Frigorífico asegura que la baja en el peso de faena mejoró la calidad de carne al consumidor
La decisión de la Secretaría de Agroindustria de reducir el peso mínimo, 250 kilos, de faena para hembras a partir de abril, encontró apoyo en el Frigorífico San Francisco, que consideró que la medida permitió una notoria mejora en la calidad de carne ofrecida al consumidor.
El nuevo esquema de clasificación de animales para faena, que comenzó a regir este año, es visto con buenos ojos por la industria frigorífica en la que encontró un mecanismo regulatorio que permitió una notoria mejora en la calidad de carne ofrecida al consumidor.
Tal como ocurrió en todo el país, el Frigorífico San Francisco, integrante del Grupo Beltrán, ha tenido que adecuar su funcionamiento a las nuevas disposiciones de la resolución mientras que sus directivos aprobaron este esquema.
Según indicó el director del Grupo Beltrán y máximo responsable del frigorífico de Monte Redondo (ruta 158, kilómetros 8,5), Maximiliano Morello, "el cambio es muy bueno" porque esta nueva reglamentación permite que no se comercialicen animales pasados de grasa.
"Anteriormente, las hembras estaban pasadas de grasa y cuando eso ocurría había un problema con el cliente porque no las quería en su carnicería, generando un inconveniente comercial posterior", explicó Morello en declaraciones a LA VOZ DE SAN JUSTO.
"Esto terminó cuando se decidió bajar el peso mínimo de faena para las hembras", puntualizó.
La medida mantiene el peso mínimo de los bovinos machos en 165 kilos, y reduce el de las hembras a 140 kilos, que tengan como destino la faena comercial. Según la nueva tipificación se podrán enviar al matadero vaquillonas de hasta 250 kilogramos de peso vivo.
Asimismo, Morello recordó que cuando se excedían en el kilaje por animal "eran sancionados con una multa de más de 10.000 pesos, es decir, prácticamente el valor del animal".
Morello reconoció la existencia de "una presión fiscal creciente" para el sector
Recategorización de la hacienda
Esta nueva disposición establece que la carne vacuna categorizada tradicionalmente como "ternera" en los comercios, cede su lugar a nueva tipificación como vaquillonas livianas o novillitos (hasta 390 kilos). Así lo refleja el nuevo esquema, en el que no figura más la categoría ternera/o y sí otras que ahora priorizan sexo y edad (cantidad de dientes) y no sólo el peso.
Presión
fiscal
Por otra parte, Morello reconoció la existencia de "una presión fiscal creciente" para el sector proviene mayormente de "municipios y provincias" que se imponen por sobre los requisitos fiscales establecidos por el Estado Nacional.
"Se advierte un constante incremento en el impuesto a los Ingresos Brutos o municipios que pretenden cobrar tasas nuevas, por necesidad de obtener recursos para atender a sus obligaciones", cuestionó el director del frigorífico local.
Por el contrario, el entrevistado aseguró que en este tema el gobierno nacional está haciendo un trabajo "muy prolijo" con la carne desde hace unos dos años permitiendo que todos los operadores del sector estén registrados, "arrancando con una guía de hacienda que cuando llega al frigorífico hay que validarla y de allí se pide una autorización para faena on line con el Ministerio de Agroindustria que debe ser autorizada por el veterinario de la planta con una clave fiscal. Esa hacienda pasa por cuatro cámaras de video con un controlador fiscal que supervisa el peso y está conectado on line con el Ministerio de Agricultura".
Como una nueva incorporación dentro del proceso de trabajo del frigorífico, orello comentó que en los próximos días comenzarán a trabajar con el Remito Electrónico de Carnes (REC).
Se trata de un documento 100% digital que deberá registrar todos los traslados de carnes y sus subproductos.
El nuevo sistema establece que los destinatarios de los productos (carnicerías, distribuidores, etc.) deberán ingresar a la web, o a través de una aplicación móvil, y dar conformidad vía electrónica a la recepción del producto.
Personal del frigorífico durante el desposte de carne de cerdo
Precios esenciales no llegan a San Francisco
La puesta en marcha del programa impulsado por el gobierno nacional "Precios Esenciales", dentro del cual se estableció el precio del kilogramo de asado, matambre y vacío a 149 pesos, generó muchas expectativas en el consumidor que de inmediato se desvanecieron al comprobar que ese precio no estaba disponible en todo el país.
Lo cierto es que ese valor puede ser ofrecido por frigoríficos que trabajan con carne de exportación -que no es el caso del Frigorífico San Francisco- puesto que estos tres cortes no están contemplados entre aquellos que se comercializan en otros países y su costo es absorbido por la rentabilidad que el frigorífico obtiene con la exportación.
En este caso, Morello explicó que "un lomo que se exporta a Europa le deja como saldo al frigorífico un producido líquido a razón de 800 pesos el kilogramo. Así, cuando todos los cortes los colocan a buenos valores les queda solamente el asado, el matambre y el vacío".
De todas maneras, "al no montar la logística que se requiere para que esos cortes lleguen a todo el país, prefieren destinarlos a determinados puntos de venta al precio que tengan que ir porque la diferencia ya la hicieron con la exportación".
"Donde haya frigoríficos exportadores van a estar esos cortes, pero si no hay es imposible que estén -aseguró Morello-. Estas son dos realidades de lugares diferentes".
Por último, reconoció que "es muy difícil que el programa llegue a San Francisco porque el frigorífico exportador no va a dar abasto en su boca de expendio".