Análisis
Fiesta de la cultura
Este fin de semana, San Francisco vivirá la sexta edición de la Feria del Libro, una magnífica oportunidad para disfrutar de una oferta cultural de excepción.
Este fin de semana, San Francisco vivirá la sexta edición de la Feria del Libro de la ciudad. Destacados exponentes de la literatura local, regional y nacional participarán de numerosas actividades. Habrá talleres de expresión escrita y stands en los que se podrá acceder a una amplia oferta de libros. Espectáculos musicales amenizarán las tres jornadas.
Será, sin dudas, una fiesta de la cultura. Una fiesta que convoca y emociona. Convoca a un público ávido por conocer las novedades literarias. Y también a quienes se acercan para conocer el mundo de la creación y de la industria editorial. Emociona a los amantes de la literatura en todos sus géneros, al mismo tiempo que despiertas sensaciones en los lectores consuetudinarios y los que cada tanto entreabren las páginas de un libro.
Es una oportunidad para abrir un paréntesis en el ajetreo cotidiano, signado por circunstancias que no habilitan la presencia de muchos festejos. Sin embargo, cualquier manifestación artística y cultural merece ser celebrada. Porque encarnan la riqueza, la diversidad, la creatividad y la vocación emprendedora del ser humano. Porque refuerzan el diálogo social, promueven el entendimiento, favorecen el intercambio de miradas y fortalecen el aprendizaje, entre otros beneficios.
Será una feria que permitirá comprobar que el fenómeno de la lectura lejos está de perecer. Por más que se le coloquen lápidas, el hábito de leer se mantiene en vastos sectores de nuestra comunidad. No es un hecho menor el demostrar que no se condicen con la realidad los epitafios que –paradójicamente- se han escrito sobre el fin de la lectura. Sigue siendo esta actividad el medio de interpretación de la realidad.
Porque es un insumo sociocultural esencial para dar significado al mundo que rodea a una persona. Es una herramienta prioritaria para asegurar la formación de individuos con criterios propios y pensamiento crítico. Leer es una de las puertas para darle sentido a la vida. En efecto, la experiencia de la lectura humaniza. No importa ya el soporte. El papel continúa vigente. Los medios electrónicos, al contrario de lo que se supuso en un principio, fortalecieron las posibilidades de acceder a los textos.
La realización de la Feria del Libro de San Francisco es, entonces, una magnífica oportunidad para disfrutar de una oferta cultural de excepción. La industria editorial y el ecosistema del libro son el motivo convocante para participar de una fiesta en las que las palabras adquieren vida propia en poesías, relatos, novelas, cuentos y hasta en nuevos lenguajes que proclaman la vigencia de un hábito central para la civilización.
Los sanfrancisqueños viviremos tres días de una fiesta de la cultura que merece convertirse en una más de las sanas tradiciones lugareñas. Estamos convocados a emocionarnos con las distintas charlas, los talleres y las recorridas entre los expositores. Esperemos que el domingo, cuando los libros vuelvan a los anaqueles, el entusiasmo haya crecido tanto como para que empecemos a pensar de inmediato en la próxima feria.