análisis se hizo en las primeras dos semanas de cuarentena y determinó que los trabajadores de la salud no presentan indicadores de estrés ¿Eso puede estar cambiando ahora con el avance de la cuarentena? ¿Qué puede causar estrés en los médicos o enfermeros?
H.B.: Los indicadores de ansiedad y estrés autopercibido no mostraron diferencia estadísticamente significativa entre los trabajadores de salud y la población general, pero los trabajadores de salud tuvieron significativamente menos depresión moderada y severa que la población.
Debemos tener en cuenta que a dos semanas de comenzada la cuarentena, cuando se inicia la encuesta, los casos declarados en la ciudad eran muy bajos -sólo uno local, actualmente hay dos- como lo eran los casos a nivel nacional, sin evidencia de circulación del virus en la población local, por lo que la exposición del personal de salud era aún baja. Resulta interesante conocer el eventual impacto psicológico con el devenir de los días.
- ¿El hecho de fumar causa mayor estrés o simplemente las personas fuman por la misma ansiedad?
H.B.: No se puede establecer una relación de causalidad entre el hecho que una persona fume y los niveles de ansiedad , depresión ni estrés, pero si se puso en evidencia una relación muy fuerte desde el punto de vista estadístico.
El cigarrillo puede ser un elemento utilizado como un "tranquilizador" en las personas sometidas a una tensión psicológica aumentada, aunque los porcentajes -que no tuvieron significación estadística- muestran una mayor cantidad de gente que refiere que fumó menos en la cuarentena que los que fumaron más o comenzaron a fumar.
El doctor Héctor Badellino y la licenciada en Psicología, Emilia Gobbo, los investigadores que llevan adelante el estudio
Lanzarán una nueva encuesta
A fines de la próxima semana se lanzará en las redes sociales la segunda parte del estudio, a un mes de la encuesta de la que se muestran los resultados y ante la extensión de la cuarentena. El doctor Badellino adelantó que se intentará "poner en evidencia si se producen cambios en el impacto psicológico de la sociedad ante la pandemia. Se agregarán algunos indicadores medioambientales y sociológicos para conocer la eventual asociación entre estilo-calidad de vida con los indicadores de ansiedad, depresión y estrés".
Badellino invitó a toda la población mayor de 18 años a participar del estudio del que LA VOZ DE SAN JUSTO se hará eco en su momento. "Es muy importante conocer el impacto psicológico de la pandemia, para poder trabajar preventivamente desde Salud Pública en los indicadores que muestran alteraciones evidentes", remarcó.
Finalmente aclaró que los resultados "no permiten inferir causalidad, pero las tendencias cuando desde el punto de vista estadístico son significativas, son indicadores importantes que permiten asociar variables, por ejemplo sexo femenino, adulto joven, vivir acompañado con mayores niveles de ansiedad, depresión y estrés autopercibido".