Florencia Vercellone: "Mi mayor desafío es que el lector crea lo que le estoy contando"
La licenciada en Comunicación Social y periodista presenta su nuevo libro: "Para volver a verte", una ficción que despierta memorias guardadas bajo llave de la Córdoba de los setenta.
La periodista y escritora sanfrancisqueña María Florencia Vercellone destapa una de sus obras que se hacía esperar.
"Todo por volver a verte" es un libro ficcional que se apoya en los oscuros años ´70, haciendo foco en la ciudad de Córdoba. Vercellone también es reconocida por otro de sus libros, "La Cocina es Puro Cuento".
"Si yo logro que el lector o lectora lo termine de leer y me diga: creí todo lo que me contaste, para mí es todo un logro", aseguró sobre su nueva novela.
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¿De qué se trata "Todo por volver a
verte"?
Podría contar acerca de lo que trata esta novela de muchas maneras. Podría decir que es una historia sobre lo que significa volver a un país después de 31 años y por lo tanto atraviesa el dolor del exilio. O que cuenta acerca de una mujer que se enfrenta a su propio pasado y los fantasmas olvidados, y tiene la oportunidad de empezar nuevamente. O que habla sobre el recuerdo de un gran amor en una de las épocas más oscuras que se vivió como país. Todavía no me decido por ninguna.
- ¿En qué te inspiraste para este libro en particular?
No sé si hubo algo que me inspiró, sí que hubo una clara intención de reconstruir una época, a partir de una ficción. Una época que a mí, particularmente, siempre me interesó y me interesa muchísimo. Quería correrme de lo que me habían contado en los manuales de historia o había visto en documentales. Por eso el anclaje que busqué en la parte de investigación, fue desde la historia oral, recogiendo muchas voces testimoniales de esa generación que vivió siendo adolescente en los años previos a la Dictadura. Partí de varias preguntas, ¿cómo era vivir en los ´70, en esos años previos a la oscuridad absoluta? O mejor aún, ¿cómo era amar, trabajar, estudiar, tener anhelos, querer cambiar el mundo en esa época? Desde allí partió la trama y los personajes.
- ¿Cómo se ambienta un libro con la dictadura como contexto y en Córdoba?
La trama habita en las calles de esa Córdoba, en pensiones, en pequeñas casas. Como dije arriba, mi idea siempre fue reconstruir a partir de las acciones cotidianas de los personajes, la vida en los años ´70, particularmente del ´73 al ´75. Mis personajes son universitarios y militantes, algunos también obreros, por ahí se pasea la historia. Y también en los circuitos culturales, eso no podía faltar. Caminan por La Cañada, hacen peñas en el centro o barrio Clínicas, van al cine, hacen marchas, participan de actos, etc.
- ¿Cómo fue la investigación previa?
La etapa de investigación fue extensa y bastante diversa. Siempre me interesó la época de la dictadura y para entenderla, primero debía descubrir cómo se había llegado a eso. Desde que soy adolescente leo al respecto. Sin embargo, para este libro me aboqué a hacer una recolección de testimonios orales, por eso fue fundamental preguntar, consultar a muchas personas que vivieron en aquella época, sobre todo a militantes. No fue fácil, porque su testimonio sigue atravesado por el dolor de haber perdido a muchos seres queridos o por el exilio. Leí muchísimo sobre la vida militante, qué hacían, cómo se organizaban, qué pensaban, cómo pensaban, qué querían. Y fue clave también hacer una revisión de la prensa de la época. Como periodista se del poder que tiene la reconstrucción de un momento histórico a partir de los diarios, ese soporte que como usuarios descartamos de un día para el otro, pero que estudiado en detenimiento, nos permite observar y entender el devenir de una sociedad. Releí con mucho cuidado y dedicación el Diario Córdoba entre los años ´74 y ´75, que están en la hemeroteca del Cispren. Eso le terminó de dar a la novela el anclaje que buscaba.
- ¿Cómo se pasa de libros con recetas a una ficción?
En realidad fue a la inversa, pasé de la ficción a las recetas (risas). Este libro comencé a escribirlo mucho antes de -incluso pensar- La Cocina es puro Cuento. Cuando comencé con esta novela era estudiante, soltera y sin hijos, ahora me casé, trabajo en periodismo y mi hija más grande tiene 11 (sacá la cuenta). Esta novela la escribí durante mucho tiempo porque no sabía qué iba a hacer con ella, por lo tanto tiene esa libertad que sólo algunos libros pueden tener, de no nacer bajo algunas expectativas o exigencias editoriales. La posibilidad de publicarla vino mucho después. Volviendo a la pregunta, fue de esta ficción, del ejercicio creativo que significa escribir una novela, vinieron los cuentos del libro de recetas.
