Frontera: cuando el deporte es una herramienta para el cambio
Desde las instituciones deportivas y la municipalidad de Frontera se apunta a que el deporte sea una herramienta real para abordar las problemáticas que tiene la ciudad y contener a niños y niñas de ese pedazo de mundo. La importancia de naturalizar el juego y no la violencia.
Por Manuel Ruiz
Por su génesis lúdica, el deporte, en cualquiera de sus formas, resulta atractivo, convocante. La organización a través de reglas e instituciones, la competitividad, el exitismo, la violencia fanática, son avatares imposibles de ocultar, pero que vinieron después que ese núcleo primero. Primero fue jugar para divertirse, después lo otro.
Pero eso otro hizo que el deporte se aleje de esa idea primera. Y entonces el juego hecho deporte, dinámicamente, se fue acomodando a lo que practicantes y sociedades fueron deseando, haciendo (y deshaciendo) del juego.
La enumeración de aspectos negativos, en comparación a la imagen romántica y pura de un niño jugando al fútbol descalzo en el campito desde las 2 de la tarde hasta que el sol se va, gana nuestro imaginario diario cuando pensamos al deporte. Pero en la otra vereda, aparecen todo lo bueno que el deporte nos da.
Como nos construye como seres humanos, como seres sociales, como sociedad. Como el deporte aglomera, contiene, genera pertenencia. Como el deporte si se lo piensa como una de las herramientas más poderosas en cuanto a simple atracción de las masas, y se lo usa para algo positivo, puede realmente ser un mecanismo de cambio real.
Actualmente en la ciudad de Frontera hay cuatro instituciones deportivas, cuatro clubes de fútbol, un equipo de hockey femenino y desde el estado se proponen por lo menos 10 talleres deportivos, desde hace tres años. El número de personas que practica deporte teniendo en cuenta todos esos espacios alcanza los 1500, sin contar los fronterenses que cruzan el Interprovincial.
Para la intendenta Victoria Civalero, es clave que el estado municipal apoye el trabajo que se hace desde las instituciones deportivas "Cuando asumimos los clubes tenían muchos problemas para conseguir ayudas y fondos de programas provinciales, por ejemplo. Nos pusimos a ver como solucionar ese tema y nos encontramos de que todos necesitaban tener los papeles al día. Esa fue una de las primera cruzadas: que todos regularizaran su estado legal. Que tengan su personería jurídica, que tuvieran su cuenta bancaria. Los dirigentes lo entendieron, se pusieron a disposición y hoy los 4 clubes que funcionan tiene todos los papeles al día, tres ya han recibido subsidios y el deseo es que sigan creciendo de esta manera. Porque además, reúnen a una cantidad enorme de chicos, adolescentes y también adultos".
En un territorio, como el de Frontera, marcado históricamente por índices de violencia altísimos, el club es algo más que un lugar donde se ejerce la practica deportiva: el club tiene otro rol vinculado a la inclusión y la contención y para que eso se pueda plasmar concretamente en el largo plazo y la matriz cultural de la ciudad, es clave el apoyo del estado. Es decir, si tácitamente se desea que el club sea un espacio de asistencia social, el estado debe estar al lado acercando herramientas económicas y de las otras, para que esa concepción sea factible.
¿Qué pasaría si no estaría el club?
Rubén Pavón, presidente del Club Deportivo y Social Sebastián club ubicado en la calle 58 al 950 y que se desempeña en la Liga de Baby Fútbol cuenta entre sus filas alrededor de 150 chicos que van de la categoría 2006 hasta 2015 dice: "Acá, amen de la parte deportiva este año buscamos hacer hincapié en la contención del chico. Estamos en un tiempo muy complicado y más en Frontera que esta muy castigada con varias de esas problemáticas. Sino estuviera el club, hoy habría chicos que estarían en la calle. No tendrían actividad. Por eso junto a la intendencia este año queremos abrir en el club un gabinete interdisciplinario con psicóloga, nutricionista y trabajadora social para darle otro abordaje a los chicos que viene al club. Una ayuda más".
Maximiliano Páez, es el presidente del renacido Defensores de Frontera, que desde el 2 de octubre de 2017, y luego 15 años de estar fuera del mapa, volvió a juntar chicos y muy desde la nada pasar a ser otra opción más en la oferta deportiva de Frontera en su cancha de calle 5 al 158. "Este proyecto lo armamos para sacar a los chicos de la calle. Yo nací y vivo acá, y la calle hoy en día es preocupante. Para mi esta más pesada que cuando yo era chico. Nos juntamos con mi hermana, armamos el proyecto y fuimos sumando gente. Hoy en día tenemos arriba de 100 chicos y es importante que tengamos muchos chicos. Es un bien social a la ciudad, son dos horas que están entrenando, dos horas que no están en la calle", explica Páez.
