Interna libertaria
Germán Cassinerio: “No vinimos a ser un furgón de cola, el Partido Libertario va con lista pura”
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El tercer candidato en la lista del Partido Libertario en Córdoba marcó distancia con La Libertad Avanza, a la que acusó de haberse llenado de “casta”, y defendió la coherencia de su espacio: “No nos mueve el reparto, sino la convicción”. Cassinerio ratificó su apoyo a Javier Milei, aunque aclaró que no van a transar principios por cargos.
El cierre de listas en Córdoba dejó, para Germán Cassinerio, una radiografía nítida de la política provincial: fragmentación, oportunismo y acuerdos de coyuntura. “El cierre de listas mostró la verdadera cara de la política cordobesa. Fragmentación, oportunismo, acuerdos solamente de coyuntura para cuidar cargos, no ideas”, expresó. A su juicio, los viejos partidos de la casta “se partieron porque lo único que los mantenía unidos era el reparto del poder”.
Frente a ese escenario, reivindicó la decisión del Partido Libertario de seguir un camino propio. “Nosotros elegimos otro camino, no nos mueve el reparto, nos mueve la convicción de que Córdoba necesita menos impuestos, menos privilegios y más libertad. Mientras ellos se pelean por espacios en las listas, nosotros nos preparamos para cambiar el sistema desde las ideas y desde la coherencia”, enfatizó en entrevista con LA VOZ DE SAN JUSTO.
La presentación de una lista pura, sin alianzas con La Libertad Avanza, fue —según Cassinerio— una decisión ineludible. “No vinimos a ser un furgón de cola de nadie”, afirmó. “Nuestra lista es propia porque tenemos diferencias profundas con quienes intentan apropiarse del sello liberal sin haberlo practicado nunca. Para nosotros ser liberal no es un marketing de campaña, es reducir el gasto político, terminar con los privilegios, abrir la economía, devolverle poder al ciudadano. No se puede hablar de libertad con la misma estructura que hace 20 años vive de la política. Nuestra coherencia es lo que nos distingue”.
El dirigente no dudó en cuestionar con dureza a la boleta de LLA en Córdoba que encabezan Gonzalo Roca y Laura Soldano. “Hoy la casta la tenés toda dentro del partido de la familia Menem. Está lleno de radicales, de dirigentes que nunca militaron el liberalismo y que ahora lo usan como un negocio más. En esa lista aparecen nombres de la vieja política cordobesa que hace 30 años que están en los cargos. Si eso no es casta, redefinamos el concepto”, disparó.
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No obstante, aclaró que su espacio respalda al Presidente. “Apoyamos a Javier Milei, nunca vamos a estar en la vereda del frente. Pero sí vamos a estar al costado, marcando los errores. Por eso no formamos parte de un armado donde conviven sectores que nada tienen que ver con el liberalismo. No vamos a transar principios por cargos”, aseguró.
En ese marco, Cassinerio describió las elecciones en la provincia como “una gran prueba de fuego” para el liberalismo. “Córdoba siempre fue protagonista del cambio porque se resistió al centralismo porteño y a los relatos del poder. Ese espíritu hoy se canaliza en el liberalismo. Menos Estado, más trabajo, más producción: ese es el mensaje que defendemos. La prueba que tenemos no es solamente electoral, es demostrar que la gente ya no quiere el populismo maquillado ni la vieja casta disfrazada de nueva. El desafío es consolidar un espacio que ponga las ideas por encima de los acuerdos ocasionales”, sostuvo.
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Sobre la posible baja participación en las urnas, reconoció que representa un riesgo para la democracia. “Sí, creo que es un problema. Hay mucha gente cansada de la política tradicional y su forma de manifestar ese cansancio es no ir a votar. Siempre son los mismos candidatos, con los mismos discursos y los mismos nombres. Pero también puede ser una oportunidad: nosotros representamos a miles que nunca se sintieron identificados con nadie y ahora encuentran una alternativa distinta”, señaló.
Cassinerio advirtió que la apatía ciudadana, si no se revierte, termina favoreciendo a los oficialismos y a los candidatos más conocidos. “La baja participación beneficia a quienes ya están posicionados, porque la gente normalmente vota lo conocido. Por eso nuestro desafío es mostrar que sí hay un camino para terminar con los privilegios de la política. Nosotros no nos manchamos: seguimos levantando la bandera de terminar con la vieja política de manera real”, concluyó.