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¿Cuál fue el mayor desafío de
escribir"Todo
por volver a verte"?
Mi mayor desafío a la hora de escribir ficción es que el lector pueda creer lo que le estoy contando. Puede parecer algo estúpido lo que digo, pero en literatura todo se sostiene en una trama y personajes verosímiles. Y no hablo de que sean reales, sino creíbles. Que lo que hacen y digan tenga sentido, que nada haga ruido. Si yo logro que el lector o lectora lo termine y me diga: creí todo lo que me contaste, para mí es todo un logro. Y si además, la trama les dispara nuevos enigmas, interrogantes sobre la historia de nuestro país y eso les lleva a relecturas, la satisfacción será completa.
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¿Hay algún objetivo que persiga este
texto?
No escribí con un objetivo puntual, aunque tal vez ahora que lo pienso, podría ser revisar todas las veces que fuera necesario una época que todavía es una herida abierta en nuestra sociedad. Pero no desde la mirada de aquella generación, sino de la propia. Yo soy hija de la Democracia y estoy convencida que mi generación y las que le sigan tenemos el deber de sostenerla. Y para hacerlo no podemos seguir atravesados por discursos que sólo generan odio/mezquindades/humillaciones, como si nosotros hubiéramos sido los protagonistas. Debemos tomar perspectivas y avanzar en la concordia. Parece mentira, pero sigo escuchando en gente de mi generación hablar de la "Teoría de los Dos Demonios", algo que ya fue absolutamente refutado por la justicia. Siento que hablan por boca de otros que en su momento estuvieron a favor o en contra. Debemos dejar las mochilas que traemos, posicionarnos en el camino que ha recorrido la justicia desde 1985 con el Juicio de las Juntas hasta ahora -con decenas de procesamientos en los últimos años a militares involucrados- y decir una y otra vez Nunca más.
- ¿Qué permisos te diste en este libro que te lo permitió la ficción?
Hay algunos gustos propios en diferentes personajes, nombres y apellidos familiares y lugares de Córdoba que amo, donde ubiqué escenas, para mí, inolvidables.
- ¿Qué se siente participar de una nueva edición de la Feria del Libro en nuestra ciudad?
Un enorme orgullo y mayor satisfacción. Presentar la novela en mi otra ciudad, a la que voy y también vuelvo, es realmente hermoso. Estoy muy agradecida por la invitación y por ser parte de una feria que vuelve a prender las luces de ese encuentro maravilloso entre libros, lectores y autores. Para que una feria se haga se necesita de muchas personas trabajando y gestionando en cultura durante mucho tiempo, y eso siempre lo celebro. Ojalá la Feria de San Francisco siga creciendo y se consolide como una de las más importantes de Córdoba.
- ¿Y que vuelva la feria?
Es muy importante. Las ferias no son sólo un lugar donde comprar libros, las ferias son momentos, encuentros, intercambios de autores y lectores. Son oportunidades para escuchar ideas, posturas, miradas renovadoras. La literatura, como todo arte, nos invita a reflexionar sobre lo que somos y qué mejor lugar que una feria donde que ofrece charlas o talleres o un librero o editor que me cuenta sobre aquello que quizás todavía no conozco. San Francisco se merece una feria con una programación que articule la literatura local con la nacional, libros que conversen, propuestas que se visibilicen. Como dije antes, las ferias no se hacen solas, se precisa de gente que le ponga el cuerpo y las ganas y una gestión política que acompañe con partida presupuestaria a la altura de las circunstancias. Soy una defensora de las políticas públicas culturales, y una feria del libro bien hecha es un buen reflejo de eso.
El libro
Ana vuelve a la Argentina después de 31 años. Ese regreso despierta memorias guardadas bajo llave; recuerdos de una militancia y un amor por los que se había animado a todo. Conoció a Juan en tiempos turbulentos; con una causa en común. Se amaron a pesar del abismo entre sus mundos: ella; contra los mandatos que la ataban a una vida que ya no la representaba; él; cuyo espíritu aguerrido lo animaba a luchar sin reparar en los riesgos. Hasta que una mañana; Ana tomó una decisión que la arrancó de su Córdoba natal y los brazos de Juan. Ahora; en la madurez de su vida; se encuentra ante otra encrucijada. Esta vez; ¿qué camino elegirá? 'Una historia de amor e ideales ambientada en Córdoba en los años previos a la última dictadura argentina. Una historia de pérdidas y desencuentros; pero también de esperanzas'.