Ariel Arutt, presidente de La Hidráulica, club ubicado en 11 y 86, y que cuenta con 170 varones en inferiores, 70 chicas en el futbol femenino y 55 jugadores entre reserva y primera, analiza: "El trasfondo es que haya un club que de contención social. Hoy tener 170 chicos es un número, lo principal es que esto sea un espacio de contención, que los chicos se sientan parte de algo. Cuando los chicos se sienten fuera de algo buscan pertenecer. A veces pertenecen a un club y muchas veces pertenecen a otras cosas que son malas. Al hacer un deporte, tener a los profes preocupándose y el apoyo de los padres, cambia la situación".
La inclusión, en serio
En 2018, La Hidráulica rompió con la hegemonía masculina en el club e incorporó a su cartera de deportes el fútbol femenino, que hoy ya suma 70 chicas y que dice Arutt "El objetivo es que nos tratemos con igualdad adentro del club. Cuando vinieron las chicas, a proponerlo el año pasado, incluso se acercaron hasta temerosas por si lo íbamos a aceptar. De una le dijimos que si. Incluir a las chicas me parece que es un paso anti machista en el deporte. A mi encanta ver como entrenan y conviven en el club con los chicos. Esta bueno que los varones entiendan que las chicas son iguales que ellos, son seres humanos jugando al futbol".
Esa hegemonía masculina a la hora de entender el deporte fronterense ya se había roto hace varios años atrás cuando Frontera armó su equipo de hockey femenino. Que hoy sigue siendo uno de los principales animadores de la Liga de San Francisco de hockey y que cuenta a 40 chicas que antes del hockey, casi no tenían oferta deportiva en su ciudad.
Y ahí, aparece la pertenencia. El pertenecer a algo más grande que uno y la solidaridad, respeto, compromiso, que eso conlleva. Pertenencia que bien orientada genera un cariño para con este caso, el club, que se vuelve vital a la hora de entender como diariamente subsisten los instituciones deportivas pequeñas, en Frontera y en el mundo.
"El deporte que nosotros trabajamos no es el deportista de elite. Se trabaja desde la inclusión y la contención. Si el municipio no apostaría al deporte, al sacar a los chicos de la calle, seria muy difícil sostener la ciudad, la vida en la ciudad. El deporte es, sobretodo, educación. El deporte es un complemento de la familia, junto con la escuela y son espacios donde se forman las personas desde el respeto, los valores, las normas. El objetivo es formar personas integras para el día de mañana", dice Robertino Bulla, asistente de políticas deportivas de la Municipalidad de Frontera.
Hoy, además de lo que suceda en los clubes, el municipio cuenta con diez talleres gratuitos que se dictan en el Polideportivo Municipal: patín acrobático, ritmos, gimnasia localizada, gimnasia para adultos mayores, handball, softboll, ajedrez, básquet, hockey, yoga e iniciación deportiva. La escuela de verano y el taller de actividades recreativas que funcionó en la piscina del polideportivo junto a 150 personas. Todas las opciones están pensadas para que cualquier persona, cualquiera sea su edad tenga una alternativa para elegir. Y eso es vital.
"Hay dos grandes cuestiones que tenemos en el tintero con
Victoria y que constantemente estamos planificando: una es la escuela deportiva
para personas con capacidades diferentes. tenemos la escuela especial "María
Montesori", donde concurren un montón de chicos y la idea es poder llevarle el
deporte a ellos. Ese sería un espacio que nos hace falta. Lo trabajamos en el
verano, pero durante todo el año no tenemos un taller especifico para ellos. Y
el otro objetivos es un gimnasio municipal, porque en la ciudad no hay
gimnasio, y es un proyecto pensado para poder brindarle a los ciudadanos una
oportunidad más", enfatiza el funcionario. No importa cuanta sea la concurrencia a los espacios, lo
importa es que estén. "No solamente en las instituciones deportivas se da la
inclusión, en los talleres desde el municipio buscamos esa inclusión, la
sociabilidad, la participación, el sentirse parte de la ciudad. Que entiendan
que ese espacio es de ellos", explica Bulla.
El deporte, y más analizado bajo estos parámetros, no pude ser pensado como una inversión que se recuperará en un determinado tiempo. Las políticas deportivas no deben ser analizadas a través el éxito deportivo. El éxito es un tan solo un resultado más. Y acá el éxito viene de la mano de un cambio de conducta, de formas, que solo será evidenciable en el largo plazo.
En una ciudad como Frontera donde muchos chicos nacen en un contexto de violencia que parece natural, el deporte, el club, funciona como salida. Porque es vital entender que lo que los chicos deben naturalizar es el juego y no la violencia. Y por esos que una ciudad piense el deporte y a las instituciones canalizadoras del mismo como herramienta, es vital.