Hermanos y emprendedores: abrieron fábrica de cerveza artesanal en Sacanta

Sus productos tienen presencia actualmente en bares multimarca de Córdoba, Villa Carlos Paz, Las Varillas y Arroyito.
El pasado jueves 23 de marzo quedó inaugurada oficialmente la fábrica de Cerveza Artesanal "Checa", en la localidad de Sacanta, ubicada en el departamento San Justo. Su nombre tiene relación directa con el país que mayor consumo anual per cápita tiene de esta bebida (152 litros de cerveza anuales es el consumo en República Checa), y es un proyecto familiar de tres hermanos, Paula (32), Juan Cruz (29) y José Fernández (26).
El menor de ellos aseguró a LA VOZ DE SAN JUSTO que la idea es "pisar fuerte" en la región (en los departamentos San Justo, Río Segundo y Río Primero), aunque reconoció que hasta el momento les resultó más sencillo instalarse en mercados como Córdoba y Carlos Paz, donde la cultura cervecera artesanal está más arraigada: "La ofrecimos en muchos lugares, en bares del corredor de la ruta 13, pero es más difícil cambiar el paradigma de la gente de la zona que la de las sierras o la de Córdoba. Acá cuesta el primer paso porque para vender este producto hay que realizar una inversión ya que nosotros vendemos el producto en barril", explicó José Fernández.
Claro que no termina ahí, porque Checa -para sus dueños- debe ser parte de los negocios y bares regionales: "Nosotros tratamos de ayudar a los comerciantes porque nuestra idea es que consuman nuestras cervezas, hacernos fuertes, pero lo estamos tratando de a poco, culturizando a la gente en lo que es la cerveza artesanal", agregó.
Pese a ello, sus productos tienen presencia actualmente en bares multimarca de Córdoba, Villa Carlos Paz, Las Varillas y Arroyito, entre otros.
La pequeña empresa produce10.000 litros de cerveza mensuales, cifra que quiere elevar a 30.000 litros desde septiembre próximo tras una segunda inversión en la planta que funciona en una ex estación de servicios de la localidad de Sacanta.
La elaboración está a cargo Luis (esposo de Paula), joven licenciado en Química, con un doctorado en el Instituto Balseiro, de Bariloche.
Hoy la flamante firma ofrece cinco variedades insignia de la marca: Cotton Field Porter, Mesopotamia Wheat Ale, Good Devil Red Ale, Silky Mild Ale y Strong Bitter.
Visionarios
Los hermanos Fernández antes de meterse de lleno en el negocio de la cerveza artesanal se dedicaban -y lo siguen haciendo- al negocio agrícola-ganadero, legado de su abuelo y su padre.
Pero un día, Paula decidió marcharse hacia Bariloche junto a su marido, y Juan Cruz y José pensaron cómo mantenerla relacionada a los negocios familiares. Fue allí que apuntaron a la gastronomía: "El destino hizo que Paula se vaya a vivir a Bariloche con su familia. Estábamos con mi hermano trabajando en el campo, viendo la posibilidad de iniciar un negocio gastronómico en Bariloche. Pero ella finalmente volvió a Sacanta. Analizamos la situación, mi hermana viviendo de Bariloche trajo la idea de la cervecería y teniendo en cuenta que ese negocio andaba muy bien y a la vez que veíamos todo muy verde en Córdoba decidimos arrancar con el emprendimiento", explicó José.
Cerveza "tirada"
"Por ahora, llevamos barriles para que en los bares hagan cerveza tirada. Elaborar cerveza en lata o en botellas no está en nuestros planes aún", relató Fernández, quien agregó que "el producto en botella y en lata es difícil que le llegue a todos los clientes como se saca de fábrica por el tema de la pasteurización".
Al ser consultado sobre por qué decidieron emprender en Sacanta con la cerveza artesanal, José respondió: "Primero porque decidimos hacerlo en un lugar donde sonara artesanal, donde el interior le dé el toque particular y se diferencie del resto a la hora de la comercialización. Otro tema es la mano de obra, en la zona es más fácil tener gente de confianza aunque se complica un poco la cuestión de la distribución por la distancia, pero priorizamos otras cosas", indicó.
La fábrica cuenta actualmente con unos diez empleados entre los directos e indirectos.La planta ocupa el edificio recuperado de una vieja estación de servicios -que también fue un comedor- donde ya se llevan invertidos cerca de cinco millones de pesos.
"Todos los días nos llega un currículum nuevo, tratamos de hacer un trabajo profesional porque nuestra intención es competir con la marca de más antigüedad en el rubro", afirmó José, quien sobre los desafíos de la fábrica comentó: "La intención es llegar a tener un bar exclusivo en Córdoba, pero primero tenemos que ver el funcionamiento de nuestro producto en los bares".