Experiencia boliviana
Ariel Bernabei, quien fuera jugador de San Isidro y tuviera un paso exitoso por Arroyito como entrenador, ahora se encuentra dirigiendo en Atenas de Tarija y habló de sus vivencias en suelo boliviano.
A principios de año cruzó la frontera con destino a Bolivia para seguir desarrollando su trabajo de entrenador en el Club Atenas de Tarija. Una nueva vivencia en el aspecto deportivo como también en lo personal que sigue capitalizando, incluido el sacudón emocional que significó el estadillo social que terminó con la renuncia de Evo Morales a la presidencia de ese país.
Ariel Bernabei, el oriundo de Río Segundo, pero sanfrancisqueño por adopción, en comunicación con LA VOZ DE SAN JUSTO habló de la etapa comenzada en otras latitudes, su adaptación a otra cultura, otras costumbres, pero con el firme convencimiento de seguir creciendo y el optimismo de que siempre ´lo mejor está por venir´, una frase que ha hecho propia.
Un país en llamas
"Como sabrán Bolivia no la está pasando muy bien, el tema de las votaciones trajo muchos problemas. Al no saber cómo se desencadenaría todo, la verdad me lo tomé con tranquilidad, nunca tuve miedo".
"Si todo se ponía peor, creo pensaría en volver. Acá en Tarija hubo problemas, cortaban los puentes que dividen la ciudad, hubo muchos locales cerrados, más de todo por precaución".
"El aeropuerto estuvo cerrado, clases no hubo por tres semanas. Lo duro de Bolivia se vivió y se vive en Santa Cruz, La Paz y Cochabamba, ahí sí pasaron cosas feas y graves, la verdad, como dicen el pueblo salió a enfrentar y pelar y todo eso trajo sus consecuencias".
"A todo esto estoy bien, donde vivo es un lugar cerrado y tiene mucha seguridad. Esperemos todo se solucione pronto, porque cada tanto aparecen fantasmas de lo pasado y la gente teme".
Otras costumbres
"La verdad que uno está acostumbrado a vivir como nómade y estar de acá para allá, pero esta vez me tocó otro país. Tarija es una ciudad muy linda, vivo rodeado de montañas, ríos, lagos, donde puedo pescar".
"El centro es chico pero con mucho movimiento, ellos viven mucho con su cultura, que es la abandera de este país, tienen costumbres muy diferentes a la nuestra, por ejemplo ver a las 7 de la mañana gente comiendo empanadas en puestos, algunos tomando sopa sea verano o invierno y todo con sus condimentos muy picantes".
"Pero a las 21 no anda nadie en la calle y todos duermen, eso sí a las 5.30 están arriba y arrancan el día. Hay muchos puestos de comida, ropa, calzado, mucho importado y se vive mucho de eso. Es un lugar donde la religión ocupa un lugar principal, está la iglesia San Roque que es histórica".
"Vivir acá no es caro, para nada, sobre todo al momento de comprar frutas, verduras, lácteos y carne, se podría decir que es muy barato".
"No me fue fácil adaptarme a sus comidas, jamás tuve problemas para comer pero con el paso del tiempo empecé a evitar las sopas (risas). A casi todo le ponen arroz y donde vayas a comer tiene tu compotera de picante, que te mojas los labios con eso y te dura todo el día, es tremendo, al verlos comer pienso como hacen, yo argentino, gracias".
Trabajo y comodidad
"Hablando de lo deportivo, se trabaja muy cómodo. El presidente del club es una gran persona, está en todo los detalles. El es hijo de madre cordobesa así que hablamos el mismo "idioma" prácticamente".
"Las divisiones inferiores están a cargo de un argentino que es de San Luis. Lo conocí, quiso venir y acá estamos. Yo coordino todo y él tiene mascota, premini, mini y U13 damas, y yo tomé varones U13, 15, 17 y primera, cadetes y juveniles damas".
"Entrenamos en un complejo enorme que tiene una cancha principal de primer nivel, una auxiliar y tres canchas al aire libre".
"La competencia no es muy buena, salvo tres o cuatro equipos el resto anda ahí. Estamos primeros en U13, 15 y 17, mientras que en primera vamos segundos. El equipo empezó a entender mi mensaje, lo que más costó es que no aguantaban el ritmo de entrenamiento, pero ya embalaron".
Finalista en los Plurinacionales
"También me llamaron para que entrene un equipo de básquet de chicas de un colegio secundario para los Juegos Estudiantiles Plurinacionales algo así como los Juegos Evita nuestros. Salimos segundos en el Clasificatorio de la región y avanzamos a las finales que se hicieron en Villa Tunari, trópico boliviano, perteneciente a Cochabamba".
"Perdimos la final, pero nunca un equipo de Tarija había llegado a esa instancia, así que feliz, fue una experiencia interesante".
Constante aprendizaje
"Día a día voy aprendiendo de la vida, del deporte visto desde otra perspectiva y de saber que el futuro no está marcado, mi lema es siempre ´lo mejor está por venir´, y lo sostengo aún en los peores momentos, veremos que nos depara el futuro", finalizó.