Inés y la natación como forma de vida
La pequeña nadadora de 12 años, Inés Marengo, nació con mielomeningocele, un defecto del tubo neural en el cual los huesos de la columna no se forman totalmente, que no le permite caminar pero que jamás le impidió hacer lo que más le gusta: nadar, algo que practica desde los 2. Días atrás tuvo una experiencia inolvidable: su primer torneo promocional, en el natatorio del "Kempes".
Con tan solo 12 años, Inés
Marengo demuestra día a día su ejemplo de superación, una superación que, luego
de 10 años de práctica continua de natación, la catapultó días atrás en su
primer torneo promocional en el natatorio del estadio "Mario Alberto Kempes",
de la ciudad de Córdoba.
La pequeña Inés, con la sonrisa reluciendo permanentemente en su cara, resume en pocas palabras que la natación ya forma parte de su vida y que ella le ayuda a diario a demostrar que la mielomeningocele con la que nació y le impide caminar, no podrá nunca detenerla dentro del agua.
Esta afección genera un defecto del tubo neural en el cual los huesos de la columna no se forman totalmente. Esto provoca un conducto raquídeo incompleto.
Nada de eso, nunca, frenó a Inés, que con tan solo dos años, por recomendación médica, se zambulló por primera vez en el agua de la pileta del Sport Automóvil Club y que, desde entonces, adoptó a la disciplina como parte de su vida, como ella recalca.
El pasado fin de semana, en el "Kempes", junto a varios compañeros más del club, bajo la atenta mirada de los entrenadores Andrés Córdoba y Marcos Suárez, viajaron a Córdoba y participaron del evento organizado por la Federación Cordobesa de Natación.
Allí, en natación adaptada, Inés cosechó el segundo lugar en estilo pecho y el tercero en estilo crol.
En diálogo con LA VOZ DE SAN JUSTO, a quien recibió amablemente en la pileta del Sport, Marengo contó cómo inició la natación, qué significa en su vida y la experiencia cosechada en la Docta.
A pura sonrisa. La pileta, el agua, sus profes y compañeros, una rutina que Inés disfruta a diario
"La natación ya forma parte de mi vida"
En el inicio de la charla, Inés remarcó que "hace desde los dos años que hago natación"."Empecé a nadar hace 10 años, cuando tenía dos, porque el médico me lo recetó y desde entonces me sigue gustando practicarlo", añadió la joven de 12 años.
Y relató: "Yo tengo un problema de nacimiento que se llama mielomeningocele que no me permite caminar. Por eso no puedo hacer patadas y movimientos de piernas para nadar". Ello hizo que Marengo adoptara los estilos pecho y crol como propios.
"Me gusta nadar, lo disfruto. Me gusta porque ya forma parte de mi vida. Vengo dos veces a la semana a nadar y el viaje a Córdoba significó mucho para mí", apreció.
Más allá de los 10 años de entrenamiento, Inés no había salido de la ciudad para competir algo que el pasado fin de semana quedó atrás con su participación en Córdoba.
"El sábado pasado hice un torneo en el que salí segunda en pecho y tercera en crol. Fue la primera vez que competí fuera del club. Me gustó la experiencia, el entrenamiento y me gustaría seguir asistiendo a esta clase de torneos", afirmó Marengo.
Inés y Andrés Córdoba, su entrenador
"Tengo el enorme placer de acompañar a Inés"
Uno de los entrenadores de Inés, Andrés Córdoba, sostuvo: "Tengo el enorme placer de acompañar a Inés en sus prácticas deportivas de natación. Nosotros nos conocimos cuando empecé a trabajar en el club, hace unos 3 años y medio".
"Inés, por su afección, no puede realizar el estilo con total desenvolvimiento en cuanto a los movimientos que componen un estilo de natación como lo son los de brazos y piernas. Ella solamente puede trabajar con movimientos de brazada y en ese marco los estilos que trabajamos son de crol y pecho", continuó relatando.
Y enfatizó: "Tratamos siempre que todas las actividades y ejercicios que ella realiza en el agua sean bien variados, para que no se aburra y salga de la monotonía. Tratamos de trabajar todas las capacidades: fuerza, resistencia, flexibilidad, velocidad y al mismo tiempo capacidades coordinativas: coordinación, equilibrio y todas las destrezas y habilidades motores que ella pueda realizar al máximo en el agua".
A pura sonrisa. La pileta, el agua, sus profes y compañeros, una rutina que Inés disfruta a diario
Según enuncia en su página web el
Hospital Garrahan, el Mielomeningocele (MMC) se origina en un defecto en el
cierre del tubo neural. Al fallar el cierre de los huesos de la columna
(vértebras) quedan desprotegidas la médula y las raíces nerviosas alterándose
su función, que es llevar las órdenes (impulsos nerviosos) del cerebro al resto
del cuerpo. Desde el sitio de la lesión hacia
abajo se alteran las sensaciones al tacto, dolor, temperatura y movimiento,
ocasionándose trastornos visibles como los de caminar y correr y otros menos
evidentes pero igualmente importantes como trastornos al hacer pis y defecar. La malformación ocurre
tempranamente en la vida intrauterina (alrededor de los 23 a 28 días de edad
del embrión), cuando la mamá aún no sabe que está embarazada, y puede ocurrir a
distintos niveles de la columna: Cervical, Torácico, Lumbar o Sacro. El MMC es un defecto
multifactorial (o sea que la causa no es única, sino que estarán implicados
múltiples factores), participando un factor genético predisponente, asociado a
la falta de una vitamina llamada ácido fólico. En Argentina se presenta en
alrededor de 1 niño cada 1.500 recién nacidos. En el paciente con MMC se afecta
en primer lugar el sistema nervioso, y a partir de éste, en forma secundaria la
marcha, el aparato urinario y el digestivo.¿Qué es la Mielomeningocele?
Mirá la charla con Inés