Historia
Hace 100 años Gardel cantó en San Francisco y Razzano entró en el terreno de la leyenda
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Además de cumplirse hoy el centenario de la actuación del dúo en San Francisco, también hace cien años que se apagó la voz de Razzano. Una historia cuenta que su última actuación como cantante fue aquí, mientras otros sostienen que ocurrió días luego en Rafaela.
Por Arturo A. Bienedell | LVSJ
El 28 de setiembre de 1925, debutó en el Teatro “Moderno”, de Iturraspe y Mitre, el dúo que formaban Carlos Gardel y José Razzano. No sabían que con esa presentación entraban en la historia por ser -posiblemente- la última función donde Razzano cantó y con muchas dificultades.
La crónica previa de LA VOZ DE SAN JUSTO señaló: “Constituye sin duda un acontecimiento artístico el debut del dúo nacional Gardel - Razzano que anuncia la empresa del ‘Moderno’. La ya larga y destacada actuación de estos notables artistas de la ‘vidalita’, en los escenarios nacionales y extranjeros, son motivo suficiente para anticipar el éxito y los llenos que el dúo obtendrá en nuestra ciudad. Creemos que, por conocidos, están de más nuestros comentarios que por fuerza deben ser gloriosos”.
El anuncio fue elocuente de las expectativas que despertó la actuación del dúo en su gira por el interior del país. Aquí fueron traídos por el empresario Pedro Doliani y los artistas accedieron a fotografiarse en distintas tomas, con él y el fotógrafo José Paolantonio, en el estudio de este último.
Antes de venir a San Francisco, estuvieron en la Estancia Huetel, de Concepción Unzué de Casares, en el interior bonaerense, donde participaron de una cena para agasajar al príncipe Eduardo de Windsor.
En nuestra ciudad se habían hospedado en el hotel que se hallaba en la esquina de Bv. 9 de Julio y Rivadavia y allí hicieron base para circular por la región.
Según testimonio de Francisco Delzzoppo, dado en 1993 al recientemente desaparecido periodista de Canal 2, Rubén Bonino en video conservado en el Archivo y Museo, él que era un joven inquieto y aficionado a las artes y trabajaba para Pedro Doliani, acompañó al empresario de espectáculos y a los artistas hasta Morteros, donde actuaron con normalidad. No obstante, al regreso, Razzano tuvo una afonía que luego se complicó.
El día 25, “el oriental”, como se lo conocía, experimentó alguna mejoría que les hizo pensar que por la noche podría cantar sin problemas.
José Alberto Navarro, historiador de San Francisco, escribió sobre la actuación del dúo que transcurrió entre la aceptación del público y el reclamo de quienes habían quedado sin poder ingresar a la sala, por lo que Gardel, desde un balcón del primer piso del teatro, entonó algunos temas para ellos. También el profesor Norberto Palancar hizo en el año 2000 una detallada descripción del relato de Delzzoppo, agregando que hubo aquí dos actuaciones el 28 y el 29, con igual situación para Razzano.
Volviendo a Delzzoppo, mencionó que Gardel tuvo que hacer frente a todo el espectáculo cantando y que Razzano apenas entonó un tema y no pudo seguir el repertorio al perder la voz, por lo que se limitó a acompañar con su guitarra los gorjeos del “zorzal”. Por esto Razzano le entregó esa madrugada a Delzzoppo una receta escrita en francés que él llevó al farmacéutico Dapozzo, en Bv. 9 de Julio 1987, quien preparó de inmediato la medicina allí especificada.
Simón Collier en un libro de 1986 trató ligeramente el tema, pero Julián y Osvaldo Barsky, en su “Biografía de Gardel”, editada en 2004 y que se halla en la biblioteca del Archivo y Museo, lo mismo que texto de Collier, al referirse a esta situación escribieron: “Luego de la presentación del dúo en San Francisco, Razzano nuevamente comenzó a sentir molestias en la garganta, Gardel lo alentó a seguir y llegaron a Rafaela, para debutar el 30 en el Cine “Colón”. Pero para Razzano será un debut y despedida: apenas si logró intervenir en una canción a dúo cuando el dolor se volvió insoportable. Desesperado le susurró a su compañero que finalizara él solo la actuación.
De regreso en el hotel donde se hospedaban, meditó sobre su situación y al día siguiente comunicó la decisión que había tomado: querido Carlos, ¡yo no canto más!”.
Desde allí, Gardel continuó como solista los últimos diez años de su carrera y nació para nuestra región la leyenda sobre la última canción de su popular compañero, “el oriental” José Razzano.