Frontera: remisera fue asaltada por tres sujetos en barrio San Javier
Ocurrió este martes a primera hora de la mañana. Según dijo, el pasajero la engañó y entregó a los asaltantes. Le llevaron dinero, entre otras cosas. Impotencia absoluta de parte de la víctima: "No te podés fiar más de nadie", dijo.
"Es muy injusto lo que está pasando". La frase corresponde a Marcela Cavallone, remisera de 58 años que trabaja para la empresa Obrero. Este martes por la mañana fue víctima de un violento asalto en barrio San Javier de Frontera. Y eso que los delincuentes no la golpearon.
La trabajadora del volante ingresó a las 7 como cada mañana, momento en que cambiaba el turno con el otro chofer que maneja el mismo automóvil, un Fiat Palio de color gris.
"Cuando hacemos el cambio de chofer, mi compañero me comunica que tenía un pasaje que buscar frente a la iglesia de Estación Frontera. Fui para allá y en el camino encuentro a este hombre que me pide llevarlo a una dirección para buscar el turno del Hospital para su mujer", narró Cavallone a LA VOZ DE SAN JUSTO.
Una vez en el automóvil, el hombre hace ingresar a la conductora a barrio San Javier, de la ciudad de Frontera, y le pide que la aguarde mientras este ingresó a una casa. Al minuto, el pasajero volvió al auto y le pidió dirigirse a otra casa, ya que buscaba a una prima. Al arribar al segundo domicilio -contó la remisera- esta persona bajó y dialogó con otro hombre y luego volvió al vehículo y pidió ser trasladado a una tercera vivienda del barrio.
Marcela, víctima del robo
"Al llegar me dijo que no entrara más para no embarrar el auto. Se bajó y a los dos minutos me apareció un muchacho en la ventanilla para pedirme un cigarrillo, a lo que le respondí que no fumaba. Sacó un revólver chiquito y me pidió la plata y lo que tenga; terminó manoteando lo que había", aseguró.
Pero no fue todo. Marcela siguió narrando con pesar cómo siguió el asalto: "Luego aparecieron dos más con dos escopetas largas y entraron a abrir y sacar lo que encontraban del auto. Me pedían más plata, yo tenía la recaudación que debía restituir al dueño del auto. Además tenía el dinero para pagar el (servicio) cable, porque iba a ir esta mañana, más un sencillo, uno $400. En total me llevaron $3 mil, más la tiquera; siempre amenazándome que si gritaba me iban a 'boletear', revisándome en el cuerpo si llevaba más plata; no pude hacer nada contra tres personas que me apuntaban", se lamentó entre lágrimas.
Marcela señaló que en un momento les pidió que al menos le dejen el carné de conducir y otros documentos: "Lo único que logré decirle a uno que me cortó la cartera porque la llevaba puesta era que me deje carné de conducir, el documento; se ve que se apiadó y me preguntó dónde estaban. Los llevaba en una billetera que además tenía una cadenita de oro y unos aritos de mi mamá que el sábado entró en terapia. Me llevaron todo menos el teléfono, que no se dieron cuenta, los documentos y la radio", dijo.
El pasajero nunca volvió
Cavallone indicó que su pasajero nunca apareció, por lo que no tiene dudas que este fue quien la entregó a los delincuentes: "El pasajero nunca volvió, pienso que estaba todo armado. Mi compañero había llevado ayer a la chica que le pidió móvil al día siguiente para ir al hospital", explicó.
La trabajadora sostuvo que la situación está muy difícil en la calle y que los remiseros están expuestos: "No es solo frontera que es inseguro, hay también sectores en San Francisco. Estamos expuestos a este tipo de cosas, ya no se puede salir a trabajar. Empezás a las 7 y volvés a las 19, ni a casa voy muchas veces a almorzar porque trato de hacer un pasaje más porque todo esta difícil. Y que luego te pase esto es muy injusto. Para mí, para mis compañeros y para toda la gente, no te podés fiar más de nadie", finalizó.