Día de la Tradición
Gabriel Zénere: "Para mí, el folclore es como un refugio”
Las tradiciones argentinas siguen vivas en las nuevas generaciones. La historia de Gabriel, en esta nota.
Por María Laura Ferrero | LVSJ
"Yo creo que la juventud es lo más puro que tenemos; no hay que torcerla, sino ayudarla a que encuentre su camino", afirma el icónico cantautor argentino José Larralde, palabras que resuenan profundamente en la vida de Gabriel Zénere, un joven de 17 años y alumno sexto año “D” de la Escuela Normal Superior Dr. Nicolás Avellaneda.
Gabriel, que ha hecho del folclore una parte fundamental de su identidad, encuentra en la música de artistas como Larralde y Atahualpa Yupanqui no solo inspiración, sino también un lazo con sus raíces y una forma de expresión auténtica.
Gabriel relata que fue en su colegio secundario donde descubrió por primera vez el folclore argentino. "En primer año nos hicieron cantar y en tercero bailamos una chacarera", recuerdó. Este primer contacto, aunque breve, sembró en él una semilla que florecería con el tiempo, gracias también al apoyo de su abuela Mercedes, quien desde niño lo llevaba a peñas y le inculcaba el amor por la música tradicional argentina. “Para mí, el folclore es algo que siento mucho, es como una herencia de mi abuela”, afirmó emocionado.
Después de esta introducción escolar, Gabriel tomó la decisión de estudiar danzas folclóricas en la Escuela Juvenil de Danza Folclórica de la Municipalidad de San Francisco. Fue allí donde empezó a profundizar su conocimiento y amor por el folclore, incorporando a su rutina no solo la práctica del baile, sino también el uso de prendas tradicionales como el poncho en invierno y las alpargatas. “El poncho es cómodo y me protege del frío, pero también me conecta con mi identidad”, comentó.
Inspiración musical
Gabriel confiesa que sus ídolos musicales son José Larralde y Atahualpa Yupanqui, cuya poesía y música lo emocionan profundamente. "Me gusta Larralde porque sus letras son contundentes; es un poeta que habla sobre cosas que realmente siento", expresó. Aunque también escucha música moderna de vez en cuando, el folclore ocupa un lugar central en sus preferencias. “Casi siempre escucho folclore, porque me llena de una forma que otras músicas no lo hacen”, añadió.
Para Gabriel, la música de Larralde representa una conexión genuina con el espíritu de la Argentina profunda. A menudo, sus compañeros lo llaman “Poncho” como apodo cariñoso, lo que para él es una señal de aceptación y respeto hacia su estilo y pasión por el folclore. Aunque a veces lo molestan con comentarios en tono de broma, asegura que siempre ha sido bien recibido y comprendido por sus pares. "La gente de mi edad quizá no conoce mucho del folclore, pero a mí me gusta compartirlo con ellos", afirmó.
Bailar y competir: una manera de construir amistades y valores
El folclore no solo le ha dado a Gabriel una identidad musical, sino también una forma de conectarse con otros. A través del baile, ha conocido a muchos jóvenes que comparten sus mismos valores y entusiasmo por la tradición. “En el folclore encontré un mundo de relaciones. En las competencias o ensayos, siempre estamos ayudándonos y apoyándonos entre todos”, contó.
Participa en el grupo juvenil de la escuela municipal, donde ensaya diversas danzas tradicionales con su profesor Mario Bessone. Gabriel resaltó el compañerismo que ha encontrado en esta comunidad y cómo los valores del folclore, como el respeto y la solidaridad, le han enseñado a ayudar a otros y a ser parte de un grupo. "Muchas veces, cuando competimos, nos apoyamos con chicos de otras academias. No hay rivalidad; todos compartimos esta pasión", dice orgulloso.
Difundir el folclore, el sueño de un joven
Gabriel planea continuar difundiendo el folclore en el futuro y espera combinar esta vocación con su formación en el profesorado de historia. “Si tengo la oportunidad, me gustaría enseñar folclore o malambo, porque creo que es una parte importante de nuestra identidad”, menciona con determinación. Para él, el folclore argentino es "muy rico, diverso y hermoso", y le gustaría que más jóvenes lo conocieran.
Cada vez que baila en eventos o festivales, Gabriel siente que está representando a su ciudad y defendiendo las raíces argentinas. "El folclore no es solo una danza o una música; es una forma de expresar quienes somos y de celebrar nuestros valores", reflexionó. A través de sus experiencias, ha aprendido a valorar la importancia de los vínculos y la ayuda mutua, algo que considera fundamental en una sociedad donde muchas veces el individualismo predomina.
La juventud y la autenticidad
La frase de José Larralde sobre la juventud y la autenticidad ha marcado a Gabriel profundamente. Este joven sanfrancisqueño ve en el folclore una oportunidad para conservar su identidad y mantenerse fiel a sus raíces, sin dejarse llevar por modas o presiones sociales. "Para mí, el folclore es como un refugio, un lugar donde puedo ser yo mismo sin filtros ni máscaras", finalizó.
Gabriel ha hecho del folclore su bandera y planea seguir bailando y difundiendo estas tradiciones a medida que crece. "Quiero que más gente conozca esta cultura, que sientan lo que yo siento cuando escucho a Larralde o bailo una chacarera", aseguró con una sonrisa. Así, este joven sanfrancisqueño se suma a la larga lista de quienes, inspirados por artistas como José Larralde, encuentran en el folclore una razón para creer en la autenticidad y en la fuerza de las tradiciones compartidas.
En un contexto donde muchas veces se pierden los valores comunitarios, Gabriel Zénere, con su poncho al hombro y sus pasos firmes en el suelo, sigue apostando al folclore, manteniendo viva una herencia cultural que tantos bailarines y músicos ayudaron a construir.