Hacia una ciudad de eventos
Hay que profundizar la conciencia de que los grandes logros se consiguen si hay participación, cercanía, diálogo y comunión de esfuerzos. Si existe esta convicción, podría convertirse rápidamente en realidad.
Se concretó recientemente una reunión entre el municipio y entidades intermedias bajo el título "Ganas de San Francisco". La intención fue la de iniciar un trabajo multisectorial para imaginar la ciudad que viene. Así lo ha sostenido el propio intendente municipal cuando señaló que debemos tener ganas de "ponemos a pensar, de imaginarnos, de querer, de desear en qué ciudad queremos vivir, pero no sólo en dónde queremos vivir sino cuál es la ciudad que nosotros pensamos y deseamos para los próximos 30 años, para las próximas generaciones".
Así, en las rondas de trabajo fue surgiendo la idea de posicionar a San Francisco como una ciudad de eventos. Disertaciones, charlas, congresos, espectáculos y otras alternativas que permitirían reposicionar a nuestra ciudad y otorgarle un nuevo atributo a su reconocido perfil productivo. El debate pasa por conocer qué tenemos y qué nos falta para congregar durante todo el año a muchos visitantes que lleguen a trabajar, a aprender o a divertirse.
Posicionarse como destino de convenciones, congresos y otros eventos significaría un impulso especial para numerosas actividades locales, como por ejemplo la gastronomía, la hotelería y el transporte. Esto significa un desafío, no solo para los responsables de esos y otros sectores, sino también para las autoridades municipales que deben encontrar el modo de trabajar en conjunto y brindar beneficios que permitan el desarrollo de estos servicios. Son imprescindibles los traslados adecuados desde aeropuertos o terminales de colectivos, taxis y remises, así como una variedad de opciones y categorías en materia de hoteles y comedores.
En este tiempo también se impone que las telecomunicaciones y la presencia de Internet formen parte del análisis para alcanzar el posicionamiento como ciudad de eventos. El equipamiento tecnológico y las posibilidades de acceso son determinantes a la hora de desarrollar algún proyecto que invite a la gente a llegar a San Francisco. Así también no podrá descuidarse el tema de la seguridad. Y, por cierto, deberá acrecentarse el número de espacios privados o públicos en los que puedan llevarse a cabo estos emprendimientos.
Si se optimizan estos aspectos y otros similares, es posible convertir a la ciudad en un espacio que albergue eventos todo el año. Porque el primer requisito casi está cumplido: la hospitalidad, la alegría de ser anfitrión y de mostrar lo que somos es una característica que nuestra comunidad posee y que se potenciaría puesto que la participación de las entidades representativas en todos los proyectos que puedan llevarse a cabo.
"Construir" una ciudad especializada en eventos implica pensar entre todos las mejores alternativas. Quizás lo más importante de esta iniciativa es profundizar la conciencia de que los grandes logros se consiguen si hay participación, cercanía, diálogo y comunión de esfuerzos. Si existe esta convicción, podría convertirse rápidamente en realidad, pues, en palabras del jefe comunal, "tenemos con qué y cómo hacerlo".