Historias de una pasión: fanáticos de Divididos

Entre los seguidores de la aplanadora del rock suceden cosas excepcionales que hablan de un fanatismo que no conoce edad. La banda llegará en pocos días a San Francisco y es grande la expectativa. Beto; Eloy; tres generaciones de una familia y María Eugenia Gordo comparten el deseo de que Mollo y los suyos saquen lustre de su chapa rockera.
El jueves 21 de marzo tocará Divididos por primera vez en San Francisco y los fanáticos se muestran expectantes con su llegada.
La banda liderada por Ricardo Mollo, Diego Arnedo y Catriel Ciavarella desembarcará en la Sociedad Bomberos Voluntarios con el tour "30 años haciendo cosas raras".
En nuestra ciudad los esperan fanáticos de todas las edades que desentrañan su admiración por la aplanadora del rock and roll.
Los seguidores, músicos como Beto Illusi y Eloy Arposio, explican cómo la música de Divididos les mueve el piso e inspira; hoy, afirman, lo suyo se mantiene más vigente que nunca. Por su parte, tres generaciones de una familia de admiradores del power trío no pueden ocultar la emoción que le genera reencontrase con sus ídolos. Lo mismo siente María Eugenia Gordo, a quien su hermano le contagió la pasión por la banda.
Con un gracias eterno por venir a San Francisco y por la música que crean disco tras disco, San Francisco los recibe con la adrenalina de la primera vez.
Lo lleva en la piel
Con 25 años, Eloy Arposio, otro músico local, muestra orgulloso su tatuaje con la frase de Divididos: "Vengo de ayer, no soy ayer", que pertenece a la canción "Senderos", del material discográfico "Amapola del 66".
"Uno vivencia diferentes momentos para ser lo que es hoy, pero no es el mismo que el de ayer, y eso es verdad. La persona evoluciona, la música también y yo lo hice gracias a Divididos", dijo Eloy, que se reencontrará con Mollo y los suyos por tercera vez en su vida.
"Que estén en San Francisco me da una cierta sensación de pertenencia, de saber que están acá, en casa. Lo único que quiero es conocerlo a Ricardo Mollo, darle un abrazo y decirle gracias por todo", reconoció.
Como guitarrista, "mi evolución como músico fue gracias a ellos. En la búsqueda de todo artista siempre hay un referente. Empecé con Chizzo de La Renga, pasé a El Bordo pero cuando escuché a Divididos supe que por ahí iba la cosa".
Eloy lleva al power trío hasta en la piel
De
adolescente, Eloy se topó con su música y todo cambió. "Empecé escuchando
'Elefantes en Europa' del disco 'Narigón del siglo'; después siguieron otras y
otras. Divididos empezó a causar en mí sensaciones que no sentía antes con
otras bandas".
Eloy tuvo que postergar su carrera universitaria, pero finalmente se recibió de profesor de Educación Física y Divididos fue un "faro" en ese momento difícil. "Descubrí que había algo más de Divididos que su música. Mollo me demostró que la humildad, la sinceridad valen más que cualquier cosa. Él fue el faro que me guió en el camino oscuro que estaba atravesando", recordó Eloy.
Una nena de antes
La sanfrancisqueña María Eugenia Gordo es bioquímica y docente en la Facultad de Medicina de la Universidad Nacional de Córdoba. Siempre tiene un motivo para regresar "al pago", pero esta vez, será especial. Ya tiene su entrada, perfectamente guardada, como un tesoro.
Tal es su devoción que su perrita se llama Amapola -por la canción y nombre del octavo disco de la banda, "Amapola del 66"-. "Mi departamento es de Divididos, el que me conoce sabe que es lo que más me gusta en el mundo", confiesa María Eugenia, que atesora posters, decenas de púas, fotos y hasta una botella de agua que el mismo Mollo le dio en un recital.
"No puedo creer que estén en mi ciudad natal, no caigo. Hace tiempo que los esperábamos. Lo que más quisiera es que me salude Mollo y poder decirles `gracias´ por todo lo que me dieron en este tiempo", cuenta a LA VOZ DE SAN JUSTO.
María Eugenia Gordo junto a si perra que llamó Amapola, en honor a un disco
"Divididos tiene eso que muy pocos tienen: convoca a grandes y chicos. Mollo se emociona cada vez que hay un chico viéndolo en un show".
La bioquímica descubrió a Divididos en 1998, gracias a que su hermano Federico, que llevó a casa una canción que a ella no la atrapó por su ritmo, sino por una frase que le despertó una felicidad difícil de explicar. "En mi casa siempre se escuchó rock, mis padres siempre fueron seguidores de Sumo, Charly García, Pappo, Pedro Aznar y mi hermano trajo una curiosidad, era la canción 'Nene de antes' - del álbum Gol de mujer (1998)- y me causó mucha gracia una frase del tema que era `sudaba como una ballena en ascensor´ y ahí dije: '¡Por Dios, qué escribe esta gente!´. Eso me cautivó", recordó.
La anécdota se convirtió en fanatismo
"Fuimos a verlos por primera vez con mi papá a la ciudad de Córdoba y a los 15, cuando mi hermano Federico se muda a la docta para estudiar en la universidad, tuve la oportunidad de viajar para verlos", contó.
María Eugenia hizo locuras y no se arrepiente. "En 2014 me aposté durante dos horas frente a la casa de Mollo para ver si había alguna chance de al menos saludarlo. Eso no pasó, ni Natalia Oreiro estaba pero me saqué la foto ahí y fui feliz".
Otro de los momentos memorables para esta fanática fue el recital "30 años haciendo cosas raras", el pasado 15 de septiembre, en el Hipódromo de Palermo de Buenos Aires.
