Franco Jular: “El radicalismo tiene que ser opción para la gente que no se siente representada”

En una gira por toda la provincia, y con el objetivo de reafirmar su presencia en las diferentes ciudades del territorio cordobés, el economista Franco Jular pasó por San Francisco para ofrecer su opinión del contexto político y económico de nuestro país de cara a las elecciones de medio término que modificarán la estructura del Congreso de la Nación.

Jular, pre candidato a diputado nacional por la Unión Cívica Radical cordobesa, sostuvo en diálogo con LA VOZ DE SAN JUSTO que su visita a la ciudad se debe a “la idea de proponer un mensaje que tiene que ver con elaborar una oferta desde el radicalismo que represente sectores que hoy están en crisis con el gobierno nacional. Sectores que no son escuchados”.

“Nosotros le reconocemos al gobierno lo que la gente le reconoce. De hecho, los niveles de popularidad del gobierno están elevados porque aparentemente ha domesticado la inflación. Seguimos teniendo inflación en Argentina, pero no en los niveles que veníamos teniendo. El dólar parece, mata cualquier otra cuestión o por lo menos las pone en un rol secundario. Pero empezamos a ver que hay una crisis de representación. Se vio en la elección de Buenos Aires, donde votó la mitad del padrón, o sea, tenés la mitad de la gente que estaba en condiciones de votar que se quedó en la casa. Se celebró el 30% como una victoria y en realidad lo que tiene La Libertad Avanza hoy es una primera minoría en Argentina, y me parece que el desafío del radicalismo es construir un espacio para representar a todos esos que no han ido a votar”, analizó Jular.

El Estado y el gobierno

Consultado sobre cómo convertirse en esa fuerza que aglomere a sectores que hoy no encuentran esa representación en la escala nacional o provincial, el pre candidato radical entiende que si bien la Libertad Avanza supo atacar con éxito las tasas inflacionarias, ahora la gestión nacional entra en una segunda etapa en la que debe gobernar manteniendo el equilibrio fiscal pero no en detrimento de los ingresos de los argentinos. “Ahí nosotros le vemos limitaciones al gobierno. Es muy fácil gobernar desde Buenos Aires, desde un escritorio, escribiendo decretos. Pero en las provincias los cambios no se producen porque hay una severa dificultad en la implementación. Entonces, nosotros creemos que el radicalismo tiene que construir una oferta basada en dos pilares: uno es proponer un Estado eficiente que gestione mejor el Estado. Hoy tenemos un gobierno que desprecia el Estado, pero ¿de ahí a no tener un Estado? ¿de ahí a creer que el Estado no es necesario? Vos sacás al Estado y hay mucha gente que queda desprotegida, vulnerable. La otra pata es representar al sector productivo que tiene que ver con el interior profundo y que este gobierno desconoce. No conocen las economías regionales, no saben lo que es una cadena de valor y no les interesa dar ese debate. Tenés un presidente que viaja muchísimo al exterior pero que no viene al interior y que tiene representantes legislativos que cultivan una ignorancia que es preocupante”.

“Si vos haces un análisis de cuáles son las reformas efectivas que ha generado este gobierno: ninguna. Cuántos puestos de trabajo ha generado este gobierno en este tiempo: ninguno. Está apostando al Rigi, que es una cosa que queda muy lejos de San Francisco y son inversiones enormes que llevan un proceso de mínimo dos o tres años para que haya resultados, y mientras tanto van en contra de las Pymes, que son las grandes generadoras de empleo en Argentina. Puntualmente en San Francisco, al empleo genuino formal lo generan las Pymes, cuyos empresarios hoy no son escuchados por el gobierno. Ahí es donde el radicalismo tiene la gran oportunidad. Hay una renovación y yo insisto puntualmente que la renovación no es tirando a los viejos por la ventana, es una renovación en ideas, con tolerancia. El radicalismo tiene que inaugurar la fábrica de candidatos, eso hace que el radicalismo se movilice. Yo no le tengo miedo a la competencia dentro del radicalismo, creo que inclusive representa la diversidad que hoy tiene el partido, un movimiento más competitivo, más potente y para eso hacen falta adentro del radicalismo reglas de juego claras y recobrar la confianza en nosotros mismos como una fuerza que le solucione los problemas a la gente”.