"La puesta en escena, los invitados; todo fue una locura. Fue un rally ir al recital; volver en avión desde Buenos Aires hasta Córdoba; tomarme un colectivo hasta San Francisco porque mi papá cumplía años y no le podía fallar. Fue de locos, pero inolvidable", aseguró.
"Los estábamos esperando"
Beto Illusi,
músico y profesor de batería, escucha desde su formación como artista a
Divididos; específicamente desde la disolución de Sumo. "Estamos muy contentos de
que venga Divididos, los estábamos esperando desde siempre. Es un orgullo que
estén en la ciudad porque es una de las bandas más influyentes para cualquier
músico y por su trabajo, estoy agradecido infinitamente", expresó Beto, que a
sus 46 años disfrutará de su banda favorita sin tener que moverse de su ciudad.
Para él, Divididos es diferente a cualquier otra banda argentina. "Es un grupo que es muy especial. Las letras son poéticas pero se vuelcan más en lo musical. El trabajo de la banda está ahí", dijo con conocimiento.
Beto Illusi, un apasionado y un inspirado por el rock que nunca morirá
Un amor que nació con Sumo
El primer acercamiento de Beto al rock argentino fue mientras estaba cursando el nivel secundario en el Ipem Nº 145 "Dr. Francisco Ravetti". Allí, sus compañeros le acercaban los primeros casetes de Sumo, donde había un pelado con acento extraño, entre español e italiano, que cantaba un estilo rock, punk y notas de reggae. "No teníamos más que los casetes y alguna revista Pelo que comprábamos para ver quiénes eran esos tipos que decían llamarse Sumo. Leíamos las letras, los nombres y nos daba curiosidad escucharlos más y más porque Sumo era atrapante", relató Illusi.
Cuando muere Luca Prodan, en 1987, y con la natural división de Sumo entre Las Pelotas y Divididos, Beto siguió adelante con su fanatismo.
A los 24 años viajó a Rafaela en un viejo Peugeot 504 rural que le prestó su papá. "Recuerdo que junté plata para ir y tocaron durante tres horas de corrido. Me volaron la cabeza".
Beto revive la música de Sumo y temas de Divididos con su grupo de covers "Viejos Vinagres". "Es una especie de tributo, una forma de mantener viva la pasión por estos grandes de rock nacional", concluyó.
Devoción generacional
En barrio 9 de Septiembre, los acordes de Mollo suenan y fuerte. Sofía Gudiño, de 25 años, es chef y mientras elabora las empanadas para el almacén que atiende su abuela, mira con cariño a su mamá, Silvia Toninetti (51), de la que heredó su pasión por Divididos.
En medio del "pogo" familiar, Amapola se hace presente. La hija de Sofía, de tres años, lleva nombre de canción.
Con el sueño cumplido de que se presente la banda en la ciudad, estas mujeres esperan que Mollo conozca a la más pequeña de la familia, que ya "pinta" fan.
"En el último recital que fui, en un boliche en Sunchales, le pedí a Mollo que le cantara el feliz cumpleaños a mi nieta, y lo hizo aunque la nena no estuviera presente -relató Silvia-. Es un grande y estamos agradecidas por su humildad y su música".
"Va a ser la mejor experiencia porque lo vamos a vivir juntas, las tres generaciones", adelantó restando los días hasta el recital en Bomberos.
Prepararon un cartel para que la fans más pequeña de la familia conozca al líder de la banda
Rockera desde la cuna
Silvia es una privilegiada. La mujer, fanática de Sumo, tuvo la oportunidad de ver a Luca Prodan y su banda en una edición del Chateau Rock, en Córdoba, en 1987. Esa experiencia única para ella, continuó viva y latente hasta que nació Sofía; la cual escucha rock desde la cuna.
"Me acuerdo que desde muy chiquita mi mamá me prestaba los walkman y ponía un casete de Sumo", aportó Sofía.
"Tenía 16 cuando empecé a escuchar Sumo; tenía los casetes, me prendía a las radios y compraba la revista Pelo para saber más sobre la banda", agregó.
Cuando falleció Prodan, empezó a seguir a Divididos y Las Pelotas, "las nuevas formaciones, porque no creo en las rivalidades". "Para mí, que mi hija y mi nieta escuchen la música que a mí me gusta me llena de orgullo", concluyó Silvia.
Ellos piden...
María Eugenia, Beto, Silvia, Sofía y Eloy esperan que no falten en el show en Bomberos:
"`Nene de antes´ y `Soy quien no ha de morir´, temas que me marcaron mucho y aunque los tocan poco, en San Francisco que es la primera vez, no pueden faltar".
María Eugenia
"En la lista no pueden faltar `Paisano de Hurlingham´, `Zombie´, `Ala Delta´, `Hombre en U´ y `Amapola del 66´".
Beto
"Quiero `Amapola del 66´, `Senderos´ y `Brillo triste de un canchero´.
Eloy
"Queremos que cante `Amapola del 66´ para nuestra pequeña y si Ricardo puede, que la suba al escenario".
Silvia y Sofía
El show
Divididos se presentará el jueves 21 de marzo a las 22 en Bomberos.La entrada cuesta $850 y ya está a la venta en diferentes lugares. En nuestra ciudad, en Gambino ShowSport (Mitre 372) y en la ciudad de Córdoba, en Disquería Edén (Obispo Trejo 15), Locuras (Buenos Aires 514), Patio Olmos (Av. Vélez Sarsfield 361), Nueva Terminal de Ómnibus (Av. Perón 450, Local 12) y Oktubre Rockería (9 de Julio 138, Paseo del Sol, Local 30).